Los vecinos de Torres Acosta acusan a Gallard¨®n de ignorarles
Decenas de manifestantes exigen en la plaza que el alcalde les reciba
Un mes despu¨¦s de la muerte de Victoria Nvosu, una prostituta ucrania apu?alada 14 veces a plena luz del d¨ªa, los vecinos de la plaza de Santa Mar¨ªa Soledad Torres Acosta se sienten ignorados por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n. "Somos ciudadanos, no somos invisibles", gritaron ayer al regidor decenas de vecinos que se dieron cita en la plaza y que exigen una reuni¨®n desde el mes de junio.
El aumento de la presencia policial en la plaza es reconocido por todos. Pero no es suficiente. "El olor a orina, las peleas, el ruido y el mal ambiente permanecen en nuestras calles", comentan los vecinos mientras posan con un folio en blanco tap¨¢ndoles la cara. Pretenden simbolizar el abandono que sienten por parte del Ayuntamiento.
La permanencia de agentes policiales en la plaza ha producido un efecto de dispersi¨®n de los drogadictos, indigentes, alcoh¨®licos y prostitutas, que ahora se extienden por las calles del Desenga?o, Corredera, Ballesta o Barco. "S¨®lo pedimos el fin de los trapicheos, de las meadas en los portales e incluso de las amenazas", comenta Jordi Gord¨®n, un vecino del barrio que lideraba ayer la concentraci¨®n convocada por la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad.
Desde hace un mes, la plaza permanece custodiada por agentes de la Polic¨ªa Nacional y local. "En cuanto se despistan, vuelven", afirma Manuel Sousa, un vecino de la calle de la Ballesta mientras se?ala a dos indigentes que se sientan en un portal de la plaza. En ese instante, una pareja de polic¨ªas locales aparece desde la calle del Desenga?o y les obliga a levantarse. "No podemos hacer nada m¨¢s. Escuchamos las quejas de los vecinos y nos solidarizamos con ellos. Pero hablamos de indigentes que no tienen d¨®nde ir. Una sanci¨®n administrativa no les impide volver al barrio", aseguran los agentes.
Para los vecinos no es suficiente. "Somos conscientes de las limitaciones de la polic¨ªa, pero yo no tengo autoridad para decirle a un borracho que no orine en mi portal. Mientras que ellos s¨ª", afirma uno de los vecinos de la concentraci¨®n. Los habitantes de este barrio decidieron reunirse en junio para presionar al Ayuntamiento en busca de un plan de seguridad en la zona. Elaboraron un v¨ªdeo de dos minutos y medio de duraci¨®n en el que se pueden contemplar escenas cotidianas del barrio: trifulcas, tr¨¢fico de drogas o prostituci¨®n. Desde entonces, esperan una reuni¨®n con Gallard¨®n para exponerle sus planes. De momento s¨®lo consiguieron reunirse el jueves con el concejal de Centro Luis As¨²a, que les prometi¨® un ¨¢rea de rehabilitaci¨®n integral.
"?Va a resultar que el problema ahora es el alcalde? Esto es una reuni¨®n pol¨ªtica", dice ante el asombro de los asistentes a la concentraci¨®n un vecino de edad avanzada. Nadie le secunda en su queja y se ve obligado a callar, tras ser abucheado. Mayores, j¨®venes, progresistas o conservadores; todos los vecinos est¨¢n hartos de su situaci¨®n. "Que tengan claro que no nos vamos a ir. Nos gusta nuestro barrio y queremos mejorarlo", asegura Susana Llorente una joven que vive en ¨¦l desde hace ocho a?os.
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