Un colegio mayor de vanguardia

En la grada sur del antiguo campo del Espanyol, all¨ª donde las hinchadas m¨¢s radicales de los blanquiazules y los azulgrana protagonizaron hace m¨¢s de una d¨¦cada algunos de los enfrentamientos m¨¢s sonados de los derbies futbol¨ªsticos, ahora surge un edificio vanguardista, cuyas l¨ªneas se integran con acierto en el entorno residencial de la zona. Se trata del nuevo colegio mayor Sant Jordi de la Universidad de Barcelona, dise?ado por Josep Llu¨ªs Mateo, director del estudio MAP Arquitectes, que se inaugurar¨¢ oficialmente el pr¨®ximo septiembre, aunque ya ha abierto sus puertas para acoger a un grupo de alumnos extranjeros encargados de testar las nuevas instalaciones durante el verano, que, seg¨²n sus autores, "suponen una autentica revoluci¨®n constructiva".

El edificio, situado en la confluencia de la avenida de Sarri¨¤ de Barcelona con la calle de Can R¨¤bia, ocupa una superficie de m¨¢s de 8.000 metros cuadrados y se compone de dos bloques: uno m¨¢s bajo, trasl¨²cido y ligero, que acoge las zonas colectivas, y otro m¨¢s alto, de siete plantas, continuaci¨®n de las residencias colindantes, que acoge las zonas privadas.

"Este bloque se despliega como una cinta continua de modo que la cubierta se construye en uno de sus pliegues", se?ala Jordi Pag¨¦s, coautor del proyecto con Marta Cervell¨® y Anna Llimona. Los paneles de colores de la fachada, que contribuyen a caracterizarle como un centro destinado a los j¨®venes, son una contribuci¨®n de la artista alemana Silvia Horrig, quien ya ha colaborado con Josep Llu¨ªs Mateo en otras ocasiones.

Algunas soluciones resultan especialmente pr¨¢cticas e innovadoras, como la eficaz combinaci¨®n de espacios dom¨¦sticos y p¨²blicos; el tratamiento de la luz natural, que llega incluso a los espacios subterr¨¢neos; los peque?os huertos, donde los estudiantes pueden cultivar sus propias hortalizas, y las persianas-cortinas, idea de Pag¨¦s.

"La diferencia entre un colegio mayor y una residencia universitaria se basa en el concepto de vida participativa. Este edificio ofrece un conjunto de actividades colectivas, espacios comunes y servicios como comedor, biblioteca, aula magna, polideportivo y salas de estudio", explica Miquel Serra, director del colegio, que se inaugur¨® en 1953 y que anteriormente estaba situado en la calle del Mestre Nicolau.

"Cada una de las salas tiene un uso propio, pero al mismo tiempo es vers¨¢til y flexible y se puede dividir o emplear para objetivos distintos a los previstos originalmente. Adem¨¢s, alquilamos espacios para eventos, porque el colegio se autogestiona al 100% y no recibe ninguna financiaci¨®n por parte de la universidad", se?ala el director.

El edificio tiene capacidad para 230 personas (en cuartos individuales o dobles y peque?os apartamentos para profesores), aunque para este primer curso ha recibido ya unas 700 solicitudes. Todas las habitaciones son mixtas y disponen de ba?o, nevera y conexi¨®n a Internet de alta velocidad (adem¨¢s todos los espacio del colegio gozan de conexi¨®n inal¨¢mbrica wi-fi). El precio mensual del alojamiento es de 685 euros, incluidas las tres comidas, que tambi¨¦n se pueden consumir en el bar o cocinar personalmente con los alimentos proporcionados por el colegio.

"Han pasado poco m¨¢s de cuatro a?os desde que el proyecto gan¨® el concurso y la construcci¨®n se ha realizado en 20 meses", puntualiza Marta Cervell¨®. El coste total del proyecto asciende a m¨¢s de 8,5 millones de euros.