Carabanchel Alto quiere su biblioteca
Los vecinos reprochan a Aguirre que haya incumplido su promesa de mantener el servicio
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"?D¨®nde est¨¢n, no se ven, las promesas del PP!". Apenas media docena de vecinos de Carabanchel Alto se quejaba ayer, pancarta en mano, de la pol¨ªtica de la presidenta regional, Esperanza Aguirre, mientras aguardaban a que ¨¦sta llegara a un acto oficial. Lo que parec¨ªa una protesta sin m¨¢s trasfondo -como tantas otras en actos oficiales- se convirti¨® pronto en un rifirrafe, en el que acab¨® saliendo a la luz el incumplimiento por parte de la Comunidad de un compromiso hecho un a?o antes a esos mismos vecinos. En aquel momento, la presidenta asumi¨® la responsabilidad de mantener abierta y dotar de personal y libros a la biblioteca municipal Eugenia de Montijo, que iba a ser cerrada por el concejal del distrito, Carlos Izquierdo -que tambi¨¦n estaba ayer-, con la excusa de la inminente construcci¨®n de una gran biblioteca de la Comunidad en el distrito.
"Es insuficiente, no guarda los est¨¢ndares como biblioteca", dice el edil del distrito
"No tienes narices de venir conmigo a que lo veamos", replic¨® la presidenta
A d¨ªa de hoy, la biblioteca en cuesti¨®n es s¨®lo una sala de lectura. Si alguien quiere tomar prestado un libro, debe esperar a que llegue el bibliob¨²s, pero este servicio funciona s¨®lo un d¨ªa a la semana.
Aguirre llegaba ayer a pie al acto, cuando los vecinos se arrancaron: "?La presidenta quiere enga?ar a los vecinos y nosotros no nos chupamos el dedo!", gritaba con un meg¨¢fono Pedro Casas, que pertenece a la asociaci¨®n de vecinos de Carabanchel Alto.
Pero la presidenta no se amilan¨® y se fue directa hacia los que protestaban, dispuesta a escuchar sus cr¨ªticas. Entre los gritos, ella trataba de hacerse entender. Poco a poco se desvel¨® la queja. "Cada vez que hablas de la biblioteca nos dices una mentira", lamentaba Mar¨ªa Jos¨¦ Gallego, una de las vecinas.
En ese momento, Aguirre ret¨® a la vecina: "No tienes narices de venir conmigo a que lo veamos. Vamos a ir a ver si est¨¢n los lotes de libros". Y as¨ª fue. Aguirre se ech¨® a caminar por la calle, acompa?ada de altos cargos y periodistas, para comprobar por s¨ª misma qu¨¦ estaba ocurriendo con la biblioteca que hab¨ªa levantado las quejas vecinales.
Detr¨¢s le segu¨ªan los manifestantes, que canturreaban: "?Menos mentiras, m¨¢s realidades!". Por el camino, se les iba uniendo gente. Algunos vecinos aprovechaban para hacer otras demandas. Como un hombre que le pidi¨® a Aguirre que subiera a la calle de al lado: "?A que vea los parqu¨ªmetros que nos ha puesto el concejal!".
Tambi¨¦n hab¨ªa incondicionales: "Esperanza, eres lo mejor del PP. Con eso de la carretera de los pantanos estoy entusiasmada", le dijo una mujer a la que se par¨® a besar.
Por fin, lleg¨® al centro cultural Garc¨ªa Lorca, en cuya segunda planta estaba la biblioteca, reducida a una sofocante sala de lectura. "Dime ahora si puedo sacar un libro", le ret¨® Gallego a la presidenta. "Protesta menos y mira m¨¢s", le replic¨® Aguirre, observando las estanter¨ªas. Pero por m¨¢s inter¨¦s que se tom¨®, la presidenta s¨®lo pudo demostrar que la sala no hab¨ªa cerrado. Y como dec¨ªa Irene G¨®mez, de la Plataforma de J¨®venes de Carabanchel, una biblioteca sin pr¨¦stamo "no es una biblioteca".
Tambi¨¦n le explic¨® ella a la presidenta que los j¨®venes del barrio s¨®lo tienen 120 plazas de estudio y que el bibliob¨²s que presta libros s¨®lo est¨¢ en la zona los lunes de 11 a 12 de la ma?ana, cuando la mayor¨ªa de los vecinos trabajan o estudian. "Yo promet¨ª que iba a estar abierta y la sala sigue abierta", se justific¨® Aguirre.
Al final, el concejal del distrito tuvo que reconocer que no hab¨ªa tal biblioteca. "Es insuficiente porque no guarda los est¨¢ndares que tiene que guardar como biblioteca", afirm¨® Izquierdo. "Quiz¨¢ lo m¨¢s importante es que se va a construir muy pronto una gran biblioteca aqu¨ª, cerca de la avenida de los Poblados y del metro, un compromiso de esta legislatura", agreg¨®. El nuevo inmueble, que costar¨¢ 79 millones de euros, comenzar¨¢ las obras en noviembre, seg¨²n la Consejer¨ªa de Cultura. Aguirre se march¨® de la sala revelando cu¨¢l ser¨ªa su demanda como vecina: "Que pongan aire acondicionado".
"Os pod¨¦is quedar con mi palabra"
Esperanza Aguirre lleva a gala su disponibilidad a la hora de relacionarse con los madrile?os. Siempre que un grupo de vecinos se presenta en un acto con el fin de hacerle llegar cualquier tipo de demanda, improvisa unos minutos para escucharlos y, con frecuencia, avisa a los t¨¦cnicos de la Comunidad de Madrid para que traten de solucionar el asunto.
Eso fue lo que ocurri¨® el 27 de abril de 2005, cuando miembros de la Asociaci¨®n de Vecinos de Carabanchel Alto -la misma organizaci¨®n que acudi¨® ayer al acto del metro- le pidieron que interviniera para que no se cerrara su ¨²nica biblioteca. Entonces, la presidenta elogi¨® el "ejemplo" que daban estos vecinos al tratar de impedir el cierre.
"Soy la principal interesada" en mantener las instalaciones, les dijo.
No s¨®lo se comprometi¨® a mantener la sala, sino que propuso dotarla de libros y personal para que siguiera funcionando mientras se construye la nueva instalaci¨®n de la Comunidad.
La presidenta no cesaba entonces de instar al concejal del distrito, Carlos Izquierdo, a "comprometerse p¨²blicamente" a mantener la sala. Pero ¨¦ste s¨®lo declar¨®: "Lo miraremos, hablaremos, y si hay que hacer alguna propuesta se har¨¢. Que est¨¦n tranquilos".
Pese a que Aguirre le insisti¨® tres veces, al final tuvo ella que asumir la responsabilidad. "Os pod¨¦is quedar con mi palabra de que desde la Comunidad os daremos libros y personal para que la biblioteca siga funcionando otros cuatro a?os", prometi¨®.
Y para apoyar su compromiso ofreci¨® ella misma a los vecinos el n¨²mero de tel¨¦fono de su despacho particular para que, dijo, "me llamen si no cumplo lo que digo".
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