"Vitoria ten¨ªa entonces m¨¢s personalidad, m¨¢s buqu¨¦"
La artista Juncal Ballest¨ªn (Vitoria, 1953) fue una de las primeras vitorianas que se visti¨® de neska, cuando las chicas comenzaban a integrarse en las fiestas de igual a igual. Sin embargo, el ambiente festivo lo hab¨ªa vivido de cerca desde que era ni?a, ya que naci¨® en la calle Manuel Iradier, junto a la vieja plaza de toros, cuando aquel mundo era en verdad ex¨®tico. El Artium exhiben en estos momentos una obra de esta creadora alavesa.
Pregunta. ?C¨®mo eran los colores de aquellas tardes de toros?
Respuesta. El rojo de los elementos taurinos era carm¨ªn de granza. Lo recuerdo con nitidez, porque nos resguard¨¢bamos de la lluvia debajo de los soportales de la plaza. Luego pas¨® a ser un tierra, m¨¢s seco e ins¨ªpido. Por eso, ahora tengo curiosidad por ver cu¨¢l va a ser la est¨¦tica definitiva del nuevo coso.
P. El programa de este a?o incluye m¨¢s de 300 actos. Antes, la fiesta se reduc¨ªa a los toros.
R. Y al circo, que era lo verdaderamente ex¨®tico, Pinito del Oro ejecutando su arte sin red mientras su marido esperaba debajo por si se ca¨ªa. Pero el ambiente estaba alrededor de la plaza de toros, con los mayorales llamando por el nombre a cada toro y los ni?os revoleteando alrededor. Por all¨ª estaban tambi¨¦n los maletillas, que se pasaban 15 d¨ªas durmiendo a la intemperie por conseguir una oportunidad.
P. ?Qu¨¦ queda de aquel ambiente?
R. Nada. Vitoria cuenta con los inconvenientes de una gran ciudad y las desventajas de un pueblo. Entonces, Vitoria ten¨ªa m¨¢s personalidad, m¨¢s buqu¨¦, y, en cuanto a fiestas, eran las mejores de las capitales vascas, con diferencia: nosotros le prest¨¢bamos a Bilbao el Gargant¨²a. Los gigantes de antes eran de verdad; ahora han menguado. El primer Celed¨®n era mil veces m¨¢s atractivo que los posteriores, con la est¨¦tica del personaje m¨ªtico; ahora, tienen cara y manos hiperrealistas y cuerpo mu?equil.
P. ?Qu¨¦ debe hacer Vitoria para recuperar su personalidad?
R. Por ejemplo, y ya que hemos hablado de la plaza de toros, apostar por proyectos arquitect¨®nicos arriesgados, como el que propon¨ªa Jean Nouvel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.