Nuevos tiempos, ?nueva Cuba?
He aqu¨ª que lleg¨® el momento en que Fidel Castro dobl¨® la rodilla y el tiempo, siempre puntual, toc¨® a su puerta. Ahora ?qu¨¦?, se preguntan, especulan, acad¨¦micos, disidentes, pol¨ªticos, analistas, los medios de comunicaci¨®n. ?Habr¨¢ o no una transici¨®n pac¨ªfica? Pero qu¨¦ transici¨®n, qu¨¦ modelo, qu¨¦ camino tomar.
Lo que sabemos a ciencia cierta es que el sistema como est¨¢ no puede dar de s¨ª mucho m¨¢s. Compaginar inversiones sociales, modernizaci¨®n del ej¨¦rcito, mantenimiento de las redes de seguridad tanto civiles como militares, sin un sistema fiscal de impuestos es y ha sido el modelo puesto en pr¨¢ctica. ?sa, entre otras, ha sido la causa de la depauperaci¨®n de las infraestructuras tales como transporte, vivienda y energ¨ªa, sin mantenimiento posible y sin accesos ni posibilidades de entrar de lleno en una econom¨ªa de mercado, anatema del sistema.
Hace s¨®lo unos meses Fidel Castro moviliz¨® a miles de agentes sociales j¨®venes para cazar a los corruptos que robaban los bienes p¨²blicos. Pens¨¦ en China y la Revoluci¨®n Cultural. Pero esto una vez m¨¢s revel¨® la ceguera de quien no puede ver m¨¢s all¨¢ de s¨ª mismo, de quien no puede escuchar sino escucharse en el solipsismo que siempre le ha caracterizado. Los "corruptos", como se les llam¨®, son la poblaci¨®n entera de la isla que busca c¨®mo subsistir, c¨®mo resolver cada d¨ªa. La pol¨ªtica de la escasez, tanto como la del miedo, son cruciales para mantener a la poblaci¨®n sumisa.
?Entonces, qu¨¦? Hablamos de una isla. Una isla con pocos recursos, excepto el sector agropecuario si fuera bien gestionado, el turismo por sus playas y cayos, algo de n¨ªquel y cobre, y para de contar. S¨ª, queda algo que siempre se olvida, sus recursos humanos.
En este ¨²ltimo caso, habr¨ªa que reconducir a toda una poblaci¨®n a retomar las riendas de su propio destino, desde la capacidad de asumir su propia individualidad por encima de lo que por tantos a?os se ha enmascarado bajo el bien colectivo al m¨¢s bajo denominador. Es posible que la poblaci¨®n, precisamente porque ha tenido que crear una econom¨ªa sumergida, est¨¦ ya preparada para asumir los retos que en una democracia exigir¨¢ el sacrificio de tener que pagar alquiler, y contribuir a una seguridad social para sostener un sistema de salud y de educaci¨®n competentes y libres. Digo libres porque el cuidado m¨¦dico que reciben los extranjeros que visitan la isla para sus tratamientos quir¨²rgicos no es el mismo que recibe la poblaci¨®n en general. Digo libres porque la educaci¨®n est¨¢ severamente matizada por el adoctrinamiento pol¨ªtico.
No se ha cuantificado de manera fiable cu¨¢nto ha representado en t¨¦rminos econ¨®micos para la isla el embargo norteamericano o la Ley Helms Burton. Seg¨²n afirma el Gobierno cubano en las Naciones Unidas, este embargo ha representado p¨¦rdidas por m¨¢s de 79.000 millones de d¨®lares. Tenemos datos de que esta ley, especialmente en lo referente a las sanciones que se aplicar¨ªan a los que comercian con la isla, no ha sido aplicada a rajatabla porque hay intereses comerciales extranjeros que siguen operando en Cuba sin ning¨²n tipo de problemas excepto la burocracia estatal. V¨¦anse, por ejemplo, la preocupaci¨®n de inversores espa?oles durante la guerra del canap¨¦, la competencia entre abastecedores norteamericanos y europeos que se amparan en la cl¨¢usula de ayuda humanitaria de la citada ley. Y, por ¨²ltimo, los acuerdos bilaterales comerciales recientes con China, Brasil, Venezuela, Argentina, entre otros. (Se estima que en 2005 las exportaciones de n¨ªquel ascendieron a 800 millones de d¨®lares; de az¨²car, a 500 millones; de tabaco, a 200 millones, y se estima que el turismo contribuye con aproximadamente 2.000 millones anuales.)
Finalmente, tambi¨¦n fluyen hacia la isla las remesas que env¨ªan los cubanos desde el exterior y que representan una cantidad importante para el pa¨ªs; seg¨²n la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina (CEPAL) rondan los 900 millones de d¨®lares netos. No creo que est¨¦n incluidos en esta cifra los salarios de los trabajadores cubanos enviados por el Gobierno a apoyar a otros pa¨ªses en los sectores salud, educaci¨®n y deporte.
La experiencia de Naciones Unidas en pa¨ªses que se han enfrentado a una transici¨®n, como por ejemplo, Namibia, pa¨ªses de Centroam¨¦rica o ?frica del Sur, plantea elecciones libres y justas; establecimiento de una Asamblea Constituyente o de un Comit¨¦ de Sabios para recoger los puntos de vista de todos los grupos y proceder a elaborar una nueva Constituci¨®n; creaci¨®n de una Comisi¨®n para la Reconciliaci¨®n y la Verdad, que se encargar¨ªa de escuchar todas las demandas contra los ¨®rganos represivos y sus agentes; desmantelamiento de los aparatos de seguridad y su reconducci¨®n a la democracia, con un fuerte componente de educaci¨®n en los derechos humanos; liberaci¨®n de todos los presos pol¨ªticos; abolici¨®n de la pena de muerte, y aplicaci¨®n de todos los Convenios Internacionales que haya firmado el pa¨ªs, entre los cuales figuran el Pacto de Derechos Civiles y Pol¨ªticos, los Convenios contra la tortura, contra la discriminaci¨®n racial y la eliminaci¨®n de la discriminaci¨®n contra la mujer, entre muchos otros.
Si hablamos de la experiencia de las Naciones Unidas, hablamos de cambios de poder y de la filosof¨ªa del mismo en un clima pac¨ªfico, que conllevar¨ªa negociaciones a m¨²ltiples niveles. Por lo cual tenemos que pensar en una transici¨®n de al menos uno a dos a?os, pues cada paso tiene que ser medido conforme a los par¨¢metros de la pluralidad y del consenso entre todos los representantes de la sociedad civil, dentro y fuera de Cuba, as¨ª como del presente Gobierno, que ser¨¢ el que acepte el principio de una transici¨®n. A no ser, claro, que hubiera una sublevaci¨®n popular.
La experiencia de los pa¨ªses que salieron de la esfera sovi¨¦tica ser¨¢ muy importante para evitar en lo posible aquellos errores que pudieron cometer las nuevas democracias. Pero, sobre todo, no debemos olvidar que Cuba es una isla, anclada en el Caribe; que es parte de la comunidad regional de otras islas y Estados colindantes que tambi¨¦n tendr¨¢n una experiencia solvente que ofrecer; que se integrar¨¢ finalmente a la Organizaci¨®n de Estados Americanos, y a las Organizaciones del sistema Bretton Woods, de las cuales ha estado alejada; que deber¨¢ asumir el reto de su reconstrucci¨®n con humildad, utilizando a sus propios profesionales apoyados por el acceso a la informaci¨®n exterior hasta ahora negado. Ha aprendido mucho el cubano a ser autosuficiente, a encontrar donde no hay, y esta cualidad ayudar¨¢ sin duda al proceso que se avecina, que no ser¨¢ un lecho de rosas.
Si, como a veces he sospechado, se inclinara la balanza nuevamente hacia la represi¨®n, la ¨²nica v¨ªa factible y visto el reciente reforzamiento del Partido Comunista, Cuba gravitar¨ªa hacia un modelo chino, salvando las distancias, m¨¢s aperturista hacia el capitalismo e integrado en la Organizaci¨®n Mundial del Comercio.
La paciencia es, sin duda alguna, la herramienta vital en estas circunstancias, pues s¨®lo ella nos indicar¨¢ cu¨¢ndo, parafraseando a la escritora cubana Julieta Campos, se despejar¨¢n las nieblas y, yo a?adir¨ªa, las tinieblas.
Isel Rivero y M¨¦ndez es escritora y fue directora del Centro de Informaci¨®n de las Naciones Unidas en Espa?a.
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