Sufrimiento triunfal

La entereza y la resistencia heroica frente a un rival tenaz y duro como el granito proporcionaron a la selecci¨®n con m¨¢s talento que ha tenido el baloncesto espa?ol una victoria que la sit¨²a a un paso del oro. Para doblegar a la correosa Argentina del gran Gin¨®bili, el equipo espa?ol tuvo que sacar a relucir el car¨¢cter, la fe y la capacidad de sufrimiento de los que no precis¨® en los siete partidos precedentes. Su talento y su espl¨¦ndido funcionamiento colectivo le hab¨ªan permitido ganarlos todos de calle, por aplastamiento. Frente a Argentina, en cambio, sufri¨® lo indecible. Al principio, al final y en medio. Con el agravante de que tuvo que disputar el crucial ¨²ltimo minuto y medio sin Gasol, que se lesion¨® y es casi seguro que no podr¨¢ jugar el gran duelo de ma?ana. Pero el premio es el pasaporte para disputar la medalla de oro, No contra Estados Unidos como se preve¨ªa, sino contra la admirable Grecia. Conocido por su defensa de hierro, el campe¨®n de Europa demostr¨® que tambi¨¦n sabe atacar a base de bien y col¨® a Anthony, James, Wade y compa?¨ªa la friolera de 101 puntos. Ser¨¢ un dur¨ªsimo adversario.

Quedaban 18 segundos. Los argentinos ten¨ªan el bal¨®n. Los espa?oles decidieron no hacer falta

M¨¢s que un partido, los argentinos plantearon un via crucis. En el pecado llevaron la penitencia, pero lograron poner a Espa?a contra las cuerdas y llevarla al borde del ataque de nervios hasta el ¨²ltimo segundo. Fueron ellos quienes tuvieron la ¨²ltima palabra. Pero el tiro de Nocioni no entr¨® y Rudy Fern¨¢ndez captur¨® el rebote de su vida. Entre medias sucedieron mil y una cosas, pero casi todas tuvieron mucho que ver con lo m¨¢s turbio, ¨¢spero y conservador del baloncesto. Si los j¨²niors de oro y sus compa?eros necesitaban demostrar que han llegado a la edad adulta, no pod¨ªan someterse a un examen mejor, a falta de lo que depare Grecia.

El final fue de infarto. Con Gasol retorci¨¦ndose de dolor en el banquillo y toda la cuadrilla maldiciendo el pen¨²ltimo tiro libre de Calder¨®n, escupido por el aro, el quinteto espa?ol se arremang¨® y tom¨® una decisi¨®n capital, la m¨¢s trascendente en muchos a?os. Ganaba Espa?a por un punto. Quedaban 18 segundos. Argentina, que se pas¨® el ¨²ltimo cuarto con la lima en la mano rascando punto a punto los nueve que lleg¨® a ir en desventaja, ten¨ªa la posesi¨®n de la bola. Se decidi¨® en el banquillo espa?ol que no se iba a cometer falta para recuperar el bal¨®n. Se trataba de hacer valer ese punto defendiendo hasta las ¨²ltimas consecuencias. Los argentinos llevaron la pelota al ¨¢ngulo izquierdo de su ataque. Nocioni se levant¨® y efectu¨® un tiro defectuoso. La bola toc¨® en el aro. Quedaban todav¨ªa un par de segundos. Pero Rudy recogi¨® el rechace entre un mar de brazos y Espa?a sell¨® su clasificaci¨®n.

Los argentinos fueron fieles a lo que hab¨ªan pregonado: un partido cerrado, con toda la tralla defensiva posible. Sab¨ªan de antemano que el talento de esta generaci¨®n espa?ola pesa m¨¢s que el suyo, y eso que es considerable y les ha dado el t¨ªtulo ol¨ªmpico y el subcampeonato del mundo. Pero esa idea plane¨® de manera constante sobre el desarrollo de los acontecimientos. Con un Pepe S¨¢nchez fenomenal en la direcci¨®n, tomaron las riendas. No les import¨® cometer faltas a mansalva e interponerse a cualquier precio para evitar las transiciones y la circulaci¨®n r¨¢pida del bal¨®n que le encantan a Espa?a. Oberto se las tuvo tiesas con Gasol. Calder¨®n no logr¨® enchufar el turbo y Navarro se qued¨® m¨¢s seco que nunca. El resultado fue que, tiros libres al margen, la primera canasta espa?ola tard¨® seis minutos en llegar. Los argentinos dominaron el rebote, especialmente el ofensivo, al que acudieron como fieras. Con Gin¨®bili como referente ofensivo y a base de triples, abrieron una brecha notable: 7-18.

La incorporaci¨®n de Sergio Rodr¨ªguez supuso un soplo de aire fresco para el equipo espa?ol. Se teme a veces el exceso de revoluciones del base canario. En esta ocasi¨®n subi¨® un grado la velocidad del equipo y le dot¨® de una mayor capacidad ofensiva. Los suramericanos empezaron entonces a notar el peso de las faltas. Su t¨¦cnico tuvo que preservar durante bastantes minutos a Oberto y acab¨® perdiendo a Delfino. Garbajosa y Gasol se impusieron netamente a los p¨ªvots contrarios, en especial cuando entr¨® en escena Wolkowyski, un gigante con registros muy limitados. Espa?a logr¨® por fin abrir una brecha importante. Estuvo por delante desde que le dio la vuelta a la tortilla en el minuto 15 (31-30). Logr¨® escaparse varias veces. Pero Navarro segu¨ªa sin ver aro y los argentinos continuaban robando balones y d¨¢ndole cuerda al talento resolutivo de Gin¨®bili. Los argentinos hac¨ªan la goma. Espa?a pareci¨® entrar en el ¨²ltimo tramo con alguna tranquilidad (65-59), pero sus contrincantes le pusieron el m¨¢s alto precio a la final. Gan¨® Espa?a en la agon¨ªa, por un punto. Bast¨®. El triunfo vale como nunca. Pero ahora falta el remate en la final de ma?ana frente a Grecia.