El comercio justo despega en Espa?a
11 cadenas comerciales ofrecen ya art¨ªculos que garantizan respeto a los derechos de los trabajadores
La solidaridad empieza a ser negocio. Cadenas comerciales espa?olas, 11 exactamente, venden art¨ªculos de comercio justo -es decir, los que aseguran que los trabajadores de pa¨ªses pobres que los han hecho no han sido explotados- en m¨¢s de 1.000 supermercados de toda Espa?a. El motivo: los compradores est¨¢n cada vez m¨¢s concienciados e interesados por el consumo solidario. La venta de estos art¨ªculos se ha duplicado en los ¨²ltimos cinco a?os en Espa?a, hasta alcanzar los 13,8 millones de euros. Una resoluci¨®n del Parlamento Europeo pide que se apoye oficialmente esta clase de comercio.
Los productos de comercio justo son los que aseguran que los productores de los pa¨ªses pobres que los han hecho han cobrado un salario digno, que se han cumplido sus derechos como trabajadores, que se ha fomentado el acceso de las mujeres al trabajo y se ha respetado el medio ambiente en su producci¨®n.
Estos art¨ªculos est¨¢n presentes en m¨¢s de 1.000 puntos de venta de los supermercados de toda Espa?a de Eroski, Alcampo, Carrefour y Champion. En Catalu?a se venden en Caprabo, Bonpreu, Sorli-Duscau, Condis y Consum; en el Pa¨ªs Vasco, en Ercoreka, y en Baleares, en Mercat, seg¨²n un informe de Interm¨®n Oxfam. ?sta es una de las ONG que forman parte de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) que, creada en 1996, re¨²ne a 35 asociaciones y tiendas especializadas. "Uno de cada cuatro espa?oles (el 25%) sabe lo que es el comercio justo, nuestro objetivo es que lo sepan cuatro de cada cinco", asegura Fernando Contreras, uno de los responsables de Interm¨®n Oxfam y vicepresidente de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo. Contreras considera fundamental la expansi¨®n de la venta de estos art¨ªculos por las grandes superficies, tanto para facilitar su elecci¨®n a los compradores como para crear "una red estable de distribuci¨®n".
El a?o pasado, se vendieron en el mundo productos de comercio justo por valor de 1.100 millones de euros, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Sello de Comercio Justo (Fairtrade Labelling Organisation International). Adem¨¢s, el Parlamento Europeo aprob¨® el mes pasado, por amplia mayor¨ªa, una resoluci¨®n que pide que los pa¨ªses "fomenten y promuevan" este tipo de comercio mediante el incremento del apoyo p¨²blico al sector. En Espa?a, las ventas de estos productos ascendieron en 2005 a 13,8 millones de euros, m¨¢s del doble que en 2000, seg¨²n datos de la ONG Setem.
Algunos organismos p¨²blicos empiezan a dar ejemplo, como el Senado, cuya cafeter¨ªa sirve caf¨¦ de comercio justo desde hace dos a?os. Las tiendas han pasado de 60 en 2000 a 95.
"Se trata de distribuir y acercar los productos a los lugares donde se venden", explica Fernando Contreras respecto a la pol¨ªtica de Interm¨®n-Oxfam de ofrecer su caf¨¦, cacao instant¨¢neo o tabletas de chocolate en grandes superficies. "Cada vez m¨¢s gente reclama estos productos en los supermercados", asegura, "y en algunos, nuestra marca de caf¨¦ es la cuarta en ventas". Contreras subraya que la diferencia de precio es peque?a: 1,45 euros el caf¨¦ convencional, frente a los 1,65 el de comercio justo. "Ahora vendemos el 70% en grandes superficies, y el 30% restante, en las tiendas", compara.
Bajan los precios
Una de las cr¨ªticas que se le hace a esta oferta es que suele ser m¨¢s cara, seg¨²n admite la CECJ, para que el productor cobre un sueldo digno, tenga unas condiciones de trabajo aceptables y reciba formaci¨®n. "El aumento de las ventas nos ha permitido bajar los precios en los ¨²ltimos a?os", asegura Javier Fern¨¢ndez, director de la importadora de comercio justo Copade. "Se trata de productos de muy alta calidad, artesanos, que comparados con los art¨ªculos que se venden como delicatessen son incluso m¨¢s baratos", asegura Carlos C¨¦spedes, coordinador de tiendas de la importadora Ideas. "Adem¨¢s, ayudan a mejorar la situaci¨®n de trabajadores de los pa¨ªses pobres, abocados a la miseria por el comercio tradicional", subraya.
Completamente en contra de la oferta en grandes superficies se declaran algunos peque?os distribuidores, como los responsables de La Ceiba, una tienda en el centro de Madrid montada por una cooperativa de 50 personas, "inversores al tiempo que consumidores", como explica una de sus encargadas. "Puede que vendan alg¨²n producto suelto, como acto de caridad, pero es algo aislado, independiente del movimiento social y de intento de cambio en el mercado internacional que representa el comercio justo", dice.
"?Qu¨¦ tipo de conocimiento sobre el Comercio Justo crear¨¢n las grandes superficies? Seguro que no hablar¨¢n de sus responsabilidades y las de sus proveedores en la ruina de millones de agricultores", explic¨® un comunicado de Sodepaz y otras organizaciones.
Una posici¨®n intermedia es la de Setem. "Para el productor es interesante que aumenten las ventas", dice M¨®nica G¨®mez, su responsable de Comercio Justo. "El modelo de las grandes superficies no es el ideal, pero en el mundo en que vivimos est¨¢n ah¨ª, hacen posible que muchos consumidores lleguen a conocer estos productos", contin¨²a, "aunque lo ideal es que se hicieran campa?as de sensibilizaci¨®n, no es suficiente ponerlos las estanter¨ªas". Desde Eroski, una de las cadenas que m¨¢s promueve el comercio justo, aseguran que todos los a?os desde hace cuatro dedican un mes a informar a los clientes con puestos y personal especializado. "M¨¢s que las ventas en s¨ª, lo que los supermercados pueden darnos es difusi¨®n", asegura Carlos C¨¦spedes desde Ideas, importadora que no vende en grandes superficies aunque sus responsables est¨¢n "abiertos" a tal posibilidad.
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