En busca del 'oro negro' espa?ol
La escalada del petr¨®leo anima a una docena de firmas a rastrear crudo y gas en el subsuelo
El milagro se produjo en el paraje de La Lora, en el noroeste de Burgos, en 1964. La antigua Campsa y su socia Amo Spain descubrieron en esa zona el primer yacimiento de petr¨®leo en Espa?a. De aquellos pozos apenas sal¨ªan 85 barriles diarios de un crudo espeso, de calidad mediocre, lejos de los millones de barriles del fino oro negro del golfo P¨¦rsico. Pese a todo, el hallazgo supuso un hito para la dictadura franquista y para sus servicios de propaganda. Hoy, en La Lora, se sacan s¨®lo 113 barriles al d¨ªa (41.410 al a?o), el 4% de la producci¨®n en Espa?a, que, en todo 2005, alcanz¨® 1,23 millones de barriles, la mitad de lo que Venezuela extrae cada 24 horas.
"En Espa?a hay petr¨®leo", afirma el consultor Carlos ?lvarez, que ha trabajado para BP y Repsol YPF y est¨¢ en el negocio desde 1981. "No habr¨¢ grandes campos, pero s¨ª yacimientos de tama?o peque?o a medio que, con el barril a 70 d¨®lares, son rentables", a?ade. Vale la pena invertir si hay crudo. "Si se encuentra, es rentable, pero es dif¨ªcil", coincide Fernando Mel¨¦ndez, de Petroleum, firma dedicada a la exploraci¨®n y producci¨®n de hidrocarburos y que acaba de ser adquirida por Gas Natural.
No hay un 'boom', pero la actividad es ahora un poco m¨¢s pujante que en los noventa
El crudo se concentra en Tarragona y Burgos, mientras el valle del Guadalquivir tiene gas
La escalada del precio del petr¨®leo -de 10 a 70 d¨®lares en siete a?os- est¨¢ animando a las petroleras a volver su vista hacia Espa?a. En la actualidad una docena de empresas buscan o extraen crudo y gas en territorio espa?ol, muy lejos, con todo, de la situaci¨®n de hace 20 a?os, cuando superaban la treintena. Repsol YPF, Cepsa, la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (SHESA) y Petroleum son las m¨¢s significativas. La ¨²ltima en apuntarse a la lista ha sido la brit¨¢nica Medoil, que acaba de pedir permiso al Gobierno para buscar crudo frente a la costa de Valencia, lo que ha generado una gran pol¨¦mica en la zona. En el ¨²ltimo a?o dos grandes, British Gas y Hunt Oil, han abandonado el pa¨ªs.
Un total de 70 permisos y 25 concesiones de explotaci¨®n est¨¢n vigentes ahora para buscar hidrocarburos, seg¨²n la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (Ministerio de Industria). No se trata del mejor momento, seg¨²n los expertos. No hay un boom. Pero esta actividad en Espa?a, que vivi¨® su fiebre de oro entre 1960 y 1985, es ligeramente superior a la de los noventa.
?D¨®nde hay petr¨®leo? La m¨¢xima de caj¨®n a la que recurren los ge¨®logos es simple: busca donde ya hay. "Vemos qu¨¦ es lo que han hecho los dem¨¢s y nos fijamos en zonas pr¨®ximas, as¨ª se reduce la incertidumbre", explica Gonzalo Ruiz, de la Asociaci¨®n de Ge¨®logos y Geof¨ªsicos Espa?oles del Petr¨®leo, que trabaja para una de las compa?¨ªas del sector. "Aqu¨ª hay poco donde rascar", puntualiza. En Espa?a hay tres grandes ¨¢reas en las que se centra la explotaci¨®n y exploraci¨®n de crudo y gas. Se trata de la cuenca vascocant¨¢brica, la mediterr¨¢nea (frente a Catalu?a y Comunidad Valenciana) y el valle del Guadalquivir (gas natural).
La m¨¢s activa en este negocio es Repsol. La petrolera produce crudo a trav¨¦s de la plataforma Casablanca situada en el Mediterr¨¢neo, frente a las costas de Tarragona, y extrae gas en el golfo de C¨¢diz. "Este campo est¨¢ ya en su fase terminal", se?alan fuentes del grupo, que tiene permiso para buscar hidrocarburos (casi siempre yacimientos submarinos) en Murcia, M¨¢laga, Asturias, Canarias y Tarragona. Mientras, Cepsa tiene una participaci¨®n en la plataforma Casablanca, ¨¢rea en la que tambi¨¦n explora. Tambi¨¦n busca crudo en el Pirineo catal¨¢n. La actividad de Petroleum se centra en el valle del Guadalquivir y el golfo de C¨¢diz, en cuanto al gas, y frente a las costas de Tarragona, en petr¨®leo. Shesa se centra en el norte.
Las inversiones, sin embargo, son modestas. El dinero destinado a las actividades de exploraci¨®n y explotaci¨®n por las empresas alcanz¨® los 44,9 millones de euros en 2005 (casi todo en exploraci¨®n), seg¨²n el Ministerio de Industria (v¨¦ase gr¨¢fico). Este importe es el doble del registrado en 2004, pero est¨¢ muy lejos de los 141 millones invertidos en 2001. La producci¨®n va a la baja. En 2005, alcanz¨® 1,23 millones de barriles, frente a los 1,87 millones de 2004. En 2005, se realiz¨® un sondeo (fase avanzada de la exploraci¨®n), frente a los tres de 2004 y a los cinco de 2003, aunque en 2000 no hubo ninguno.
M¨¢s all¨¢ de las estad¨ªsticas, los expertos aprecian una ligera recuperaci¨®n. "La actividad fue pujante hasta 1985", explica Carlos ?lvarez. "Desde ese a?o, con el brusco descenso del precio del crudo hubo un par¨®n tremendo y se ha ido recuperando muy poco a poco", dice. "Con el barril cotizando a 15 d¨®lares en el mercado internacional no sal¨ªa tan rentable buscar crudo en Espa?a; ahora que est¨¢ en m¨¢ximos, s¨ª", a?ade Gonzalo Ruiz. Adem¨¢s, no es muy caro de transformar en carburante, ya que suele ser de calidad media. Cuanto m¨¢s ligero, el petr¨®leo es m¨¢s f¨¢cil de extraer y menos costoso de refinar (el saud¨ª, por ejemplo); cuando m¨¢s pesado, m¨¢s dif¨ªcil de extraer y m¨¢s costoso de refinar (el venezolano, extrapesado).
"En comparaci¨®n con otros pa¨ªses vecinos, como Francia e Italia, Espa?a no est¨¢ lo suficientemente explorada", sostiene Carlos ?lvarez. Adem¨¢s de que los costes de exploraci¨®n est¨¢n subiendo y el riesgo es cada vez m¨¢s alto, una de las razones que esgrimen expertos como Fernando Mel¨¦ndez para explicar por qu¨¦ la actividad es reducida es el papeleo y los retrasos a los que hay que hacer frente para conseguir la autorizaci¨®n para realizar los trabajos de exploraci¨®n y explotaci¨®n.
Una autorizaci¨®n puede llevar a?os. La empresa solicitante debe tener una capacidad financiera m¨ªnima de tres millones de euros. Tambi¨¦n tiene que satisfacer unos dep¨®sitos para investigar y explotar, y comprometerse a una inversi¨®n m¨ªnima, entre otras requisitos. Todo ello se calcula en funci¨®n de las hect¨¢reas de la zona que se explora y del a?o de ejecuci¨®n del permiso, que suele durar entre cinco y seis a?os, prorrogable.
Para los ecologistas, todas las exigencias son pocas. "Los trabajos de exploraci¨®n tienen un impacto brutal en el ecosistema", advierte Mar¨ªa Jos¨¦ Caballero, de Greenpeace, organizaci¨®n que se opone a los planes de Repsol de sacar petr¨®leo en Canarias. "Hay que exigir a las compa?¨ªas que eval¨²en con mayor rigor el efecto de sus trabajos en el medio ambiente".
Reservas mundiales para 40 a?os
Las grandes potencias convirtieron el petr¨®leo en la principal materia energ¨¦tica, en sustituci¨®n del carb¨®n, a mediados del siglo pasado. Y garantizar su suministro es una de sus grandes preocupaciones.
Los ¨²ltimos datos de reservas mundiales cifran en 1.300 millones los barriles de crudo disponibles y en 173.000 millones los metros c¨²bicos de gas. Teniendo en cuenta los niveles de consumo actuales, estas reservas aseguran 40 a?os de petr¨®leo y 65 de gas natural.
As¨ª lo pone de manifiesto un reciente art¨ªculo publicado por la revista Cuadernos de informaci¨®n econ¨®mica, editada por Funcas (Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros). El miedo a que el crudo se agote es una de las m¨²ltiples causas que explican que el precio del barril de brent -de referencia en Europa- haya pasado de los 10 d¨®lares de la d¨¦cada de los noventa a los actuales 70 d¨®lares. Adem¨¢s, la demanda de econom¨ªas emergentes como China e India todav¨ªa han presionado m¨¢s sobre la oferta.
Pero uno de los principales temores de Occidente es que dos tercios del petr¨®leo est¨¢ en manos de cinco pa¨ªses del golfo P¨¦rsico. Con m¨¢s de nueve millones de barriles diarios, Arabia Saud¨ª -donde el petr¨®leo est¨¢ ligado a la religi¨®n y se le considera un regalo de Al¨¢- es el principal productor, seguido de Ir¨¢n -donde el crudo es el bot¨ªn de la revoluci¨®n de los ayatol¨¢s de 1979-
con 3,8 millones de barriles.
Adem¨¢s, el 58% de las reservas se encuentran en Oriente Pr¨®ximo, el 17% en Estados Unidos, un 8% en Latinoam¨¦rica y ?frica y un 6% en Europa del Este y Rusia.
Para diversificar el riesgo y disminuir la dependencia de Oriente Pr¨®ximo, se est¨¢ explorando en otras zonas del mundo, como el Caspio, pero este proyecto a¨²n no ha madurado. Y la intenci¨®n del presidente de Estados Unidos de ampliar la explotaci¨®n en Alaska ha topado con fuertes reticencias entre los ecologistas. Se ha planteado, sin mucho ¨¦xito, la necesidad de buscar crudo en ?frica, Asia Central y Am¨¦rica Latina, mientras cada vez son m¨¢s los que destacan la necesidad de dar un mayor impulso a las energ¨ªas alternativas, sobre todo la solar y el hidr¨®geno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.