Catalu?a se desindustrializa m¨¢s deprisa que los pa¨ªses y regiones equiparables de su entorno

Ocurre en todos los pa¨ªses del entorno de Espa?a, en una tendencia que ha hecho correr r¨ªos de tinta. La industria lleva d¨¦cadas perdiendo fuelle, mientras que el sector de los servicios la empuja hasta hacerse sitio en el conjunto de la actividad econ¨®mica. Catalu?a, considerada tradicionalmente como la f¨¢brica de Espa?a, tambi¨¦n se desindustrializa. Con una particularidad: este proceso se est¨¢ desarrollando en esta comunidad a un ritmo m¨¢s intenso que en regiones y pa¨ªses de Europa equiparables con ella por su estructura de empleo industrial, seg¨²n un estudio de Caixa Catalunya.

Un r¨¢pido vistazo a los gr¨¢ficos que acompa?an esta informaci¨®n permite observar hasta qu¨¦ punto se ha producido un cambio estructural en el empleo en Catalu?a.

En el a?o 1978, el peso de la industria catalana sobre el conjunto de los puestos de trabajo era casi de la mitad (el 42,3% del total). El resto de la historia es una ca¨ªda en tobog¨¢n pr¨¢cticamente constante desde entonces, con un baj¨®n definitivo que se consolid¨® a partir del arranque de la d¨¦cada de los a?os noventa. Y una conclusi¨®n: hoy, en 2006, s¨®lo el 23,4% de los trabajadores vive del sector industrial.

El servicio de estudios de Caixa Catalunya se?ala en su informe que el proceso de desindustrializaci¨®n ha tenido como contrapartida el creciente peso del empleo en el sector de servicios. Ha sido una tendencia claramente inversa, aunque sin llegar a ser tan aguda como la anterior.

El sector terciario ha pasado de representar al 40,7% de los trabajadores a acaparar el 63,8% de ellos. A menudo, los expertos precisan que buena parte de los servicios que se est¨¢n desarrollando est¨¢n vinculados al propio sector industrial. En valores absolutos, la industria catalana emplea a 800.000 personas, algo por debajo de las cifras absolutas que se registraban en los a?os setenta (852.000 trabajadores en 1978).

La parte curiosa del estudio viene con las comparaciones. Sobre todo desde el a?o 2000, de acuerdo con las comparaciones obtenidas de la oficina estad¨ªstica de la Uni¨®n Europea.

La participaci¨®n de la industria en el empleo total en Catalu?a ha pasado de suponer el 27,7% en el a?o 2000 al 24,3% en el a?o 2004. Es decir, la ca¨ªda ha sido de 3,4 puntos porcentuales. Comparada Catalu?a con otros 26 pa¨ªses europeos y regiones con una estructura de empleo industrial comparable, llama la atenci¨®n el hecho de que ninguno de ellos -con la ¨²nica excepci¨®n del Veneto, en Italia- haya asistido a un retroceso tan marcado.

Hace seis a?os, la comunidad catalana se situaba, con su mencionado peso industrial del 27,7%, en una franja intermedia junto con otras comunidades como Euskadi, Emilia-Romagna y pa¨ªses que a¨²n no hab¨ªan ingresado en la Uni¨®n Europea, como Estonia, Eslovaquia o Hungr¨ªa. Sin embargo, las ca¨ªdas han sido mucho m¨¢s moderadas en todos ellos. En el caso de los pa¨ªses del Este de Europa, que part¨ªan de una menor industrializaci¨®n, se constata que se han erigido en los nuevos imanes europeos de las inversiones industriales. Pero el retroceso en el Pa¨ªs Vasco o Emilia-Romagna ha sido de la mitad al compararlo con el de Catalu?a.

El p¨¦ndulo hacia el Este tampoco lo explica todo, como lo demuestra el hecho de que la menor p¨¦rdida relativa de posiciones del empleo industrial corresponda a pesos pesados como Alemania, Holanda, Reino Unido e Italia.