"Kirchner confunde fortaleza en el ejercicio del poder con aislacionismo"
?C¨®mo deber¨ªa presentarlo, como ex ministro de Econom¨ªa argentino o como candidato a la presidencia? "De momento, como lo primero. Las elecciones ser¨¢n en octubre del pr¨®ximo a?o, y no hay que adelantar los tiempos. Argentina no puede vivir en una campa?a electoral permanente. A finales de octubre pasado celebramos las elecciones legislativas, y apenas acabaron, ya algunos empezaban a pensar en 2007. No, mire, yo no puedo entrar en esa carrera, en el pa¨ªs hay muchas cosas que hacer y en las que pensar, adem¨¢s de las candidaturas".
A sus 63 a?os, Roberto Lavagna, el hombre que tom¨® las riendas de la econom¨ªa argentina en plena crisis de 2002, la peor en la historia del pa¨ªs, refleja mientras habla esa tranquilidad que pide a todos los pol¨ªticos argentinos. Fue ministro con dos presidentes peronistas, primero con Eduardo Duhalde y despu¨¦s con N¨¦stor Kirchner, hasta que se alej¨® del Gobierno en noviembre de 2005, despu¨¦s de las parlamentarias que confirmaron la popularidad del mandatario.
"Hubo un cambio de rumbo tras las ¨²ltimas parlamentarias, hay una injerencia del Estado en la econom¨ªa con la que no estoy de acuerdo"
"Mi proyecto no es de oposici¨®n al Gobierno, sino que busca aprovechar todo lo bueno que ya se ha hecho en pol¨ªtica social y econ¨®mica"
Es reacio a definirse como aspirante a la Casa Rosada, aunque tampoco lo niega. Simplemente, dice que "no es el momento de hablar de ello, que ahora lo que prefiere es debatir ideas y alternativas" a la actual gesti¨®n de Gobierno. En Argentina y fuera de ella, sin embargo, su candidatura comienza a sonar como algo m¨¢s que probable.
?D¨®nde empieza todo? "Particip¨¦ en dos seminarios acad¨¦micos y me hicieron una entrevista. A partir de all¨ª, de lo que dije en las tres oportunidades, los analistas comenzaron a hablar de que todo eso supon¨ªa una oxigenaci¨®n de la escena pol¨ªtica. Si con relativamente tan poco se produce esa reacci¨®n, es porque sin duda hay una demanda importante de los sectores sociales... Porque candidatos hay, varios, pero ninguno parece haber despertado el mismo inter¨¦s", relata Lavagna.
Para las presidenciales de 2007, en efecto, ya hay varios candidatos. El presidente N¨¦stor Kirchner a¨²n no ha dejado claro si aspirar¨¢ a la reelecci¨®n o si respaldar¨¢ a su esposa, la senadora Cristina Kirchner. Tambi¨¦n hay gente de la centro-derecha como Mauricio Macri, dirigente de Propuesta Republicana (PRO); de centro-izquierda, como Elisa Carri¨®, de la Afirmaci¨®n para una Rep¨²blica Igualitaria (ARI), y otros peronistas, como el ex mandatario Carlos Menem, que pretenden disputar la presidencia. Teniendo en cuenta que la alternativa hist¨®rica al peronismo, la Uni¨®n C¨ªvica Radical (UCR), est¨¢ desaparecida, ninguno de estos candidatos es rival de peso para los Kirchner, que a¨²n gozan de un amplio respaldo popular. Por eso en Argentina se especula mucho con posibles alianzas electorales, y a la cabeza de varias de ellas aparece Lavagna.
?Est¨¢ en sus planes ser la figura que aglutine a la dispersa oposici¨®n argentina, a los peronistas que no han tenido cabida en el Gobierno de Kirchner y a los radicales que no se han pasado al kirchnerismo, entre otros? "No quiero hacer ingenier¨ªa pol¨ªtica. Hay que respetar a los partidos que vienen de lejos y ajustarlos a las nuevas circunstancias. En mi proyecto hay sitio para radicales, peronistas e independientes y, sobre todo, para los j¨®venes". ?Y c¨®mo se llamar¨¢ esta alianza? "No es una alianza, es un proyecto de convergencia". ?De qu¨¦ color? "De centro y progresista. Creo que el grueso de la sociedad argentina es de centro, y le a?ado progresista, porque la palabra centro produce cierta anomia y se la puede hacer virar hacia la derecha o hacia el progresismo, y yo elijo esto ¨²ltimo".
"Ante todo", subraya Lavagna, "quiero que quede claro que este proyecto no es una oposici¨®n al Gobierno en t¨¦rminos de blanco y negro, sino un proyecto constructivo para aprovechar todo lo bueno que se ha hecho hasta ahora en pol¨ªtica social y econ¨®mica, logros que en buena parte intervinimos mi equipo y yo entre 2002 y 2005. Gracias a la s¨®lida situaci¨®n econ¨®mica que hoy tenemos, se nos presenta una gran oportunidad de reforzar las instituciones que tan golpeadas quedaron tras la crisis de 2002 y de avanzar en un mayor desarrollo e igualdad social".
?Dice esto porque cree que el Gobierno de Kirchner no va en esa direcci¨®n? "Creo que cuando se tiene una posici¨®n macroecon¨®mica excepcional, ¨¦sta se puede utilizar para entrar en una etapa de superaci¨®n o, precisamente porque se tiene margen, cometer ciertos errores. Desde 2002, siete millones de argentinos emergieron de la pobreza y de la indigencia, pero a¨²n hay mucho por hacer. ?sta es la etapa que viene, y yo creo que el Estado no tiene ni los recursos ni la capacidad administrativa para hacerle frente. (...) El Estado debe ocuparse de lo que yo llamo bienes p¨²blicos b¨¢sicos: educaci¨®n, salud, cuestiones sociales en general, seguridad e instituciones p¨²blicas. El Gobierno no est¨¢ para tomar participaciones en el mostrador de un aeropuerto, en la cola de un avi¨®n o para entregar una empresa de servicios esenciales como la de agua a los sindicatos", explica.
Lavagna se refiere a tres recientes medidas del Gobierno de Kirchner, la recuperaci¨®n de la gesti¨®n de los aeropuertos, el aumento de la participaci¨®n estatal en Aerol¨ªneas Argentinas y la salida de la empresa francesa Lyonnaise des Eaux de la gesti¨®n de Aguas Argentinas. "Probablemente hab¨ªa que poner fin a esa privatizaci¨®n, pero habr¨ªa que haberlo hecho de una forma distinta, tal vez privatizando la compa?¨ªa otra vez, con todos los controles y garant¨ªas para la calidad del servicio".
??stas son las diferencias con Kirchner que lo alejaron del Gobierno? "Evidentemente hubo un cambio de rumbo tras las elecciones de octubre pasado, hay una mayor injerencia del poder p¨²blico en la econom¨ªa con la que no estoy de acuerdo. Tampoco estoy de acuerdo con los poderes especiales que se ha atribuido el Ejecutivo para disponer del presupuesto nacional, ni el giro en la pol¨ªtica internacional, sobre todo desde el ingreso de Venezuela en Mercosur. Venezuela es bienvenida, pero no puede cambiarnos los objetivos. Ya en la primera reuni¨®n del bloque, el Gobierno de Ch¨¢vez propuso la creaci¨®n de un Ej¨¦rcito suramericano. Afortunadamente, los presidentes Lula [Brasil] y Tabar¨¦ V¨¢zquez [Uruguay] se distanciaron de esta iniciativa y me gustar¨ªa que Argentina hiciera lo mismo. El pa¨ªs no va a recuperar el protagonismo internacional si se queda pegado s¨®lo a proyectos como los de Ch¨¢vez".
Lavagna insiste en que lo peor que le puede suceder a Argentina es no aprovechar este momento de bonanza para avanzar en el desarrollo econ¨®mico y social. "No quiero hacer una oposici¨®n destructiva, sino una propuesta de superaci¨®n", explica. "La sociedad argentina es moderna y compleja, no puede funcionar con un exceso de concentraci¨®n de poder, necesita alternativas. Hace falta una presidencia fuerte, s¨ª, pero eso no se debe confundir con un pensamiento ¨²nico, donde cualquier opini¨®n distinta supone un acto de oposici¨®n negativa. Creo que Kirchner confunde fortaleza en el ejercicio del poder con aislacionismo, y eso no es bueno. Un alto funcionario kirchnerista me dijo una vez: 'Ac¨¢ se es esclavo o enemigo, y yo eleg¨ª ser esclavo'. Esta opci¨®n, sin duda, no es para m¨ª", concluye.
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