El bosque de los cuentos
Este volumen es una recopilaci¨®n de cuentos populares ingleses realizada por Flora Annie Steel y publicada en 1918. No solamente los recogi¨® cuidadosamente, como tantos otros folcloristas a los que se debe la conservaci¨®n de estos relatos tradicionales, sino que los retoc¨® y ajust¨® a la lectura de su tiempo sin perder de vista su caracter¨ªstico estilo ni su sentido originario. El conjunto queda formado por una colecci¨®n de cuentos, la mayor¨ªa de ellos de corte fant¨¢stico, que resultar¨¢ tan entretenido como significativo para el lector espa?ol.
Lo significativo se refiere a ese fen¨®meno que conoce bien el aficionado a los cuentos populares, a saber: que casi todos ellos tienen un tronco com¨²n, por lo que, procedan de donde procedan, las recopilaciones acaban por reunir historias muy similares que var¨ªan sobre todos en los detalles, es decir, en el ajuste a las caracter¨ªsticas de cada naci¨®n o regi¨®n, pues se trata de cuentos de tradici¨®n oral que, como tales, han viajado por el mundo y corrido de boca en boca adapt¨¢ndose a cada circunstancia social all¨ª donde eran escuchados y reproducidos luego.
CUENTOS POPULARES INGLESES
Flora Annie Steel
Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis Moreno-Ruiz
Valdemar. Madrid, 2006
384 p¨¢ginas. 24 euros
As¨ª, el lector encontrar¨¢ nume
rosas variantes de tipos muy conocidos: los cuentos de animales que ayudan al amo, de ogros que recuerdan a los orcos, de valientes y astutos campeones, de hijos abandonados en el bosque, de objetos m¨¢gicos entregados por el donante a cambio de una buena acci¨®n, de odiosas madrastras... Toda una galer¨ªa de personajes que muy frecuentemente act¨²an de una manera brutal, despiadada incluso; relatos en los que se practica el asesinato, el canibalismo, el enga?o... lo cual no parece muy apropiado para el p¨²blico infantil, que es al que se supone que van destinados. Lo que sucede es que, en primer lugar, los cuentos populares no son necesariamente infantiles y, si lo son, se debe sobre todo a su valor simb¨®lico. Pero s¨ª que conviene leerlos con mentalidad infantil, o m¨¢gica si se prefiere, pues lo que a ojos realistas es una historia de extrema crueldad, para el ni?o es simplemente una sugestiva historia cuyo ¨²ltimo fin es ordenar los s¨ªmbolos del mundo. ?Qu¨¦ pensar de la encantadora hero¨ªna que no se acaba de encontrar a gusto como sirviente de la bruja porque ¨¦sta come habitualmente beb¨¦s?
La mayor¨ªa de estos cuentos contienen alguna ense?anza y, en ese sentido, puede decirse que son ejemplares. Por ejemplo, la muchacha que, por desobedecer una orden de su amado, condena a ¨¦ste a seguir sumido en un hechizo que le aparta de ella, deber¨¢ afrontar penosas pruebas y caminar con zapatos de hierro hasta desgastarlos -s¨ªmbolo de la perseverancia- para recuperar su amor. La valent¨ªa, la generosidad, el amor, la astucia... son valores que se defienden, as¨ª como las trampas del mal son presentadas como aviso para evitar sus consecuencias.
Esta recopilaci¨®n contiene re
latos comunes y otros que son espec¨ªficamente ingleses, como 'San Jorge de la feliz Inglaterra', 'Jack y las alubias m¨¢gicas' y 'Mr. Fox'; o en versiones muy inglesas, como la historia de Goldilocks y los tres osos, la de los tres cerditos, un par de versiones de Cenicienta de las cuales la titulada 'La andrajosa' es extraordinaria. Hay otra variante m¨¢s o menos lejana, pero muy interesante porque muestra el tema del padre que renuncia a mirar a su hija, en 'Pelagatos'; el tema se repite en una tercera versi¨®n de Cenicienta, 'Caporushes', y encontraremos -lo cual no es com¨²n en los cuentos espa?oles- el asunto del hijo que, por conveniencia, a la hora de partir de la casa prefiere m¨¢s comida para el viaje y las maldiciones de la madre que escasa comida y bendiciones. Tenemos un relato, 'Dick Whittington y su gato', que es una anticipaci¨®n dickensiana, y a un Pulgarcito convertido en 'Sir Thomas Pulgar', de inesperado final. Y hay historias jocosas, como 'La ratita Titty y el rat¨®n Tatty', que tiene un equivalente espa?ol en 'La mariposita' y que es un divertido y r¨ªtmico relato de acumulaci¨®n de efectos repetitivos. En este apartado hay que destacar la divertid¨ªsima y maravillosa carrera por media Inglaterra de 'La torta min¨²scula'. Y hay adaptaciones a la tradici¨®n m¨ªtica anglosajona como, por ejemplo, el relato del matador de gigantes que acaba convertido en caballero de la Mesa Redonda; e incluso hallaremos al mismo Merl¨ªn aconsejando a un valiente joven.
En su conjunto, queda la sensaci¨®n de que todos ellos, aun los de triste final, tienen un tono general un tanto pragm¨¢tico, m¨¢s templado que el los rusos o los espa?oles, como era de esperar. Y, al final de esta lectura tan recomendable, uno tiene la sensaci¨®n de que todas las historias se contaron ya una vez, qui¨¦n sabe en qu¨¦ edad de oro perdida en el tiempo, y desde entonces los venimos leyendo generaci¨®n tras generaci¨®n, us¨¢ndolos y repiti¨¦ndolos siempre con gusto y sin que parezcan sufrir desgaste alguno, como conviene al hecho de ser, adem¨¢s de ejemplares, esenciales.
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