Corrupci¨®n urban¨ªstica
El urbanismo se ha convertido en una fuente alarmante de criminalidad en Espa?a en los ¨²ltimos a?os. A la simbiosis que se registra en no pocos casos -con Marbella como paradigma- entre la pol¨ªtica y el negocio de la construcci¨®n se suman los desmanes de quienes se sienten seguros de poder hacer lo que les venga en gana para lucrarse. "T¨² eres tonto. Eres el ¨²nico alcalde honrado de Espa?a", le dijo en su d¨ªa Francisco Hernando, Paco el Pocero, promotor del aberrante megaproyecto de viviendas que se est¨¢n levantado en Sese?a, con el consentimiento del PSOE y del PP, al regidor comunista de esa localidad toledana.
Una consecuencia de tanta corrupci¨®n urban¨ªstica que prolifera hoy en Espa?a, sin parang¨®n en los principales pa¨ªses de la Uni¨®n Europea, est¨¢ siendo el descr¨¦dito de las instituciones. ?Qu¨¦ conclusi¨®n debe extraer cualquiera al conocer que poco antes de que un ayuntamiento recalifique un terreno un promotor lo compre a buen precio? El discurso viene al hilo de lo que ha adelantado en una entrevista a este diario el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, sobre los planes para crear unidades de la Benem¨¦rita especializadas en derecho urban¨ªstico y en la investigaci¨®n de patrimonios personales para combatir la lucha contra lo que ¨¦l denomina corrupci¨®n urban¨ªstica de baja intensidad: "Hay una corrupci¨®n relacionada con reclasificaciones, con planes generales, con declaraciones de inter¨¦s social, que los mecanismos actuales de lucha contra la corrupci¨®n no consiguen detectar (...) delitos en los que se produce un trato de favor a un determinado particular, empresario, que puede determinar modificaciones en la normativa urban¨ªstica y por ello recibir alg¨²n tipo de compensaci¨®n".
La idea en s¨ª no es mala, aunque suscita las l¨®gicas reservas sobre la extensi¨®n a los delitos urban¨ªsticos de las amplias competencias de un cuerpo que tiene la doble naturaleza de civil y militar. Es verdad que la Guardia Civil tambi¨¦n se ocupa con relativo ¨¦xito de funciones como la de la conservaci¨®n del medio ambiente a trav¨¦s del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (SEPRONA). El peligro de todo ello es que se solapen investigaciones abiertas por muchas instancias, que no se resuelva nada y al final el ciudadano no tenga m¨¢s remedio que darle la raz¨®n a Paco el Pocero.
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