El d¨²o de Josep Carreras y Sara Baras hechiza al p¨²blico

Las entradas se agotaron el primer d¨ªa que se supo que Josep Carreras y Sara Baras iban a actuar conjuntamente en el Festival Jardins de Cap Roig (Girona) y los responsables de la organizaci¨®n tuvieron que programar una segunda actuaci¨®n. Junto a la de Bob Dylan, este espect¨¢culo, que cierra el festival, ha sido la que m¨¢s asistencia ha congregado en este recinto que el pasado s¨¢bado estaba lleno a rebosar de un p¨²blico predispuesto de antemano a aplaudir.

Tuvieron su oportunidad. El espect¨¢culo, con m¨²sicos en directo que interpretaban temas de los principales compositores y poetas espa?oles de finales del siglo XIX y principios del XX, contaba con una ¨²nica escenograf¨ªa dominada por cuatro fotos de Joaqu¨ªn Turina, Federico Garc¨ªa Lorca, Isaac Alb¨¦niz y Manuel de Falla.

Tras una primera pieza en la que 10 miembros de la compa?¨ªa de Sara Baras interpretaron unos fandangos dedicados a Turina, Josep Carreras cant¨® Nunca olvida y Los dos miedos, ambas canciones de Joaqu¨ªn Turina con letra de dos poemas de Ram¨®n de Campoamor y que forma parte de la obra del compositor sevillano Poemas en forma de canciones. Al lado del tenor, una Sara Baras bell¨ªsima enfundada en un traje morado elegante y austero pon¨ªa al descubierto la fuerza de su gesto. El movimiento de sus brazos traduc¨ªa la sutil elegancia y la emoci¨®n que emanaba de las letras de las canciones cantadas por Carreras. Ella quebraba su cintura como un suspiro y no cesaba de girar a su alrededor de forma felina; su flamenco a veces se conten¨ªa y daba paso a un estilizado movimiento contempor¨¢neo. Su figura siempre ondulante contrastaba con la rigidez de la de Carreras, un contraste que gust¨® a parte del p¨²blico y que otro sector encontr¨® chocante.

A continuaci¨®n, se bail¨® una farruca que se dedic¨® a Alb¨¦niz y se sigui¨® con varios temas del compositor gerundense, como Granada y Asturias, de la Suite espa?ola. Nuevamente Sara Baras y Carreras recrearon un intenso tango titulado El eco de tu voz, tambi¨¦n de Isaac Alb¨¦niz.

Se bailaron y cantaron despu¨¦s famosas canciones de Garc¨ªa Lorca como Los cuatro muleros, El caf¨¦ de Chinitas o Anda jaleo. Curiosamente, existe una grabaci¨®n de 1931 en la que estos temas est¨¢n tocados al piano por el poeta granadino y cantados por la bailarina Encarnaci¨®n L¨®pez, La Argentinita.

El espect¨¢culo contin¨²o con unas buler¨ªas interpretadas ¨²nicamente por los m¨²sicos y luego Carreras cant¨® Granadinas, del burgal¨¦s Rafael Calleja, e Intima, del mexicano Tato Nacho. Termino este bloque Sara Baras con su grupo bailando un martinete. Si en cada una de sus intervenciones la bailaora estuvo espectacular, tanto en el baile como con el vestido que llevaba, aqu¨ª dejo al p¨²blico hipnotizado con su acertado vestido, en blanco y negro, que combina los lunares con las rayas. Su zapateado de acero se mostr¨® firme en este dram¨¢tico palo.

La actuaci¨®n finaliz¨® con tres composiciones de Falla de las Siete canciones populares espa?olas (El pa?o moruno, Seguidilla murciana y Polo). Ambos artistas, conscientes de que ten¨ªan el p¨²blico en el bolsillo, entraron aqu¨ª a matar. Carreras y Baras expresaron cada uno en su estilo la originalidad y color del ropaje arm¨®nico que emana de esas composiciones de Falla plenas de emoci¨®n y vida. Al finalizar, un p¨²blico enardecido puesto en pie oblig¨® a los artistas a realizar varios bises. Con Granada, de Agust¨ªn Lara, lleg¨® la apoteosis y los aplausos no cesaban. Finalmente, tras unas buler¨ªas interpretadas por Baras y su grupo, Carreras cedi¨® a la insistencia del p¨²bico y cant¨® Margarida, de Enric Morera, mientras la bailaora de fucsia y blanco transmit¨ªa con su cuerpo toda la vitalidad de la composici¨®n.

Al acabar la funci¨®n, ambos artistas manifestaron que tienen pensado realizar una gira con este espect¨¢culo cuando los compromisos de ambos se lo permitan.