Nadal deja sin defensas a Philippoussis
Un d¨ªa m¨¢s tarde de lo previsto por culpa de la lluvia, Rafael Nadal comenz¨® el Open de Estados Unidos y dej¨® sin armas a su primer rival, el australiano Mark Philippoussis. No era un f¨¢cil debut, pero cuando el manacor¨ª vio el cuadro por primera vez, hab¨ªa exclamado: "No est¨¢ mal". Y ayer confirm¨® sus previsiones al vencerle por 6-4, 6-4 y 6-4 en dos horas y tres minutos.
No se trataba de despreciar a nadie. Pero Nadal sigue el circuito con detalle y sab¨ªa que el Philippoussis actual distaba mucho de aquel que hab¨ªa alcanzado la final del Open de EEUU en 1998, y del que en 2003 hab¨ªa logrado entrar en una final de Wimbledon en la que ya nadie le esperaba. De aquel gigante australiano s¨®lo quedan destellos. Rozando ya los 30 a?os, su cuerpo ha sido demasiado baqueteado, tanto por las lesiones como por una vida muy disipada para un deportista de ¨¦lite. Su rodilla izquierda le maltrat¨® toda su carrera, le tuvo sentado varios meses en una silla de ruedas y pareci¨® incluso que no podr¨ªa seguir jugando al tenis a principios del 2000. Hasta cuatro veces fue intervenido y durante muchos a?os debieron inyectarle cart¨ªlago sint¨¦tico cada seis meses para regenerar su rodilla.
En 1999 lleg¨® a ser el 8? mundial. Ahora, Philippoussis juega torneos challengers y su ranking hab¨ªa ca¨ªdo hasta el 214? el pasado mes de julio, antes de que ganara sorprendentemente el torneo de Newport. Fue un espejismo, o un ¨²ltimo esfuerzo para conseguir una invitaci¨®n en Nueva York para poder salvar su maltrecha econom¨ªa, seg¨²n explican algunos amigos australianos que aseguran que vive instalado en el despilfarro.
Todo eso lo sab¨ªa Nadal cuando salt¨® a la pista para enfrentarse a ¨¦l. Sin embargo, no quer¨ªa confiarse, porque conoc¨ªa el poder del saque de Philippoussis. ?sa fue su principal arma y ahora se ha convertido en la ¨²nica. Por tanto, el principal problema de Nadal no era otro que conseguir restarle. Y, sobre todo, mantenerse siempre muy firme con su saque para no conceder opciones y poder arriesgar mucho m¨¢s en el resto.
Con esa mentalidad entr¨® en la pista. Y con la convicci¨®n de que si jugaba tranquilo, pero motivado y agresivo no deber¨ªa tener problemas. Nadal rompi¨® tres veces -una en cada manga- el saque de Philippoussis -que s¨®lo concedi¨® cuatro bolas de break- y s¨®lo sufri¨® una vez con su saque: en el cuarto juego del tercer set, cuando afront¨® cuatro bolas de rotura. Fueron las ¨²nicas. Y cuando las salv¨® sab¨ªa ya que el australiano se hab¨ªa quedado sin defensas. Ahora el cuadro se le abre. Su pr¨®ximo rival ser¨¢ el peruano Luis Horna (61?), que elimini¨® a Guillermo Garc¨ªa-L¨®pez. Amelie Mauresmo, Marat Safin y Fernando Gonz¨¢lez avanzaron. Guillermo Coria se lesion¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.