Habitaciones espaciales hinchables
El proyecto de un multimillonario de EE UU es el primer paso para abrir un hotel
Un prototipo a escala un tercio de un m¨®dulo hinchable para vivir y trabajar en el espacio est¨¢ dando vueltas a la Tierra a unos 550 kil¨®metros de altura. Cuando fue lanzado, el pasado 12 de julio, a bordo de un misil ruso reconvertido, desde una base siberiana, med¨ªa 4,5 metros de largo por 2,4 metros de ancho. Ahora mide el doble de ancho y tiene la forma alargada de una sand¨ªa, gracias a una estructura interna desplegable; est¨¢ relleno de nitr¨®geno y lleva dentro algunos experimentos (uno con insectos) y juegos espaciales, adem¨¢s de recuerdos personales. Es el primer lanzamiento de la empresa Bigelow Aerospace, fundada y financiada por el millonario estadounidense Robert Bigelow, propietario de una cadena hotelera.
El experimento ha ido muy bien, ha explicado la empresa, con base en Las Vegas; adem¨¢s de hincharse el m¨®dulo, llamado Genesis 1, se desplegaron sin problemas las antenas y los paneles solares y la transmisi¨®n de datos es fluida. Se piensa ya en lanzar el Genesis 2 este mismo a?o.
En el futuro se utilizar¨¢ una mezcla de ox¨ªgeno y nitr¨®geno como gas de relleno. El objetivo es probar la viabilidad de esta tecnolog¨ªa hasta llegar a la construcci¨®n de una estructura modular en la cual cada espacio, una vez hinchado, ocupar¨ªa 330 metros c¨²bicos, casi tres veces lo que un modulo de la actual Estaci¨®n Espacial Internacional. Los m¨®dulos prototipo estar¨¢n varios a?os en ¨®rbita con lo que se podr¨¢ comprobar si se mantiene adecuadamente la presi¨®n interna y si el material (de varias capas, con Kevlar y Vectran) resiste el ataque de los micrometeoritos y la basura espacial y el deterioro causado por la radiaci¨®n.
Las estructuras hinchables son una idea antigua en el sector espacial. Bigelow se decidi¨® a comprar patentes a la NASA de su sistema Transhab, desarrollado con vistas a la Luna y Marte, y recibe la colaboraci¨®n de t¨¦cnicos de la agencia espacial estadounidense, pero todo el desarrollo se ha hecho en su empresa. El proyecto ha costado hasta ahora 75 millones de d¨®lares, seg¨²n el millonario, que est¨¢ dispuesto a gastarse 500 millones para ver hecho su sue?o realidad en 2015.
Se trata, fundamentalmente, de abaratar el acceso al espacio para aplicaciones comerciales. "Un sistema libre llamado capitalismo funciona muy bien en la Tierra y no existe nada en la microgravedad que cambie esto", en palabras de Bigelow, que en su p¨¢gina web se?ala adem¨¢s: "Bigelow Aerospace no es una empresa hotelera. Queremos crear estructuras para que otras personas las utilicen como hoteles, laboratorios, yates de empresa, escuelas, cl¨ªnicas o lugares de esparcimiento" y a?ade: "Es posible que el uso principal de las instalaciones espaciales est¨¦ todav¨ªa por descubrir". Las estaciones espaciales creadas podr¨ªan estar en r¨¦gimen de alquiler o propiedad compartida.
Tras el ¨¦xito inicial del Genesis 1, Bigelow ha dicho que cree que se acortar¨¢n los plazos, a pesar de que tienen planteados problemas muy dif¨ªciles de resolver. El primero es c¨®mo llegar a y atracar en una estructura, as¨ª pero hay muchos m¨¢s. Para estimular al sector espacial a que busque soluciones, ha creado un premio, dotado con 50 millones de d¨®lares.(39, de euros).
Con el objeto de obtener fondos, la empresa est¨¢ ofreciendo sus m¨®dulos hinchables experimentales para todo tipo de pruebas. Adem¨¢s, para la pr¨®xima misi¨®n, ofrece llevar objetos de particulares al espacio y mostrarlos flotando, con la promesa de devolver el dinero que cuesta este servicio si surgen problemas (www.bigelowaerospace.com/fly_stuff/).
El nivel tecnol¨®gico de la empresa es muy elevado, seg¨²n se deduce de las opiniones de sus competidores y de expertos espaciales, recogidas por el portal Space.com. Burt Rutan, ganador del premio X Ansari por su avi¨®n espacial, opina: "Estos pioneros son los que nos pueden sacar de tres d¨¦cadas de estancamiento para abrir la frontera espacial a la gente". Scott Hubbard, ex director del programa de Marte en la NASA, recuerda que para crear un mercado hace falta acceso barato al espacio, que exista demanda y una plataforma en ¨®rbita baja, y a?ade que cree que Bigelow ha dado "un paso de gigante" para demostrar la viabilidad. Y Jerry Grey, del Instituto Americano de Aeron¨¢utica y Astron¨¢utica, le da una buena calificaci¨®n "a la vista de los escasos ¨¦xitos de la iniciativa privada en el espacio si se comparan con el sector de la inform¨¢tica, por ejemplo".
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