Una amiga perdida

Tengo 17 a?os y siempre he estado en contra de cualquier enfrentamiento que supusiera poner en peligro la vida y dignidad de las personas. El martes he le¨ªdo horrorizada c¨®mo una joven de 14 a?os fue brutalmente violada y asesinada por varios soldados estadounidenses en Irak. Es entonces cuando me doy cuenta de que soy una privilegiada, que mientras me preparo para un futuro acceso a la universidad hay ni?as que viven presas en un futuro incierto, torturadas a diario por seres repugnantes que deciden entre trago y trago cu¨¢l ha de ser su destino. ?Es ¨¦ste el avance de la civilizaci¨®n tan aclamado por las autoridades de los pa¨ªses del primer mundo? Escoger de forma impune qu¨¦ civiles de un pa¨ªs asaltado van a vivir o morir no me parece el mejor ejemplo de ello.

Me siento como si una amiga se hubiese muerto: bien es cierto que yo no la conoc¨ªa, pero tan s¨®lo era una chica joven que no tuvo la oportunidad de nacer en un sitio libre de conflictos. Espero que a ciertos personajes pol¨ªticos conocidos por todos se les caiga la cara de verg¨¹enza por haberse atrevido a apoyar esta invasi¨®n de terribles consecuencias, que de todas formas muchos de nosotros ya preve¨ªamos. Y que se hagan esta pregunta: ?Es as¨ª como se libera un pueblo.