Joaqu¨ªn Sabina: "?Eres consciente del insoportable brillo de tu ausencia?"
Jos¨¦ Tom¨¢s: "Las ausencias que m¨¢s duelen no son las elegidas"
Joaqu¨ªn. Mi intenci¨®n es hablar de este hombre al que yo venero, y hacerlo en un peri¨®dico de gran difusi¨®n en el que no todos sus lectores son taurinos. Querido Tom¨¢s, ?eres consciente del insoportable brillo de tu ausencia? Hay gente que desprecia lo taurino, pero nadie ignora que hubo un tipo llamado Jos¨¦ Tom¨¢s que brilla ahora por su ausencia. ?Eres consciente de eso? ?C¨®mo lo llevas?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Soy consciente. Pero las ausencias que m¨¢s duelen no son las elegidas, como la m¨ªa.
Joaqu¨ªn. ?T¨² decidiste conscientemente irte?
Jos¨¦ Tom¨¢s. S¨ª, por eso duele menos. Este mes de mayo ¨²ltimo ha sido duro; perd¨ª a un amigo. Esa ausencia s¨ª que la siento, y mucho.
Joaqu¨ªn. Y ni siquiera brilla, s¨®lo duele.
Jos¨¦ Tom¨¢s. La m¨ªa es una ausencia elegida, se puede restaurar.
Joaqu¨ªn. ?Quieres decir que volver¨¢s?
Jos¨¦ Tom¨¢s. No, no lo quiero decir. Pero s¨ª que lo podr¨ªa hacer. En cualquier momento. La ausencia que m¨¢s duele es la que no se elige y la que no se puede volver a sustituir.
Joaqu¨ªn. Corren muchas leyendas sobre ti. Por ejemplo, dejas de torear y te dejas barba, porque un torero con barba no puede ser. De hecho, yo ayer me afeit¨¦ la barba para que estuvi¨¦ramos un torero con barba y un cantante sin barba, y me ha salido fatal. Corre la leyenda de que te hiciste hippy, y que te fuiste a Estepona, a jugar al f¨²tbol en un equipo de Tercera Divisi¨®n.
Jos¨¦ Tom¨¢s. Hay leyendas que son ciertas y otras que son leyendas. En mi caso, la barba me la dejaba en los inviernos.
Joaqu¨ªn. Pero no has tenido los huevos de hacer el pase¨ªllo con barba. La liturgia es la liturgia.
Jos¨¦ Tom¨¢s. Eso no es cuesti¨®n de huevos; la barba me la he dejado en invierno, y he toreado con barba, en el campo. Y lo del f¨²tbol es cierto, he jugado en un equipo de Estepona. El Macarena. Por un bar en el que voy a tomarme una cervecita de vez en cuando, tranquilamente, con mis amigos.
Joaqu¨ªn. Tu abuelo y el f¨²tbol. Cu¨¦ntame la historia.
Jos¨¦ Tomas. Mi abuelo es muy importante en mi vida. Todos los d¨ªas me llevaba a Las Ventas, cuando era un cr¨ªo de diez u once a?os. A San Isidro. He visto muchas faenas. Me gustaba el f¨²tbol, del Atleti de toda la vida. Y ¨¦l quer¨ªa que fuese torero.
Joaqu¨ªn. Te destrozaba los balones si te ve¨ªa jugar al f¨²tbol. Para que fueras torero.
Jos¨¦ Tom¨¢s. Puso la fe y la ilusi¨®n para que su nieto fuera torero. Fue realidad su sue?o.
Joaqu¨ªn. Te pon¨ªas donde nadie se pon¨ªa. Y te fuiste. Hay gente que dice que no se torea igual comi¨¦ndose los mocos que con mucho dinero.
Jos¨¦ Tom¨¢s. En mi caso no tiene que ver con el dinero. Nunca se puede poner uno delante de un toro por dinero. Porque no hay nada que pueda pagar la vida de un ser humano.
Joaqu¨ªn. ?Qu¨¦ le dir¨ªas a la sociedad protectora de animales, a los canarios [que no autorizan los toros], a Esquerra Republicana..., a los que dicen que es espect¨¢culo b¨¢rbaro?
Jos¨¦ Tom¨¢s. No comprendo que se recurra al insulto para defender lo que ellos defienden.
Joaqu¨ªn. ?C¨®mo defiendes la muerte del animal?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Poner un animal a la altura o por encima de una persona como ser humano no lo puedo comprender.
Joaqu¨ªn. ?Un buen argumento?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Tampoco soy la persona m¨¢s indicada. Pero uno bueno es que me fueran a ver a torear en Barcelona.
Joaqu¨ªn. ?Ol¨¦! "Iros a ver a Jos¨¦ Tom¨¢s y dejaros de mariconadas".
Jos¨¦ Tom¨¢s. A Barcelona.
Joaqu¨ªn. Donde yo te vi. ?Qu¨¦ hay en ese terreno? Nadie sabe muy bien c¨®mo eres, nadie te conoce. No has pisado mierda, no concedes entrevistas.
Jos¨¦ Tom¨¢s. Sabes qu¨¦ hay en eso.
Joaqu¨ªn. ?Qu¨¦ hay?
Jos¨¦ Tom¨¢s.
De pur¨ªsima y oro... Yo creo que uno deber¨ªa vestirse, no ya en el toreo, sino en la vida, de pur¨ªsima y oro...
Joaqu¨ªn.
De pur¨ªsima y oro es una canci¨®n que hice pensando en ti, para Manolete. Una historia preciosa. El 28 de agosto, el mismo d¨ªa que mat¨® un toro a Manolete en Linares, ten¨ªas que torear, y te pusiste de pur¨ªsima y oro, como la canci¨®n... Tienes en un altar a Manolete...
Jos¨¦ Tom¨¢s. Es un ejemplo. Me fascina el misterio, la naturalidad, la hombr¨ªa con la que afront¨® lo que ten¨ªa que afrontar.
Joaqu¨ªn. Dejaste ir toros vivos. ?Qu¨¦ pasa cuando uno dice "a este toro no lo mato"?
Jos¨¦ Tom¨¢s. No s¨¦. Me pas¨® primero en M¨¦xico. Fatal, al principio eso se vive fatal. Es como el deber no cumplido.
Joaqu¨ªn. Antes los toreros llevaban casetes de Concha Piquer. Tu generaci¨®n empieza a escuchar otras cosas.
Jos¨¦ Tom¨¢s. La primera vez que te escuch¨¦ fue en M¨¦xico. Un ganadero mexicano te escuchaba constantemente. Y nos dieron las diez. La siguiente canci¨®n que me cautiv¨® fue Sin embargo. Esa m¨²sica me ha ayudado terriblemente. Tu m¨²sica ha sido como la oraci¨®n a la que encomendarme.
Joaqu¨ªn. No me digas eso.
Jos¨¦ Tom¨¢s. Me ha pasado estar en el burladero, con el capote, esperando, y pas¨¢rseme por la cabeza canciones tuyas.
?
Joaqu¨ªn. ?Calla, calla!
Jos¨¦ Tom¨¢s. Eso me ha ayudado mucho a soportar el miedo.
Joaqu¨ªn. El maestro Espl¨¢ dice que eres el ¨²ltimo torero que ha visto que no tiene miedo.
Jos¨¦ Tom¨¢s. Tengo miedo. Soy un ser humano y he pasado mucho miedo.
Joaqu¨ªn. ?C¨®mo llevas que se diga "Vuelve, Jos¨¦ Tom¨¢s, haces falta"?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Me reconforta. Pero no me empuja. Lo que me presiona soy yo mismo. ?ltimamente, sobre todo siento que algo de mi esp¨ªritu pasa hambre.Esa hambre la tengo que alimentar ahora. Necesito ahora torear de sal¨®n todos los d¨ªas.
Joaqu¨ªn. ?Lees?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Pues s¨ª que leo. ?ltimamente he le¨ªdo la historia de Ava Gardner, de Marcos Ord¨®?ez; se titula Beberse la vida. Mucha, mucha historia del toreo.
Joaqu¨ªn. ?Y lees poes¨ªa?
Jos¨¦ Tom¨¢s. La tuya.
Joaqu¨ªn. ?Qu¨¦ es el miedo? ?C¨®mo es esa siesta espantosa que ech¨¢is antes de la corrida?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Es espantosa, s¨ª. Siesta no suelo dormir; los d¨ªas de corrida salgo a pasear, y me tumbo luego en la cama. Pero no duermo.
Joaqu¨ªn. ?Te gusta que la gente vaya a verte vestirte?
Jos¨¦ Tom¨¢s. No. Nadie.
Joaqu¨ªn. Jos¨¦, ?cu¨¢ndo dices "no s¨®lo voy a ser torero, sino que voy a ser Dios"?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Poco a poco. En M¨¦xico fue cuando dije que iba a dedicar mi vida a eso...
Joaqu¨ªn. ?Volver¨¢s? ?Y te pondr¨¢s en el sitio donde te pon¨ªas?
Jos¨¦ Tom¨¢s. Si no pensara que me iba a poner en el mismo sitio nunca volver¨ªa. Si vuelvo alg¨²n d¨ªa es porque me voy a poner en el mismo sitio y voy a tratar de torear mejor que lo que hac¨ªa. Y ahora te pregunto yo: ?qu¨¦ piensas que puede ser la muerte?
Joaqu¨ªn. Pasemos a la siguiente pregunta... Me aterroriza, no tanto la muerte, sino el deterioro f¨ªsico... Cuando me dio el marichalazo..., no dol¨ªa, pero al tercer d¨ªa quise ir a mear y entonces me tuvieron que bajar los calzoncillos, y eso a Luis Aragon¨¦s y a los de mi pueblo nos humilla much¨ªsimo. Y yo dije: as¨ª no quiero vivir. Hasta ah¨ª, no.
Jos¨¦ Tom¨¢s. Ol¨¦.

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