Catalu?a es la autonom¨ªa que ha recibido menor inversi¨®n estatal 'per c¨¢pita' en 14 a?os
La comunidad es la ¨²nica que nunca ha percibido m¨¢s dinero del que supone su peso en el PIB
La primera gran prueba de fuego del nuevo Estatuto llegar¨¢ este oto?o, con la presentaci¨®n del proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2007. De acuerdo con el texto estatutario, la inversi¨®n estatal deber¨ªa igualarse al peso de la actividad econ¨®mica de Catalu?a en el conjunto de la econom¨ªa espa?ola (18,8%). El cumplimiento de esta disposici¨®n romper¨ªa con la tendencia que han seguido las inversiones en infraestructuras de los ¨²ltimos tres lustros. Catalu?a es la comunidad donde la inversi¨®n estatal per c¨¢pita (2.057 euros) fue m¨¢s baja entre 1991 y 2004, y es la ¨²nica de r¨¦gimen com¨²n (del que est¨¢n fuera Euskadi y Navarra) en que la inversi¨®n estatal nunca ha superado el peso relativo de la econom¨ªa catalana en Espa?a.
El Estado prima el reequilibrio territorial sobre la eficiencia en el reparto del dinero
Conclusiones tan contundentes como ¨¦stas se desprenden de un trabajo de investigaci¨®n realizado por Esther S¨¢nchez, t¨¦cnica de la Direcci¨®n General de Programaci¨®n Econ¨®mica, y publicado en la revista que edita el Departamento de Econom¨ªa y Finanzas, Nota de Economia.
El trabajo cubre el periodo comprendido entre los a?os 1991 y 2004 y ahonda en c¨®mo se reparte entre las diferentes comunidades aut¨®nomas la inversi¨®n ya liquidada por el Estado seg¨²n los distintos tipos de infraestructuras. Parte de la constataci¨®n de que el impulso de infraestructuras de transporte como las carreteras, los ferrocarriles, los puertos y los aeropuertos, son un factor estrat¨¦gico que tiene su impacto sobre el desarrollo de una econom¨ªa. Los datos han sido extra¨ªdos del Anuario Estad¨ªstico del Ministerio de Fomento y del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
En los 14 a?os analizados, el Estado invirti¨® en la comunidad catalana un total de 12.865 millones de euros, cifra que cae a 10.408 millones si de ella se excluyen las obras vinculadas al nuevo tren de alta velocidad (AVE). Esta cuant¨ªa equivale al 11,9% de todas las inversiones territorializadas del Estado. El producto interior bruto (PIB) de Catalu?a pesa el 18,8% del PIB espa?ol y su poblaci¨®n equivale al 15,5% del total.
Podr¨ªa argumentarse que esta inversi¨®n por debajo del PIB y la poblaci¨®n es compartida por todas las comunidades ricas de Espa?a. Pero, a tenor de las cifras del estudio, la conclusi¨®n no est¨¢ tan clara. Al comparar unas comunidades con otras [v¨¦ase gr¨¢fico], se concluye que todas las comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n han recibido inversi¨®n estatal por encima de su peso en el PIB espa?ol algunos a?os. Es el caso, por ejemplo, de Baleares, la Comunidad de Madrid o La Rioja. O que incluso ha sido as¨ª todos o casi todos los a?os, como les ha ocurrido a Andaluc¨ªa, Asturias, Cantabria, Castilla- La Mancha y Castilla y Le¨®n. Catalu?a es la ¨²nica autonom¨ªa donde nunca ha ocurrido.
La distribuci¨®n de los recursos realizada por los distintos gobiernos del PSOE y del PP sugiere, a primera vista, que se ha querido inyectar m¨¢s dinero en las comunidades menos desarrolladas para intentar as¨ª equilibrar los niveles de renta per c¨¢pita, en paralelo a la conocida pol¨ªtica de ayudas comunitarias con ese mismo fin, de la mano de los fondos estructurales y del Fondo de Cohesi¨®n. El trabajo de S¨¢nchez subraya que este criterio ha pasado por delante del criterio de eficiencia, y plantea algunas excepciones llamativas.
Una comunidad con una renta relativamente elevada como es Arag¨®n ha recibido dinero por encima del peso de su actividad econ¨®mica y de su poblaci¨®n en 13 de los 14 a?os analizados. Por el contrario, comunidades como, por ejemplo, la valenciana, con una renta per c¨¢pita por debajo de la media, s¨®lo se ha beneficiado de esa situaci¨®n en tres a?os. De ah¨ª que existan grandes diferencias.
Cuando se relaciona el volumen de inversi¨®n del Estado con la renta y la poblaci¨®n de cada comunidad a lo largo de todo el periodo analizado, se distinguen tres grandes grupos de autonom¨ªas.
Un primer grupo ser¨ªa el de las comunidades que han disfrutado de una inversi¨®n de m¨¢s del 20% por encima de la media estatal (por habitante y en porcentaje sobre el PIB), que son Arag¨®n, Cantabria, Asturias, Extremadura, Castilla y Le¨®n y Castilla-La Mancha; un segundo grupo, hasta el 5% por encima o por debajo de la media estatal (en inversi¨®n per c¨¢pita), donde figuran Galicia, Andaluc¨ªa, Murcia, La Rioja y Madrid, y finalmente, un tercer grupo que se sit¨²a en m¨¢s del 20% por debajo de la media estatal. Es en este grupo de cola donde se clasifica Catalu?a. La acompa?a Baleares, pero tambi¨¦n Canarias y la Comunidad Valenciana.
Si se mide la inversi¨®n por habitante, las disparidades tambi¨¦n son grandes: van de los 6.311 euros per c¨¢pita que percibi¨® Arag¨®n a los 2.057 euros que llegaron a Catalu?a en los 14 a?os analizados. De nuevo, la comunidad catalana se queda en la cola, cuando la media estatal es de 2.676 euros por habitante.
Catalu?a s¨®lo se equipara a la media estatal en inversiones cuando se analizan, ya con m¨¢s detalle, los recursos destinados al ferrocarril. Este tipo de infraestructura ha sido el que ha registrado una mayor tendencia global al alza, gracias al impulso que han supuesto las obras del AVE, y en contraposici¨®n a la tendencia inversa, a la baja, que registran las carreteras. Este vuelco en las prioridades inversoras del Estado se dio sobre todo a partir de 2001.
Tambi¨¦n escalan las inversiones destinadas a desarrollar las infraestructuras aeroportuarias, pero con un reparto desequilibrado en favor de Barajas. A este aeropuerto se destin¨® el 54,5% de todos los recursos vertidos en este tipo de equipamientos entre 1991 y 2004. El nuevo aeropuerto de Madrid costar¨¢ m¨¢s de 6.200 millones de euros. Catalu?a -sumando los aeropuertos de El Prat, Girona y Reus- se ha llevado el 14,2% del total de inversi¨®n. En euros por habitante, estos porcentajes se tradujeron para la Comunidad de Madrid en 1.228 euros, mientras que en el caso de Catalu?a, por el mismo concepto cada ciudadano percibi¨®, a larga distancia, 267 euros.
Carreteras congestionadas
Distribuir m¨¢s recursos entre las comunidades menos ricas para contribuir a su desarrollo. Este patr¨®n se cuestiona en el trabajo publicado por el Departamento de Econom¨ªa y Finanzas, que critica entre l¨ªneas el hecho de que la eficiencia pase a un segundo plano como criterio de reparto.
El ejemplo m¨¢s claro mediante el que la publicaci¨®n ataca el prop¨®sito del reequilibrio territorial es el de las carreteras, que, en t¨¦rminos generales, pesa m¨¢s que el resto de infraestructuras dentro de cada territorio (de media, el 39%).
El estudio relaciona el volumen de dinero que llega a las arcas de cada autonom¨ªa con el ¨ªndice de intensidad media diaria de tr¨¢fico en la red de carreteras, y concluye que las comunidades con mayor grado de congesti¨®n en la red coinciden con las que reciben menor inversi¨®n estatal, tanto por habitante como en porcentaje sobre el producto interior bruto (PIB), entre 1991-2004. Es el caso de Madrid y Catalu?a.
En el de la comunidad catalana, ¨¦sta recibi¨® del Estado en esos a?os un volumen de inversi¨®n para carreteras el 51% inferior a la media si ¨¦sta se mide en peso sobre el PIB regional, y el 40% inferior a la media si ¨¦sta se mide por habitante. Sin embargo, el ¨ªndice de intensidad de tr¨¢fico catal¨¢n fue en 2004 el 62% superior a la media.
El trabajo pide una "reflexi¨®n" al respecto, ya que, subraya, adem¨¢s del nivel de actividad econ¨®mica y de poblaci¨®n, las necesidades de inversiones en carreteras tambi¨¦n deber¨ªan tener en cuenta variables como el n¨²mero de usuarios reales.
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