Distintos patrones para la misma norma

Ignacio G¨®mez-Pando, propietario de diez establecimientos del grupo San Eloy en Sevilla, ha optado por una decisi¨®n salom¨®nica para adaptarse a la ley antitabaco. "En los locales que tengan m¨¢s de 100 metros no se fuma y en los que tengan menos, se permitir¨¢ fumar", sentenci¨® ayer el empresario quien considera que levantar una "separaci¨®n f¨ªsica" como dice el reglamento aprobado en el Consejo de Gobierno del 25 de julio es una "aberraci¨®n est¨¦tica para el local".

G¨®mez-Pando, que dirige diez cafeter¨ªas y restaurantes dentro del grupo San Eloy, considera que la prohibici¨®n no afectar¨¢ a sus negocios. "No vamos a hacer obras en los locales de m¨¢s de 100 metros porque esto es algo transitorio, hasta que la ley prohiba totalmente fumar en los lugares p¨²blicos", a?ade G¨®mez Pando.

Otros hosteleros, como Antonio Palomino, propietario de La Alicantina y El Horno del Duque, tienen problemas para ajustarse a la normativa. "El reglamento de la Junta se aprob¨® a finales de julio y no se public¨® en el BOJA hasta agosto; as¨ª que dif¨ªcilmente podemos tener la separaci¨®n lista para el primero de septiembre. No hicimos la reforma antes porque la ley estatal daba competencias a las comunidades y no sab¨ªamos si con otros medios, como una cortina de aire y los extractores, ser¨ªa suficiente para la separaci¨®n de los espacios de fumadores y no fumadores", comenta Palomino. El empresario, que destinar¨¢ el sal¨®n de arriba de El Horno del Duque a los fumadores, asegura que en un mes no hay tiempo para hacer un proyecto, obtener permisos, pedir presupuestos y ejecutar la obra.

El presidente de la Asociaci¨®n de Empresarios de la Hosteler¨ªa de Sevilla, Juan Robles, apoya la petici¨®n de una moratoria de seis meses. "Desde enero ha habido tiempo, pero como hab¨ªa ciertos puntos que no estaban claros, algunos han estado esperando hasta el ¨²ltimo momento y, una vez que ha llegado el verano, el tema de las obras se complica", asegura Robles, quien en sus restaurantes ya ha separado las zonas desde primeros de a?o.

Ana Serre y Andrea Galindo, propietarias del restaurante El Jueves, con 250 metros cuadrados, ya optaron por la separaci¨®n en una reforma que hicieron en marzo del pasado a?o para crear un espacio de 50 metros cuadrados para los que no quieren comer sin humos. "Funcionamos as¨ª desde primeros de a?o y no nos ha afectado en la afluencia de clientes. Nadie se va cuando no hay sitio en el sal¨®n de fumadores", aclara Ana Serre.

La mayor¨ªa de los locales de copas optar¨¢n por los fumadores. S¨®lo unos pocos, como el Kafka Alameda que Argimiro Delgado est¨¢ reformando para abrirlo el 1 de septiembre tendr¨¢ 60 metros cuadrados para los fumadores y otros 190 para los que prefieren vivir sin humos.

"No sabemos c¨®mo va a funcionar, si el p¨²blico se acostumbrar¨¢ porque. Hasta ahora la ley nos afecta negativamente porque salir de copas est¨¢ muy unido al tabaco", a?ade Delgado.