Qu¨¦ bello es ser ex

Estos d¨ªas, la primera esposa de John Lennon (que sigue llevando el apellido de ¨¦l, a diferencia de Yoko Ono) ha concedido entrevistas a los peri¨®dicos. El motivo es que la Universidad de Almer¨ªa la ha invitado al curso Los Beatles: su m¨²sica y su tiempo. No creo que sea una experta en el tema, pero supongo que s¨ª es experta en su ex, porque est¨¢ a punto de publicar un libro sobre ¨¦l llamado John. En todo caso, me imagino que la invitaci¨®n de la universidad obedece al hecho de que en el a?o 1966, cuando era su se?ora, estuvieron unos d¨ªas en Almer¨ªa. Entre los recuerdos pintorescos que guarda de su estancia en el lugar, Cinthya ha contado que all¨ª se quisieron mucho, que hicieron el amor en un coche, y que -por decirlo con sus palabras- "pasamos uno de los momentos m¨¢s bonitos que vivimos como pareja".

A pesar de estas memorables revelaciones, todos los que la entrevistan la elogian por su discreci¨®n. Algunos periodistas la llaman "la esposa a la sombra" y otros dicen de ella que "despu¨¦s de la separaci¨®n, ha mantenido un discreto segundo plano". Es incre¨ªble. ?Por qu¨¦ raz¨®n tiene que ser remarcable el hecho de que se haya mantenido en un "discreto segundo plano"? Dejemos de lado que no es "la esposa a la sombra", sino "la ex esposa a la sombra" y que, en todo caso, la esposa a la sombra ser¨ªa Yoko Ono. Lo m¨¢s normal del mundo es que la pareja de un ser notorio (y a¨²n m¨¢s la ex pareja) est¨¦ a la sombra. Si no quieres estar a la sombra puedes ir a los programas de cotilleos, pero entonces no pretendas que te inviten a la universidad. No se puede tener todo. O eres sublime o eres aprovechado. Si eres sublime, no debes explicar d¨®nde hiciste el amor con John Lennon. Y, desde luego, si no quieres estar a la sombra, puedes escribir Imagine y montar un grupo que se llame The Beatleas. Y si no, ded¨ªcate a desarrollar tu personalidad y todas estas cosas, que ya est¨¢ muy bien. Pero ten en cuenta que ser la pareja de un artista no tiene ning¨²n m¨¦rito, excepto que algunas de sus obras de arte est¨¦n dedicadas a la consagraci¨®n de tu persona. Yo misma, si fuese un poco m¨¢s enigm¨¢tica e inaccesible, ser¨ªa la musa ideal.

Pero, por eso mismo, creo que el calificativo ex deber¨ªa estar sujeto a unas normas y a unos royalties, y sobre todo a unas comprobaciones rutinarias. No todo el mundo puede decir que tiene un ex. No hay nada m¨¢s penoso que esos seres que se?alan la pantalla de la televisi¨®n y te dicen, suspirando: "?se es mi ex..." y lo que quieren decir es que tuvieron unos toqueteos con alg¨²n ser notorio que un d¨ªa iba borracho y salido. Conozco a un muchacho que a cada telecofarra a la que asiste explica que su ex es un escritor maduro y promiscuo. La verdad es que el escritor maduro y promiscuo huy¨® de ¨¦l a los dos minutos, cuando descubri¨® que el muchacho en lugar de escribir "Opus Dei" escrib¨ªa "Opus Day".

Los artistas no s¨®lo tienen que soportar -aunque est¨¦n muertos- que aparezca un ex explicando que copularon y que fue muy bonito. Adem¨¢s de eso, tienen que soportar a los esposos, que deciden lo que se publica y lo que no y que, adem¨¢s, parece que tienen un m¨¦rito porque son su fuente de inspiraci¨®n. Sobre Joyce he le¨ªdo que "sin su esposa, Nora, no existir¨ªa el personaje de Molly Bloom, porque se inspir¨® en ella". Qu¨¦ quieren que les diga. Lo que es seguro es que Molly Bloom no existir¨ªa sin Joyce.

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