Plut¨®n, destituido

La aprobaci¨®n por la Uni¨®n Astron¨®mica Internacional de la primera definici¨®n cient¨ªfica de planeta adecua la nomenclatura a los conocimientos actuales y permite a los astr¨®nomos utilizar los mismo t¨¦rminos para poder entenderse. En su origen, la palabra planeta describ¨ªa los trotamundos, que s¨®lo se conoc¨ªan como luces que cambiaban de posici¨®n en el cielo respecto al tel¨®n mucho menos cambiante del firmamento. De aquellas luces enigm¨¢ticas a la gran cantidad de conocimientos que tenemos ya sobre el Sistema Solar, algunos de cuyos planetas, como Marte, han sido explorados con bastante detalle, va un largo camino. Y aunque la definici¨®n no es m¨¢s que una convenci¨®n, s¨ª es necesaria para cualquier actividad colectiva.

La v¨ªctima inmediata de esta definici¨®n es Plut¨®n, el ¨²ltimo planeta descubierto y el m¨¢s alejado

de los hasta ahora nueve planetas alrededor del Sol. Por sus caracter¨ªsticas, pertenece a otro tipo de objetos celestes, situados m¨¢s all¨¢ de Neptuno, como ha demostrado el reciente descubrimiento de otro mucho m¨¢s lejano pero aproximadamente igual de grande. Sin embargo, tambi¨¦n son muy distintos los planetas llamados terrestres (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) de los gigantes lejanos y gaseosos (J¨²piter, Saturno, Urano y Neptuno), por lo que no es de extra?ar que hasta llegar a la definici¨®n se hayan producido fuertes discusiones. Los intentos de salvar a Plut¨®n como planeta cl¨¢sico -a pesar de que apenas tiene historia porque fue descubierto en 1930-, que han precedido a la resoluci¨®n aprobada ayer no ten¨ªan base cient¨ªfica, seg¨²n la mayor¨ªa de los astr¨®nomos.

Sin embargo, la definici¨®n se ha quedado corta. Los astr¨®nomos han decidido centrarse en el Sistema Solar, que es nuestro peque?¨ªsimo patio si se compara con el Universo, y dejar para un futuro la cuesti¨®n mucho m¨¢s ardua de precisar lo que es un planeta extrasolar, de los cuales ya se han descubierto unos 200, aunque todav¨ªa no se hayan podido observar en detalle. Lo aprobado ayer ni abarca los cuerpos que orbitan otras estrellas ni fija un l¨ªmite superior que diferencie entre planetas y estrellas de distintos tipos. Parece prudente que no se defina lo que todav¨ªa no se conoce suficientemente, pero queda claro que todav¨ªa queda mucho trabajo por hacer.