Que alguien lo pare

El reciente descubrimiento de la trama de corrupci¨®n urban¨ªstica orquestada en Marbella -la punta del iceberg de la corrupci¨®n urban¨ªstica que hay en Espa?a- y los problemas medioambientales que ocasionan la construcci¨®n desaforada de complejos urban¨ªsticos en el litoral espa?ol, deber¨ªan ser razones suficientes para que el Ministerio de la Vivienda y el Ministerio de Medio Ambiente, a partir de ahora, tuvieran las competencias adecuadas para supervisar la construcci¨®n de complejos urban¨ªsticos que, actualmente, est¨¢n en manos de las autoridades locales y auton¨®micas, aunque ello supusiera un retroceso de las competencias logradas en esta materia tanto por ayuntamientos como por comunidades aut¨®nomas.

Incluso, se podr¨ªa articular un organismo judicial independiente -algo as¨ª como una fiscal¨ªa- que, en colaboraci¨®n con dichos ministerios, vigilara la correcta adecuaci¨®n legal de dichos proyectos urban¨ªsticos a la normativa mercantil y medioambiental vigente, para evitar, precisamente, la corrupci¨®n y la degradaci¨®n del medio ambiente. Si ayuntamientos y comunidades aut¨®nomas no son capaces de frenar estos desmanes, que lo haga el Estado, ya que alguna Administraci¨®n tiene que velar por los intereses generales.