'Second Life' arrastra a cerca de 150.000 suscriptores
Lanzado en 2003, el juego Second Life, que a¨²na a casi 150.000 suscriptores, no posee otro reto que el de explorar el territorio para descubrir lo que los propios jugadores construyen gracias a las potentes herramientas de edici¨®n que Linden Lab, la empresa responsable del invento, pone a su disposici¨®n.
Son islas en el ciberespacio, parcelas de terreno, por las que se paga un mantenimiento de 10 d¨®lares y donde cada cual puede poner lo que le plazca o sea capaz de construir. "De los m¨¢s de dos millones de horas que se han jugado, 60.000 se han dedicado a crear cosas", explica Robin Harper, vicepresidente de Linden Lab.
Su compa?¨ªa vale ahora cuatro veces m¨¢s que en la pen¨²ltima ronda de financiaci¨®n de 2004. La faceta de permitir la creaci¨®n de contenido propio por parte de los aficionados significa una descentralizaci¨®n del proceso de desarrollo que aporta una innovaci¨®n constante y un ahorro considerable frente a los sistemas de producci¨®n internos tradicionales.
Para Jonathan Seeling, director de Globespan Capital, una de las compa?¨ªas de capital riesgo que dan soporte al proyecto, "precisamente la oportunidad que ofrece Second Life para concebir cosas nuevas dentro del juego es una de las caracter¨ªsticas m¨¢s irresistibles". Sin embargo esta libertad le ha costado varios disgustos a Philip Rosedale, director de Linden Lab.
Uno de los jugadores con el sobrenombre de BallerMoMo King, cuyo aspecto es el de un l¨ªder de banda callejera ataviado con pesados collares de oro y diamantes, siempre va rodeado de guardaespaldas, se dedicaba a contratar a j¨®venes talentos para que le programaran las armas m¨¢s destructivas del universo virtual. Este conocido g¨¢ngster imaginario consigui¨® tumbar a los servidores del juego lanzando simult¨¢neamente varias bombas que representaban tanto fuego y tanto humo que las m¨¢quinas no pudieron procesarlo.
Su cuenta fue borrada y se le prohibi¨® el acceso para siempre. Ahora, seg¨²n Catherine Smith, encargada de la p¨¢gina de Second Life, han creado una isla cubierta por una plantaci¨®n sin fin de ma¨ªz en la que s¨®lo hay un tractor y un televisor en blanco y negro que repite siempre la misma pel¨ªcula. Ah¨ª es a donde env¨ªan a los infractores de las reglas del mundo virtual. Nimrod Yaflee fue el primero en probar la medicina por realizar actos de ingenier¨ªa inversa para conseguir ganar puntos de forma fraudulenta.
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