La oleada de OPA hostiles hace ganar millones a los accionistas
La libertad para mejorar las ofertas impulsa al alza los precios
La actual oleada de batallas por el control de empresas -la pugna de Gas Natural y E.ON por Endesa, el enfrentamiento interno por el poder en Metrovacesa- puede quitar el sue?o a los ejecutivos que las dirigen, pero los peque?os accionistas est¨¢n saliendo beneficiados. Un cambio en la norma sobre ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n (OPA), que incentiva mucho m¨¢s las pujas entre grupos rivales, ha disparado el importe de las operaciones en el ¨²ltimo a?o y medio. El cruce de ofertas mejoradas para hacerse con Endesa, Metrovacesa, Telepizza, Aldeasa, Cortefiel y Europistas -las seis m¨¢s sonadas- ha supuesto de momento un aumento de 9.390 millones de euros en el volumen conjunto de estas operaciones, hasta 35.363 millones.
Jam¨¢s se hab¨ªan visto en el mercado espa?ol tantas ofertas competidoras, ni tan agresivas, como ahora. "Se ha incrementado la rivalidad; ninguna empresa se libra de ser v¨ªctima de una oferta no deseada", explica Jorge Riop¨¦rez, socio director de Corporate Finance de KPMG. No hay intocables y eso es un gran cambio en Espa?a.
Cada vez las operaciones son m¨¢s sofisticadas. Este experto en fusiones y adquisiciones recuerda c¨®mo el pacto de la familia Ballv¨¦, entonces primer accionista de Telepizza, con el fondo Permira para lanzar una OPA este a?o por el grupo de comida r¨¢pida no impidi¨® que a los pocos d¨ªas otros dos grupos presentaran dos ofertas rivales. La batalla por Telepizza se resolvi¨® en la sede de la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores. Los tres rivales enviaron en un sobre cerrado su ¨²ltima apuesta. La puja final dio un ganador: los Ballv¨¦ y Permira. Pero, gracias a las mejoras, la oferta pas¨® de 572,6 a 850,76 millones, un aumento del que se beneficiaron los miles de accionistas que vendieron.
Este m¨¦todo de pujas a sobre cerrado fue una de las novedades introducidas en abril de 2003 por el Gobierno del PP para hacer m¨¢s competitivas las OPA. Antes del cambio, cuando una empresa presentaba una oferta y otra contraofertaba, s¨®lo la primera ten¨ªa la oportunidad de mejorar su propuesta. Ahora, cuando una compa?¨ªa presenta una oferta, se da un plazo para que se lancen OPA competidoras y, si ¨¦stas se presentan, los grupos en liza env¨ªan a la vez una ¨²ltima oferta a sobre cerrado. Y gana la mejor.
El cambio ha abierto las puertas a m¨¢s competidores. As¨ª lo cree Ignacio Ojanguren, socio director del despacho de abogados Clifford Chance en Espa?a, firma que asesora en la actualidad a Endesa y a Sacresa (primer oferente de la OPA sobre Metrovacesa).
Emplear todas las armas
"La modificaci¨®n de 2003 en relaci¨®n al r¨¦gimen de OPA rivales benefici¨® la aparici¨®n de competidores, ya que se eliminaba la ventaja de mejora que ten¨ªa el primer oferente", explica. "Como consecuencia, hemos visto m¨¢s luchas por el control de compa?¨ªas mediante OPA competidoras; esto en ¨²ltima instancia ha podido llevar a que haya m¨¢s litigiosidad de manera indirecta: hay m¨¢s OPA competidoras y los oferentes est¨¢n dispuestos a emplear todas las armas a su alcance para alcanzar el control de una compa?¨ªa cotizada", a?ade.
Seis son los ejemplos m¨¢s claros: las OPA sobre Endesa, Metrovacesa, Telepizza, Cortefiel, Aldeasa y Europistas. Todas ellas cuentan con ofertas competidoras (v¨¦ase gr¨¢fico) y, en muchos casos, como el de Endesa y Metrovacesa, la pelea ha llegado tambi¨¦n a los tribunales. En total, las ofertas iniciales de esas operaciones ascend¨ªan a 25.973 millones, pero las sucesivas mejoras en el precio, forzadas por la entrada de rivales, elevaron la cifra a 35.363 millones, es decir, 9.390 millones m¨¢s.
"Creo que el accionista se ve beneficiado y no se penaliza el valor de la compa?¨ªa, ya que los oferentes est¨¢n forzados a ofrecer el mayor precio posible", opina Ojanguren. "Todos los procedimientos que incentiven una mayor competencia, que eliminen barreras, son buenos para los accionistas minoritarios", a?ade Riop¨¦rez.
A no ser que el vendedor tenga la mayor¨ªa del capital, ya no hay una OPA con un final feliz asegurado. La operaci¨®n de Cortefiel es un claro ejemplo. El fondo brit¨¢nico CVC pact¨® con la familia Hinojosa, que entonces controlaba la empresa textil, el lanzamiento de una OPA por 1.399 millones. Pero los fondos de capital riesgo Pai y Permira contraatacaron con una oferta de 1.439 millones. En la puja final, CVC se uni¨® a la propuesta de sus rivales y, tras ejecutarse la operaci¨®n, se repartieron la compa?¨ªa entre los tres a partes iguales. Mientras, los accionistas que acudieron a la OPA se embolsaron 40 millones m¨¢s de lo previsto inicialmente gracias a la batalla.
El cambio de la normativa es uno de los motivos que explica este enredo de ofertas. Pero no es el ¨²nico. Los bajos tipos de inter¨¦s han facilitado la financiaci¨®n de las OPA. Adem¨¢s, cada vez son m¨¢s las compa?¨ªas que buscan crecimientos estrat¨¦gicos a trav¨¦s de estas operaciones. "Ya no s¨®lo son Telef¨®nica, los bancos y las el¨¦ctricas", dice Riop¨¦rez. Las empresas medianas tambi¨¦n se mueven.
R¨¦cord de operaciones
El mercado de ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n (OPA) est¨¢ en plena ebullici¨®n. Un total de 15 operaciones han sido autorizadas por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores desde enero, por un total de 30.000 millones de euros, seg¨²n datos del organismo. Este importe supera con creces el volumen registrado el a?o pasado (7.511 millones).
A esas cifras hay que a?adir las operaciones de empresas espa?olas en el exterior. En total, el mercado espa?ol de fusiones y adquisiciones alcanz¨® as¨ª los 115.000 millones en el primer semestre, el triple que las del primer semestre de 2005 y un r¨¦cord hist¨®rico, del que sin duda tambi¨¦n salen beneficiados los bancos de inversi¨®n, abogados y consultoras.
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