Defensa quiere que los militares que luchen contra el fuego sean "agentes de la autoridad"
La Unidad Militar de Emergencias (UME) empezar¨¢ a combatir los incendios el pr¨®ximo verano
El Gobierno ha movilizado a 1.600 militares para frenar los incendios forestales que calcinan Galicia desde el 4 de agosto. Pero, para decepci¨®n de los vecinos, los soldados no se enfrentan a las llamas. Se limitan a tareas de apoyo, como abrir cortafuegos o patrullar los bosques. Apagar las llamas queda para las brigadas forestales y bomberos, que en su mayor¨ªa dependen de comunidades aut¨®nomas o ayuntamientos. "No se puede mandar a la gente a luchar contra el fuego sin formaci¨®n especializada, por mucho valor y buena voluntad que tengan", se justifica un mando militar.
Lo cierto es que el Estado -m¨¢s all¨¢ de los hidroaviones apagafuegos o botijos, que opera el Grupo 43 del Ej¨¦rcito del Aire- carece de un instrumento potente para luchar contra esta plaga. Tras la tragedia de Guadalajara, que se cobr¨® la vida de 11 agentes forestales, el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero encarg¨® al entonces ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, que cubriera este vac¨ªo. El resultado fue la Unidad Militar de Emergencias (UME), creada por un acuerdo de Consejo de Ministros de 7 de octubre de 2005, aunque no estar¨¢ operativa, al 50% de su plantilla, hasta el pr¨®ximo verano.
Con 4.310 militares y un presupuesto de 735 millones de euros en tres a?os, a los que hay que sumar otros 900 para comprar diez hidroaviones y 19 helic¨®pteros, la UME es el mayor esfuerzo realizado nunca en Espa?a para crear un cuerpo de protecci¨®n civil. La paradoja es que este cuerpo tendr¨¢ car¨¢cter militar, a pesar de que la ley de Protecci¨®n Civil de 1985 atribuye a las Fuerzas Armadas un papel subsidiario y de que a¨²n se sigue polemizando sobre la naturaleza militar de la Guardia Civil.
Reacci¨®n r¨¢pida
"?Por qu¨¦ una unidad militar?", se pregunta el informe del Ministerio de Defensa que sirvi¨® de base a la creaci¨®n de la UME. "Porque las Fuerzas Armadas tienen una especial capacidad de disponibilidad y reacci¨®n r¨¢pida, de concentrar medios en poco tiempo, transporte masivo, infundir confianza a la poblaci¨®n civil, afrontar situaciones de riesgo, oponerse a acciones hostiles, generar disuasi¨®n al poder actuar armada, permanecer sobre el terreno por tiempo indefinido y emplear todos los medios disponibles de las propias Fuerzas Armadas, incluido su armamento pesado", concluye el informe.
Hay cosas, sin embargo, que los militares no pueden hacer: obligar a los civiles a identificarse, impedirles el paso en un lugar p¨²blico, ordenarles evacuar su casa o requisar temporalmente sus bienes. Todas estas acciones, necesarias en caso de emergencia, est¨¢n reservadas a aquellos funcionarios que tienen el rango de "agentes de la autoridad". Por eso, el Ministerio de Defensa quiere que el futuro decreto que regule el funcionamiento de la UME otorgue a sus miembros tal condici¨®n.
Aunque su origen est¨¢ en los incendios forestales, la UME deber¨¢ estar preparada para enfrentarse a grandes nevadas, inundaciones, terremotos, accidentes qu¨ªmicos y nucleares o cualquier otra misi¨®n que les encomiende el presidente del Gobierno.
Los primeros 224 componentes de la UME finalizaron el 21 de julio un curso de cinco de semanas en la localidad de San Clemente de Sasebas (Gerona). Tras el verano, habr¨¢ nuevas convocatorias, dirigidas a militares en activo, de forma que al acabar este a?o se disponga del 25% de la plantilla y el verano pr¨®ximo se cuente ya con una compa?¨ªa en cada una de las bases de despliegue para apoyar la campa?a contra incendios. En mayo de 2008 debe alcanzarse la plena operatividad, pero el n¨²cleo del cuartel general se instalar¨¢ en la base de Torrej¨®n en septiembre u octubre de este a?o.
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