Isaac
Sabiendo que eres un escritor gallego, a veces te preguntan: "?Y qu¨¦ me dices de Franco? ?No naci¨® en Galicia?". El otro d¨ªa, una interpelaci¨®n directa en un blog: "?No era gallego Franco? Ahora va a resultar que naci¨® en Berl¨ªn". No suelo responder a esa estupidez en forma de pregunta que establece una relaci¨®n determinista entre el car¨¢cter de una persona y su lugar de nacimiento. En Galicia naci¨® el fundador del socialismo espa?ol, Pablo Iglesias. Y el llamado ap¨®stol del anarquismo ib¨¦rico, Ricardo Mella. Uno de los rasgos de la personalidad psic¨®tica del tirano era su odio al galleguismo. Entre los represaliados, en la cacer¨ªa humana que sigui¨® al golpe fascista de 1936 figuraban 18 miembros destacados del Seminario de Estudios Gallegos, el centro m¨¢s importante de cultura que fue brutalmente expoliado. Tres de los primeros asesinados, por supuesto, con conocimiento de Franco, eran personas de talante pol¨ªtico muy moderado y convicciones cristianas. Fueron el pintor y escen¨®grafo Camilo D¨ªaz Bali?o, el editor coru?¨¦s y alcalde de Santiago ?nxel Casal y Alexandre B¨®veda. Pertenec¨ªan los tres al Partido Galeguista, y B¨®veda, funcionario de Hacienda y solista de la Coral de Pontevedra, era su secretario general. Entre las pertenencias que pudieron llegar a la familia figuraba un peque?o crucifijo. Despu¨¦s del asesinato de Camilo, su mujer enloqueci¨® y muri¨® a los pocos d¨ªas sin recuperar la conciencia. Un hijo adolescente, Isaac, salv¨® la vida disfrazado de ciego, pero sus ojos pudieron ver las cunetas sembradas de cad¨¢veres. Isaac es hoy, a los 86 a?os, acaso la persona m¨¢s querida de Galicia. Ha pasado su vida creando factor¨ªas culturales, espacios contra el vac¨ªo. Pintor y ceramista, uni¨® sus fuerzas a exiliados como Luis Seoane y alz¨® de las ruinas la gran industria de Sargadelos bas¨¢ndose en una energ¨ªa alternativa: la del calor espec¨ªfico de la humanidad. Hizo de esa cer¨¢mica, con su inconfundible azul cobalto, una ense?a universal. En su f¨¢brica encontraron cobijo artistas perseguidos de muchos pa¨ªses y, al final, fue la ¨²nica puerta que se abri¨® para Jos¨¦ Mart¨ªnez y la hist¨®rica editorial Ruedo Ib¨¦rico. Ahora, en una extra?a maniobra mercantil, han desalojado a Isaac y a su familia del espacio que cre¨® con sus manos. Galicia se ha quedado at¨®nita. Hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa el canibalismo tan de cerca.
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