Ensayo general para Ir¨¢n
La Casa Blanca tuvo una estrecha relaci¨®n con la planificaci¨®n de la ofensiva israel¨ª de L¨ªbano
En los d¨ªas posteriores a que Hezbol¨¢ cruzara la frontera entre L¨ªbano e Israel, el 12 de julio, para secuestrar a dos soldados, un acto que desencaden¨® un ataque a¨¦reo de Israel contra L¨ªbano y toda una guerra, el Gobierno de George W. Bush tuvo un comportamiento extra?amente pasivo. "Es un momento de claridad", se?al¨® el presidente en la cumbre del G-8 en San Petersburgo, el 16 de julio. "Ahora est¨¢ claro por qu¨¦ no tenemos paz en Oriente Pr¨®ximo". A¨¢di¨® que la relaci¨®n entre Hezbol¨¢ y sus patrocinadores de Ir¨¢n y Siria era una de las "causas fundamentales de inestabilidad" y que, por consiguiente, eran dichos pa¨ªses los que deb¨ªan poner fin a la crisis. Dos d¨ªas m¨¢s tarde, pese a los llamamientos de varios Gobiernos a que Estados Unidos se hiciera cargo de las negociaciones para interrumpir los combates, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, declar¨® que era preciso aplazar un alto el fuego hasta que "las condiciones fueran propicias".
Israel hab¨ªa dise?ado un plan para atacar a Hezbol¨¢ bastante antes de la captura de dos de sus soldados, y lo comparti¨® con EE UU. En la Casa Blanca se cre¨ªa que terminar¨ªa ejecut¨¢ndose
"No es que Israel tendiese una trampa a Hezbol¨¢", explica un experto, "pero en la Casa Blanca hab¨ªa la sensaci¨®n de que los israel¨ªes iban a actuar"
Un asesor del Pent¨¢gono explica que Bush lleva tiempo tratando de encontrar un motivo para lanzar un ataque preventivo contra Hezbol¨¢
Un ex funcionario de los servicios de inteligencia asegura que el plan israel¨ª era exactamente igual a los planes de Estados Unidos respecto a Ir¨¢n
Sin embargo, la Administraci¨®n de Bush tuvo una relaci¨®n muy estrecha con la planificaci¨®n de las represalias israel¨ªes. El presidente Bush y el vicepresidente Dick Cheney estaban convencidos, seg¨²n me han contado diplom¨¢ticos y miembros de los servicios de inteligencia en activo y retirados, de que una campa?a de bombardeos de las fuerzas a¨¦reas israel¨ªes contra los complejos fortificados de misiles subterr¨¢neos y de mando y control que posee Hezbol¨¢ en L¨ªbano pod¨ªa aliviar las preocupaciones israel¨ªes sobre la seguridad y servir de preludio a un posible ataque preventivo de Estados Unidos para destruir las instalaciones nucleares de Ir¨¢n, algunas de las cuales tambi¨¦n est¨¢n enterradas a gran profundidad.
Los expertos militares y de los servicios secretos israel¨ªes con los que he hablado destacan que los problemas inmediatos de seguridad eran motivo suficiente para enfrentarse a Hezbol¨¢, independientemente de lo que quisiera la Administraci¨®n de Bush. Shabtai Shavit, asesor de seguridad nacional de la Knesset [el Parlamento israel¨ª] y responsable del Mosad, el servicio exterior de inteligencia, entre 1989 y 1996, me dijo: "Hacemos lo que creemos que nos conviene m¨¢s; si resulta que satisface las necesidades de Estados Unidos, eso no es m¨¢s que parte de la relaci¨®n entre dos amigos. Los miembros de Hezbol¨¢ est¨¢n armados hasta los dientes y entrenados en la tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada de la guerra de guerrillas. Era cuesti¨®n de tiempo. Ten¨ªamos que ocuparnos de ello".
Los israel¨ªes consideran que Hezbol¨¢ es una grave amenaza, una organizaci¨®n terrorista que act¨²a en su frontera, con un arsenal militar que, gracias a la ayuda de Ir¨¢n y Siria, se ha reforzado desde que termin¨® la ocupaci¨®n israel¨ª del sur de L¨ªbano, en el a?o 2000. Su l¨ªder, el jeque Hassan Nasral¨¢, ha dicho que no considera que Israel sea un "Estado legal". Los servicios israel¨ªes de inteligencia calculaban, al empezar la guerra a¨¦rea, que Hezbol¨¢ ten¨ªa aproximadamente 500 cohetes Fajr-3 y Fajr-5 de alcance medio y varias docenas de cohetes Zelzal de largo alcance; estos ¨²ltimos, con un radio de unos 200 kil¨®metros, podr¨ªan llegar hasta Tel Aviv (un cohete golpe¨® Haifa al d¨ªa siguiente de los secuestros). Adem¨¢s posee m¨¢s de 12.000 cohetes de menor alcance. De ¨¦stos, ha disparado contra Israel m¨¢s de 3.000 desde que comenz¨® el conflicto.
Los motivos de Bush
Seg¨²n un experto en Oriente Pr¨®ximo que conoce lo que piensan en la actualidad los Gobiernos de Israel y Estados Unidos, los israel¨ªes hab¨ªan elaborado un plan para atacar a Hezbol¨¢ -e informaron de ¨¦l a funcionarios del Gobierno de Bush- mucho antes de los secuestros del 12 de julio. "No es que Israel tendiera una trampa a Hezbol¨¢", explica, "pero en la Casa Blanca hab¨ªa una clara sensaci¨®n de que, tarde o temprano, los israel¨ªes iban a actuar".
Este experto en Oriente Pr¨®ximo dice que la Administraci¨®n ten¨ªa varias razones para apoyar la campa?a israel¨ª de bombardeos. En el Departamento de Estado lo consideraron como una forma de fortalecer al Gobierno liban¨¦s para que pudiera reafirmar su autoridad en el sur del pa¨ªs, controlado en gran parte por Hezbol¨¢. "La Casa Blanca", contin¨²a, "estaba mucho m¨¢s interesada en arrebatar los misiles a Hezbol¨¢, porque, si se pusiera en marcha la opci¨®n militar contra las instalaciones nucleares de Ir¨¢n, ser¨ªa necesario deshacerse de las armas que Hezbol¨¢ pudiera utilizar en posibles represalias contra Israel. Bush quer¨ªa las dos cosas. Bush quer¨ªa enfrentarse a Ir¨¢n, uno de los miembros del Eje del Mal, y acabar con sus instalaciones nucleares, y quer¨ªa tambi¨¦n enfrentarse a Hezbol¨¢ como parte de su empe?o democratizador, porque L¨ªbano es una de las joyas de la corona de la democracia en Oriente Pr¨®ximo".
En la Administraci¨®n estadounidense niegan que conocieran el plan de Israel sobre una guerra a¨¦rea. La Casa Blanca no ha contestado a una lista detallada de preguntas. En respuesta a otra petici¨®n aparte, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional dijo: "Antes de que Hezbol¨¢ atacara a Israel, el Gobierno israel¨ª no dio a ning¨²n funcionario de Washington ning¨²n motivo para pensar que estaba preparando un ataque. Ni siquiera despu¨¦s de la incursi¨®n del 12 de julio supimos cu¨¢les eran los planes israel¨ªes". Un portavoz del Pent¨¢gono me dijo: "El Gobierno de Estados Unidos sigue comprometido en una soluci¨®n diplom¨¢tica al problema del programa clandestino de armas nucleares en Ir¨¢n", y neg¨® las informaciones anteriores, igual que otro portavoz del Departamento de Estado.
Estados Unidos e Israel llevan decenios compartiendo informaciones y con una estrecha cooperaci¨®n militar, pero a principios de esta primavera, seg¨²n un antiguo responsable de los servicios de inteligencia, varios estrategas de alto rango de la fuerza a¨¦rea estadounidense -presionados por la Casa Blanca para que elaboraran un plan de guerra con un ataque decisivo contra las instalaciones nucleares de Ir¨¢n- empezaron a consultar con sus hom¨®logos de la fuerza a¨¦rea israel¨ª.
"El gran interrogante para nuestras fuerzas a¨¦reas era c¨®mo alcanzar una serie de blancos cruciales en Ir¨¢n", explica el antiguo funcionario de inteligencia. "?Qui¨¦n es el mayor aliado de las fuerzas a¨¦reas estadounidenses en cuestiones de planificaci¨®n? No es el Congo, es Israel. Todo el mundo sabe que ha habido ingenieros iran¨ªes que han asesorado a Hezbol¨¢ en la construcci¨®n de t¨²neles y puestos subterr¨¢neos de armas. As¨ª que la fuerza a¨¦rea fue a ver a los israel¨ªes con algunas t¨¢cticas nuevas y les dijo: 'Vamos a concentrarnos en los bombardeos y compartir lo que nosotros sabemos de Ir¨¢n y lo que vosotros sab¨¦is de L¨ªbano". Las conversaciones, dice, llegaron hasta la Junta de Jefes de Estado Mayor y el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.
"Los israel¨ªes nos dijeron que ser¨ªa una guerra barata y llena de beneficios", cuenta un asesor del Gobierno de EE UU con estrechos contactos en Israel. "?Por qu¨¦ ¨ªbamos a oponernos? Pod¨ªamos buscar y bombardear misiles, t¨²neles y b¨²nqueres desde el aire. Ser¨ªa un ensayo para Ir¨¢n".
Ataque preventivo
Un asesor del Pent¨¢gono dice que la Casa Blanca de Bush "lleva tiempo tratando de encontrar un motivo para llevar a cabo un ataque preventivo contra Hezbol¨¢". Y a?ade: "Ten¨ªamos la intenci¨®n de debilitar a Hezbol¨¢, y ahora hemos conseguido que lo hagan otros por nosotros". (El domingo pasado, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprob¨® una resoluci¨®n de alto el fuego, aunque no estaba claro si eso iba a alterar la situaci¨®n sobre el terreno).
Seg¨²n Richard Armitage, que fue subsecretario de Estado durante el primer mandato de Bush -y que, en 2002, dijo que Hezbol¨¢ "es tal vez el equipo A de los terroristas"-, la campa?a de Israel en L¨ªbano, que se ha encontrado con dificultades inesperadas y cr¨ªticas generalizadas, puede servir de advertencia a la Casa Blanca sobre Ir¨¢n. "Si el mayor poder militar de la regi¨®n -las fuerzas de defensa israel¨ªes- no es capaz de pacificar un pa¨ªs como L¨ªbano, con una poblaci¨®n de cuatro millones de personas, habr¨ªa que pens¨¢rselo cuidadosamente antes de aplicar el modelo a Ir¨¢n, que tiene profundidad estrat¨¦gica y 70 millones de habitantes", dice Armitage. "Lo ¨²nico que han conseguido hasta ahora los bombardeos es unir a la poblaci¨®n contra los israel¨ªes".
Varios funcionarios actuales y retirados que conocen bien Oriente Pr¨®ximo me han dicho que, para Israel, el secuestro de los soldados represent¨® la oportunidad de iniciar la campa?a militar prevista contra Hezbol¨¢. "Hezbol¨¢ estaba instigando alguna cosa peque?a cada uno o dos meses, como un reloj", dice el asesor estadounidense con contactos en Israel. Dos semanas antes, a finales de junio, los miembros del grupo palestino Ham¨¢s excavaron un t¨²nel bajo la barrera que separa el sur de Gaza de Israel, y capturaron a un soldado israel¨ª. Adem¨¢s lanzaron una serie de cohetes contra ciudades israel¨ªes cercanas a la frontera con Gaza. En respuesta, Israel comenz¨® una intensa campa?a de bombardeos y volvi¨® a ocupar partes de Gaza de las que se hab¨ªa retirado.
El asesor del Pent¨¢gono hace notar que ha habido, asimismo, incidentes fronterizos entre Israel y Hezbol¨¢, en ambas direcciones, desde hace tiempo. "Se han dedicado a dispararse mutuamente", dice. "Cada bando podr¨ªa haber se?alado alg¨²n incidente concreto y decir que ten¨ªa que iniciar una guerra contra el otro, porque ya estaban en guerra".
Decisi¨®n forzada
David Siegel, portavoz de la Embajada de Israel en Washington, dice que la fuerza a¨¦rea israel¨ª no estaba buscando ninguna excusa para atacar a Hezbol¨¢. "No planeamos la campa?a. Fue una decisi¨®n que se nos oblig¨® a tomar". Hab¨ªa alertas constantes de que Hezbol¨¢ "estaba presionando para pasar al ataque", dice Siegel. "Hezbol¨¢ ataca cada dos o tres meses", pero el secuestro de los soldados agudiz¨® la situaci¨®n.
En varias entrevistas realizadas a intelectuales, periodistas y oficiales retirados del ej¨¦rcito y los servicios de informaci¨®n israel¨ªes, todos hacen hincapi¨¦ en una cosa: que fueron los dirigentes israel¨ªes, y no Washington, quienes decidieron comenzar la guerra contra Hezbol¨¢. Los sondeos de opini¨®n muestran que contaban con el apoyo de un gran n¨²mero de israel¨ªes. "Los neocons de Washington pueden estar satisfechos, pero no hac¨ªa falta empujar a Israel, porque los israel¨ªes quer¨ªan eliminar a Hezbol¨¢", explica Yossi Melman, un redactor del peri¨®dico Ha'aretz que ha escrito varios libros sobre los servicios de espionaje israel¨ªes. "Al provocar a Israel, Hezbol¨¢ proporcion¨® la oportunidad".
"Nos encontr¨¢bamos ante un dilema", dice un funcionario israel¨ª. El primer ministro, Ehud Olmert, "ten¨ªa que decidir si conven¨ªa llevar a cabo una respuesta local, como hacemos siempre, o una acci¨®n m¨¢s amplia, atacar a Hezbol¨¢ para acabar con ellos de una vez por todas". Olmert s¨®lo se decidi¨®, dice el funcionario, despu¨¦s de que fracasaran diversos intentos de rescate de los israel¨ªes.
Sin embargo, el asesor estadounidense vinculado a Israel me dijo que, desde la perspectiva israel¨ª, la decisi¨®n de emprender una acci¨®n en¨¦rgica era inevitable desde hac¨ªa varias semanas, cuando el equipo del ej¨¦rcito israel¨ª especializado en interceptar se?ales, denominado Unidad 8200, capt¨®, a finales de primavera y principios de verano, mensajes de tono belicoso entre Ham¨¢s, Hezbol¨¢ y Jaled Meshal, el l¨ªder de Ham¨¢s residente en Damasco.
Una de las comunicaciones interceptadas fue la relativa a una reuni¨®n, a finales de mayo, de la direcci¨®n pol¨ªtica y militar de Ham¨¢s, en la que Meshal particip¨® por tel¨¦fono. "Ham¨¢s cre¨ªa que la llamada desde Damasco estaba codificada, pero Israel hab¨ªa descifrado la clave", explica el asesor. Antes de su victoria en las elecciones palestinas de enero, Ham¨¢s llevaba casi un a?o recortando sus actividades terroristas. En la conversaci¨®n interceptada a finales de mayo, me cont¨® el asesor, los l¨ªderes de Ham¨¢s dec¨ªan que "no les hab¨ªa servido de nada, y estaban perdiendo prestigio ante la poblaci¨®n palestina". La conclusi¨®n, dice, fue: "Vamos a volver a emplear el terrorismo, y entonces trataremos de arrancar concesiones al Gobierno israel¨ª". El asesor me ha explicado que Estados Unidos e Israel estaban de acuerdo en que, si la direcci¨®n de Ham¨¢s tomaba esa decisi¨®n y Nasral¨¢ ofrec¨ªa su respaldo, ser¨ªa necesaria "una reacci¨®n a gran escala". En las semanas posteriores, mientras Ham¨¢s empezaba a excavar el t¨²nel hacia Israel -dice el asesor-, la Unidad 8200 "capt¨® comunicaciones entre Ham¨¢s, Siria y Hezbol¨¢ en las que, en definitiva, se dec¨ªa que quer¨ªan que Hezbol¨¢ calentara el norte". En uno de los mensajes interceptados, dice el asesor, Nasral¨¢ calific¨® a Olmert y al ministro de Defensa, Amir Peretz, de "aparentemente d¨¦biles" en comparaci¨®n con los ex primeros ministros Ariel Sharon y Ehud Barak, que pose¨ªan gran experiencia militar, y dijo que, "en su opini¨®n, Israel iba a reaccionar de manera local, a peque?a escala, como hab¨ªan hecho hasta entonces".
Seg¨²n el asesor estadounidense, a principios de este verano, antes de los secuestros de Hezbol¨¢, varios funcionarios israel¨ªes visitaron Washington por separado "con el fin de obtener la luz verde para las operaciones de bombardeo y averiguar cu¨¢nto estaba dispuesto a aguantar Estados Unidos". "Israel empez¨® por Cheney. Quer¨ªan estar seguros de que contaban con su apoyo y el de su gente, as¨ª como el del departamento de Oriente Pr¨®ximo en el Consejo de Seguridad Nacional". Despu¨¦s, "convencer a Bush no fue nada dif¨ªcil, y Condi Rice estaba de su parte", explica el asesor.
El plan inicial perfilado por los israel¨ªes consist¨ªa en una gran campa?a de bombardeos como respuesta a la pr¨®xima provocaci¨®n que hiciera Hezbol¨¢, seg¨²n el experto en Oriente Pr¨®ximo que conoce la forma de pensar de Estados Unidos e Israel. Los israel¨ªes -dice el ex alto cargo de los servicios de inteligencia- pensaban que, al atacar las infraestructuras de L¨ªbano, incluidos dep¨®sitos de combustible, carreteras e incluso las pistas civiles del aeropuerto central de Beirut, podr¨ªan convencer a las populosas comunidades cristiana y sun¨ª del pa¨ªs para que se volvieran en contra de Hezbol¨¢. Los bombardeos han afectado, entre otras cosas, al aeropuerto, las carreteras y los puentes. Hasta la semana pasada, la fuerza a¨¦rea israel¨ª hab¨ªa realizado casi 9.000 misiones. (David Siegel, el portavoz israel¨ª, dice que Israel no atac¨® m¨¢s que lugares vinculados a Hezbol¨¢; el bombardeo de puentes y carreteras pretend¨ªa impedir el transporte de armas).
La prisa de Olmert
El plan israel¨ª, seg¨²n el ex funcionario de los servicios de inteligencia, era "exactamente igual a los planes de Estados Unidos respecto a Ir¨¢n". (Seg¨²n funcionarios actuales y retirados, las primeras propuestas de la fuerza a¨¦rea estadounidense sobre un ataque a¨¦reo para destruir las instalaciones nucleares iran¨ªes se encontraron con la resistencia de los m¨¢ximos jefes del ej¨¦rcito, la marina y el cuerpo de marines. Afirman que el plan no saldr¨¢ bien y desembocar¨¢ inevitablemente, como la guerra israel¨ª contra Hezbol¨¢, en la utilizaci¨®n de tropas de tierra).
Uzi Arad, que perteneci¨® durante m¨¢s de 20 a?os al Mosad, me ha dicho que, por lo que ¨¦l sabe, hab¨ªa contactos habituales entre el Gobierno israel¨ª y el estadounidense, y que, "en todas mis reuniones y conversaciones con funcionarios del Gobierno, nunca o¨ª que nadie se refiriera a actividades anteriores de coordinaci¨®n con Estados Unidos". Le preocupa un aspecto: la prisa que se dio el Gobierno de Olmert en comenzar la guerra. "Puedo asegurar que nunca he visto una guerra decidida a tanta velocidad", dice. "Lo normal es que antes haya que realizar largos an¨¢lisis".
El principal estratega militar fue el teniente general Dan Halutz, jefe de Estado Mayor de las FDI (Fuerzas de Defensa Israel¨ªes), que, cuando pertenec¨ªa a la fuerza a¨¦rea, particip¨® en la elaboraci¨®n de un plan de contingencia para una guerra a¨¦rea con Ir¨¢n. Olmert, antiguo alcalde de Jerusal¨¦n, y Peretz, ex dirigente laborista, no ten¨ªan, ni mucho menos, su experiencia o sus conocimientos.
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en The New Yorker. La continuaci¨®n se publicar¨¢ ma?ana en la secci¨®n Internacional. ? 2006 Seymour Hersh. Traducci¨®n de M. L. Rodr¨ªguez Tapia.
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