Enmienda a la totalidad
Todo el mundo que conoce el funcionamiento de una democracia parlamentaria sabe que la enmienda a la totalidad es un brindis al sol. El o los partidos que est¨¢n en el Gobierno lo est¨¢n porque disponen de la mayor¨ªa parlamentaria y, en consecuencia, los partidos que est¨¢n en la oposici¨®n no podr¨¢n conseguir nunca que sea aprobada una enmienda a la totalidad de cualquier proyecto de ley. La enmienda a la totalidad tiene un valor simb¨®lico, del que se puede hacer uso ocasionalmente, cuando el texto del proyecto de ley que se debate se considera que es de tanta importancia para las se?as de identidad del partido que est¨¢ en la oposici¨®n que, a¨²n a sabiendas de que no va a prosperar, se presenta para dejar claro ante la ciudadan¨ªa cu¨¢l es la posici¨®n que se tiene en ese asunto. Es una forma de subrayar las se?as de identidad del partido que hace la enmienda.
Pero con enmiendas a la totalidad no se hace oposici¨®n. La oposici¨®n se hace con enmiendas parciales, a trav¨¦s de las cuales se intenta incorporar parte de la propia posici¨®n sobre el asunto de que se trate a la norma jur¨ªdica que ha de ser aprobada por el Parlamento. Un partido, tanto si est¨¢ en el Gobierno como si est¨¢ en la oposici¨®n, ha sido votado por un determinado n¨²mero de ciudadanos con la finalidad de ser representados por ellos en la direcci¨®n pol¨ªtica de la sociedad. Los ciudadanos esperan que sus representantes, tanto si est¨¢n en el Gobierno como si est¨¢n en la oposici¨®n, hagan lo posible para que traduzcan sus aspiraciones en actos pol¨ªticos y normas jur¨ªdicas vinculantes para todos. Obviamente, si el partido por el que han votado llega al Gobierno sus aspiraciones se ver¨¢n cumplidas en mayor medida que si el partido por el que han votado est¨¢ en la oposici¨®n. Pero en ambos casos los ciudadanos tienen el derecho a esperar que sus representantes saquen el m¨¢ximo partido al voto que ellos le han dado.
Un partido que est¨¢ en la oposici¨®n tiene que intentar influir en la acci¨®n de gobierno. Ese es no s¨®lo su derecho sino tambi¨¦n su obligaci¨®n. Ello presupone, ante todo, aceptar la legitimidad de la acci¨®n del Gobierno, por muy en desacuerdo que se est¨¦ con ella. ?nicamente a partir de esta premisa se puede hacer no ya oposici¨®n eficaz, sino oposici¨®n a secas, ya que ¨²nicamente a partir de esa premisa se est¨¢ aceptando el principio de legitimidad democr¨¢tica del poder, en el que descansa nuestro sistema pol¨ªtico-jur¨ªdico.
Quiero decir con ello que un estilo de oposici¨®n de enmienda a la totalidad no es solamente ineficaz, sino que es adem¨¢s profundamente antidemocr¨¢tico, ya que deja traslucir una no aceptaci¨®n de lo que han decidido los ciudadanos en las urnas. El no a todo sin matices supone no aceptar la decisi¨®n del cuerpo electoral, aunque formalmente se diga que se acepta. El programa de Gobierno que se est¨¢ poniendo en pr¨¢ctica es el que han querido los ciudadanos mayoritariamente. Desde los partidos que representan la minor¨ªa se pueden hacer objeciones y obligar al partido de la mayor¨ªa a justificar su decisi¨®n ante la opini¨®n p¨²blica. Pero lo que no se puede hacer es descalificar la acci¨®n de gobierno de manera absoluta y sin matices. Adem¨¢s de est¨¦ril, es antidemocr¨¢tico.
En ¨¦sas est¨¢ el PP en Andaluc¨ªa no desde que empez¨® esta legislatura, sino desde tiempo inmemorial. Todas sus intervenciones, tanto las que se hacen en el Parlamento como las que se hacen fuera, ya que sus m¨¢ximos dirigentes carecen de la condici¨®n de parlamentarios andaluces, son enmiendas a la totalidad. No hay ni una sola iniciativa gubernamental socialista a la que se conceda la presunci¨®n de legitimidad, sino que es descalificada en t¨¦rminos absolutos, sin examinarla pormenorizadamente con la finalidad de introducir en ella el punto de vista de los ciudadanos a los que representan.
As¨ª les va. Acaba un curso pol¨ªtico en el que esta manera de hacer oposici¨®n ha llegado al m¨¢ximo con ocasi¨®n de la reforma del estatuto de autonom¨ªa. Ya ha pasado la mitad de la legislatura y el tiempo vuela. ?No ha pensado nadie en el PP que en menos de dos a?os van a tener que presentarse ante los ciudadanos, que les va a pedir cuenta por el rendimiento que han sacado a los votos que les dieron?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.