La letra con arte entra

?Existe una unidad esencial que integra al artista pl¨¢stico y al creador literario? Si nos guiamos por algunas de las exposiciones que coinciden en el verano balear, la respuesta tiende a ser afirmativa. Jaume Plensa copa buena parte de la atenci¨®n del p¨²blico, con sendas exposiciones en la Fundaci¨®n Pilar y Joan Mir¨® y en el Museo Es Baluard. Dos muestras de muy distinto cariz, pero perfectamente complementarias para quien se deje atrapar por los hilos, sutiles e interrogadores, con los que trenza su obra poli¨¦drica. La primera nos presenta al artista transformador de espacios arquitect¨®nicos; la segunda re¨²ne obra en peque?o formato, desde grabados y libros de artista hasta peque?as piezas escult¨®ricas conceptuales. Una coincidencia temporal azarosa, que permite una aconsejable visi¨®n conjunta.

La exposici¨®n de Es Baluard lleva por t¨ªtulo Jerusalem y est¨¢ basada en el erotismo b¨ªblico expresado en el Cantar de los Cantares del rey Salom¨®n. La forman un total de 18 gongs suspendidos de la b¨®veda del aljibe reconvertido, con sus mazas para que el visitante pueda extraer sonidos y reverberaciones que activen los adormecidos sentidos aplastados por la can¨ªcula feroz. En cada gong, Plensa ha dispuesto versos del poema salom¨®nico, un canto a la embriaguez de la vida amorosa. Pero... el idilio y la dicha tienen vida breve. En este verano de la en¨¦sima guerra en los territorios en los que brotaron estos versos, las oscuridades llegan en forma de 18 soles negros, las sombras de los gongs en el suelo, evocaci¨®n de la ant¨ªtesis del regocijo del amor.

En Plensa casi todo empieza

y acaba en una letra. Libros, frases, palabras y letras son universos dotados de sentidos (pl¨¢sticos, simb¨®licos, s¨ªgnicos...) que el artista ha explotado a conciencia. La muestra de la Fundaci¨®n Pilar y Joan Mir¨® permite degustar ese rastro paso a paso. La componen piezas que van de 1978 a 2006. De este a?o es el tr¨ªptico A, B, C..., elaborado en los mismos talleres de la fundaci¨®n y en cierto modo desarrollo de una suite previa de aguafuertes y litograf¨ªas titulada, precisamente, Cantar de los Cantares, la pieza que engarza esta muestra con la anterior. En la obra nueva tres caras deformadas con verticalidad manierista, representando otras tantas razas, se superponen al texto de la declaraci¨®n universal de los derechos humanos, cuyas letras sobresalen a modo de bajorrelieve. Mensaje expl¨ªcito en tiempos de f¨²nebres cayucos...

La palabra pintada es el reconocible t¨ªtulo de la muy literaria exposici¨®n que se exhibe en otro de los espacios de Es Baluard. Se trata de un esfuerzo considerable por traer a Mallorca la obra pl¨¢stica de escritores que tambi¨¦n se expresaron con la imagen. Est¨¢ aqu¨ª desde la fuerza volc¨¢nica de los paisajes de Strindberg hasta la zoolog¨ªa simb¨®lica de G¨¹nter Grass, la sutil aproximaci¨®n a la naturaleza de George Sand o las ruinas rom¨¢nticas de Victor Hugo. La muestra, en la que hay que dejarse llevar por la voluntad de dar con insospechados hallazgos, plantea al espectador un problema, que es a su vez dificultad y acicate: ?desde d¨®nde contemplar estas obras: desde la historia de la cultura o desde la historia del arte?, ?desde su condici¨®n de complemento y descanso del quehacer literario o desde la plenitud del objeto est¨¦tico? La respuesta no ser¨¢ la misma ante las banales tintas y acuarelas de Cela o de Herman Hesse que ante los dibujos de la tribu expresionista de Bruno Schulz.