Promesas de Bruselas

La gira diplom¨¢tica de la vicepresidenta Fern¨¢ndez de la Vega a Helsinki y Bruselas ha arrancado la solidaridad de la actual presidencia finlandesa de la UE y la promesa del comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, el italiano Frattini, de que trasladar¨¢ a los Veinticinco la necesidad de ayudar a Espa?a para combatir la inmigraci¨®n ilegal. El resultado de la gira no permite dar rienda suelta a un excesivo optimismo, pero al menos ha servido para que la vicepresidenta echara en cara a las autoridades europeas su complacencia frente a un problema que trasciende fronteras. Hace apenas tres meses, Fern¨¢ndez de la Vega regres¨® de la capital comunitaria satisfecha con las medidas urgentes anunciadas por la Comisi¨®n Europea, entre ellas un despliegue mar¨ªtimo y a¨¦reo de vigilancia en las costas canarias y de ?frica occidental en el que participar¨ªan una decena de pa¨ªses miembros de la Uni¨®n. De lo prometido a la realidad dista un abismo. El operativo es raqu¨ªtico y su puesta en marcha, muy lenta. No sorprende, pues, que la vicepresidenta haya transmitido a sus interlocutores su gran decepci¨®n por la falta de agilidad comunitaria, la escasa coordinaci¨®n y la ceguera y la poca solidaridad de los Veinticinco para hacer frente a un problema com¨²n, que afecta primordialmente a Espa?a pero que es de todos.

La Agencia Europea para la Cooperaci¨®n en las Fronteras Exteriores (Frontex) es uno de esos ¨®rganos comunitarios que cuando nacen son presentados como un hito en la Europa unida. Desgraciadamente, cuando deben actuar ante una crisis de calado se ven asfixiados de burocracia y secos de dinero; o si lo hay, est¨¢ atado a muchas condiciones. El operativo europeo que iba a desplegarse en apenas 15 d¨ªas ha tardado tres meses en arrancar. Estaba previsto que tuviera una duraci¨®n de nueve semanas, pero la vicepresidenta ha obtenido el apoyo del comisario Frattini para que se prorrogue hasta fin de a?o. La promesa necesita todav¨ªa el respaldo del Consejo de Ministros de la UE. Para colmo, algunos de los efectivos, como ha ocurrido con una patrullera italiana que deb¨ªa vigilar las costas de Senegal, se aver¨ªan antes de iniciar la misi¨®n. Mientras, los inmigrantes indocumentados siguen llegando, los servicios de asistencia se desbordan y los pol¨ªticos aprovechan para salir de caza y obtener alg¨²n r¨¦dito. Lamentable.

El Gobierno espa?ol, que en las ¨²ltimas avalanchas de cayucos ha padecido cierta dispersi¨®n de acci¨®n y ha seguido una pol¨ªtica informativa cuestionable, quiere convocar lo m¨¢s pronto posible una conferencia de los pa¨ªses mediterr¨¢neos de la UE m¨¢s Portugal con el fin de elaborar un modelo europeo de gesti¨®n de fronteras mar¨ªtimas. No por mucho correr los frutos vendr¨¢n. La idea puede servir de poco si previamente no se prepara un listado de acciones comunes y, sobre todo, si no se logra aunar mucha m¨¢s voluntad pol¨ªtica en la UE.