Bush y Blair apoyan una fuerza internacional

Con un lenguaje calcado y perfecta sinton¨ªa en sus argumentaciones, el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, apoyaron ayer la creaci¨®n de una fuerza multinacional que supervise un hipot¨¦tico alto el fuego en L¨ªbano. Sin embargo, no hubo detalles sobre la composici¨®n de la fuerza, en la que previsiblemente no participar¨¢n soldados estadounidenses ni brit¨¢nicos, ni calendario expreso para el fin de las hostilidades, aunque ambos l¨ªderes se comprometieron a impulsar una resoluci¨®n la semana pr¨®xima en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El presidente Bush anunci¨® tambi¨¦n el regreso hoy de su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a la zona del conflicto.

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, volver¨¢ hoy a la zona del conflicto

Bush reconoci¨® que el momento actual "es de conflicto intenso en Oriente Pr¨®ximo", del mismo modo que hace unos d¨ªas acept¨® que la situaci¨®n en Bagdad es "terrible". Aunque esas confesiones parecen imprimir realismo a su percepci¨®n sobre la situaci¨®n en esa zona del planeta, su intervenci¨®n junto a su socio pol¨ªtico, Tony Blair, estuvo marcada de nuevo por una visi¨®n global que elogia el supuesto progreso de la democracia en Irak y el "avance irreversible" de la libertad en los pa¨ªses del mundo ¨¢rabe. Bush y Blair acusaron a los movimientos radicales y a los grupos terroristas de bombardear los progresos en ese sentido. Quienes esperaban escuchar un leve distanciamiento de Blair con una demanda clara de alto el fuego asistieron en su lugar a un nuevo ejercicio de m¨ªmica pol¨ªtica.

Siria e Ir¨¢n son, seg¨²n ambos l¨ªderes, los principales instigadores de ese bloqueo al avance democr¨¢tico. "En L¨ªbano, Hezbol¨¢ y sus patrocinadores sirios e iran¨ªes quieren asesinar para frenar el avance de la paz y la democracia. No van a conseguirlo", dijo Bush junto a Tony Blair en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron tras el encuentro.

En la pr¨¢ctica, la reuni¨®n culmin¨® con un acuerdo nada concreto: la creaci¨®n de una fuerza multinacional. Dicha fuerza ha de ser desplegada "deprisa", dijo Bush, con un triple objetivo: "Ayudar a proporcionar ayuda humanitaria, facilitar el retorno de las personas desplazadas por el conflicto y apoyar al Gobierno liban¨¦s para que ejerza una soberan¨ªa plena sobre su territorio y sus fronteras".

El despliegue, sin embargo, deber¨¢ estar amparado en una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU que se mantiene lejos en el horizonte. Blair asegur¨® que ¨¦l y Bush quieren ver "una resoluci¨®n de la ONU presentada y aprobada lo antes posible. Eso permitir¨¢ el cese de las hostilidades. Si esa resoluci¨®n se acuerda y se cumple, podemos conseguir un fin para esta crisis". Aunque ambos parec¨ªan sugerir que ese acuerdo podr¨ªa llegar antes de que termine la semana pr¨®xima, los dos lo vincularon al cumplimiento de la resoluci¨®n 1559 de Naciones Unidas que estableci¨® en 2004 la obligaci¨®n del Gobierno liban¨¦s de desarmar a las milicias de Hezbol¨¢.

Uno y otro se negaron a enfrentarse a este conflicto de manera particular, sino como una batalla m¨¢s en una guerra mayor: "Nada funcionar¨¢ si al tiempo que resolvemos la crisis actual no ponemos en pr¨¢ctica medidas que impidan que esto ocurra otra vez", dijo Blair en una frase id¨¦ntica a la que hab¨ªa pronunciado Bush unos minutos antes. "No es importante lograr s¨®lo un cese de la violencia, sino emplear esta oportunidad para lograr una direcci¨®n estrat¨¦gica diferente para toda esa regi¨®n", dijo Bush.

Un periodista de la BBC pregunt¨® al presidente Bush si, en vez de ofrecer ayuda econ¨®mica a L¨ªbano para la reconstrucci¨®n de las casas destruidas, no ser¨ªa mejor pedir a Israel que dejara de destruirlas. Bush y Blair esquivaron la pregunta y en ning¨²n momento de su comparecencia juzgaron la actitud de Israel.

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, volver¨¢ hoy a la zona del conflicto. "Sus instrucciones", dijo Bush, "son trabajar con Israel y L¨ªbano para lograr una resoluci¨®n aceptable que pueda estar la semana pr¨®xima en el Consejo de Seguridad de la ONU".

La visita a Washington de Tony Blair marc¨® su tercer encuentro con George W. Bush en los dos ¨²ltimos meses. Una de esas reuniones, captada por un micr¨®fono abierto durante la cumbre del G 8 celebrada en San Petersburgo, proporcion¨® una mirada in¨¦dita a la relaci¨®n que mantienen ambos l¨ªderes, y dej¨® para muchos una imagen servil de Tony Blair. Acosado por quienes critican su entrega a Bush, el presidente estadounidense trat¨® de echarle una mano al asegurar que ambos se tratan de igual a igual: "T¨² me dices lo que piensas, me das tu punto de vista y me avisas cuando el micr¨®fono est¨¢ abierto", asegur¨®.

Seg¨²n una encuesta reciente, dos de cada tres brit¨¢nicos preferir¨ªan asistir a un distanciamiento entre su primer ministro y el presidente estadounidense.