La cima estrat¨¦gica del Guadarrama

Cabeza L¨ªjar es una monta?a de 1.824 metros de altura que sirve de puntiaguda frontera entre Madrid, Segovia y ?vila; una cumbre estrat¨¦gica, dominadora del puerto del Le¨®n, que se disputaron con especial fiereza las fuerzas republicanas y las sublevadas en el verano de 1936, hace exactamente 70 a?os. Adem¨¢s de recordar la Guerra Civil -dif¨ªcil no hacerlo, habiendo un b¨²nker en la cima-, la ascensi¨®n a Cabeza L¨ªjar nos va a permitir conocer los pinos m¨¢s viejos de Madrid, alguno de 500 a?os, y gozar de una excelente vista panor¨¢mica, que para eso hay instalado, sobre el b¨¦lico refugio, un redondo mirador.

Nuestro paseo comienza en el embalse de la Jarosa, a dos kil¨®metros del pueblo de Guadarrama, siguiendo la carreterilla que bordea el muro lateral de contenci¨®n y se bifurca a los pocos metros. Por el ramal de la derecha, tambi¨¦n asfaltado pero vedado al tr¨¢fico, ascendemos c¨®modamente a la sombra del pinar. Y as¨ª, en unos tres cuartos de hora, arribamos a una pradera grande y con fuente, donde se unen los arroyos de la Chorrera y de los ?lamos Blancos formando, cuando llevan agua, una hermosa cascada.

Dejando atr¨¢s esta pradera, proseguimos nuestra andadura por la v¨ªa asfaltada, la cual remonta con fuerte pendiente el vallejo del arroyo de los ?lamos Blancos y, luego de cruzarlo, zigzaguea. Mucha atenci¨®n porque, 300 metros despu¨¦s de la ¨²ltima revuelta -una hora y media desde el inicio-, debemos abandonar el asfalto para desviarnos a la derecha por una pista de tierra se?alizada con un n¨²mero 5 de color rojo sobre una roca.

Por este nuevo camino, llegamos un cuarto de hora m¨¢s tarde a la pradera del Asiento del Roble, que esmaltan las florecicas malvas del azafr¨¢n serrano.

Tomando poco despu¨¦s un desv¨ªo a la izquierda, salimos a la carretera (en este tramo, sin afirmar) que va del puerto del Le¨®n a Peguerinos. Con ella subimos cerca de un kil¨®metro, hasta el collado de la Gasca, desde donde, siguiendo las marcas de pintura blanca y roja del sendero GR-10, ya por la misma cresta, nos plantamos en la cumbre como a tres horas del comienzo.

Encaramados en el mirador de Cabeza L¨ªjar, sobre la antigua fortificaci¨®n militar, divisamos medio Sistema Central, desde Pe?alara hasta los m¨¢s altos picos de Gredos. Al norte y a poniente, se extienden los pinares de El Espinar y los que dicen Llanos, de Peguerinos; mientras que al mediod¨ªa, por donde hemos subido, lo hacen los venerables bosques de pino resinero, laricio y albar que ci?en el embalse de la Jarosa y la cruz del vecino Valle de los Ca¨ªdos, otro recuerdo de la guerra.