Homenaje a los 'ni?os' del 37

Eduardo subi¨® a su primer barco en aquella primavera de 1937, cuando las tropas franquistas libraban sus batallas en territorio vasco y se produjo la primera agresi¨®n a¨¦rea indiscriminada sobre una poblaci¨®n civil, el bombardeo de Gernika, el 26 de abril de 1937. Eduardo pas¨® dos a?os en Inglaterra. Fue de los m¨¢s afortunados de aquellos m¨¢s de 32.000 ni?os que abandonaron Euskadi con destino a Francia -unos 22.000 de ellos-, Gran Breta?a, B¨¦lgica, la Uni¨®n Sovi¨¦tica o M¨¦xico.

Ayer, el lehendakari Juan Jos¨¦ Ibarretxe recibi¨® y homenaje¨® a una nutrida representacion de aquellos ni?os de la guerra con motivo del 70? aniversario del comienzo de la Guerra Civil. Eduardo estaba ayer en Ajuria Enea con otros 250 supervivientes de aquella tragedia. Sus padres deseaban alejarles de un conflicto en el que su edad no les libraba de ser objetivo de guerra indiscriminado, la poblaci¨®n civil. Una de las ni?as, Alejandra, estuvo viviendo en Francia con su madre en un desv¨¢n, donde dorm¨ªan en cajas de cart¨®n. Su padre estaba en el Bilbao ocupado, escondido por su pasado como gudari. La abuela de Alejandra, que hab¨ªa padecido la ¨²ltima guerra carlista, hab¨ªa decidido quedarse en su casa y fue la que al final acogi¨® a aquella ni?a y sus hermanos cuando, al regresar, su madre fue detenida y encarcelada en el penal de Ondarreta, en San Sebasti¨¢n.

Ibarretxe asegura a los supervivientes reunidos en Ajuria Enea que van a ver la paz en Euskadi

La vitalidad que trasmit¨ªan todos los presentes ayer en el acto contrastaba con sus biograf¨ªas infantiles, plagadas de tristes recuerdos por una separaci¨®n forzada de sus familias, que en muchos casos no tuvo marcha atr¨¢s.Estaban presentes tres supervivientes que se quedaron para siempre en Gran Breta?a y una decena llegada desde B¨¦lgica. Los dem¨¢s residen en Euskadi.

La portavoz de la asociaci¨®n brit¨¢nica Ni?os Vascos del 37, Natalia Benjam¨ªn, record¨® que fueron 4.000 los acogidos en el Reino Unido. "A pesar del trauma", record¨®, "la estancia en este pa¨ªs result¨® un per¨ªodo feliz para los ni?os".

El lehendakari, acompa?ado por varios de sus consejeros, fue saludando uno a uno a los invitados en la entrada de su residencia. Posteriormente, la comitiva se traslad¨® al jard¨ªn trasero de Ajuria Enea, donde estaba previsto el acto oficial. Con buen tino, Ibarretxe rompi¨® el protocolo y orden¨® la reorganizaci¨®n del espacio. "Estamos con los ni?os de la guerra, pero ya no lo somos ninguno y no es cuesti¨®n de escuchar los discursos al sol. Vamos a sentarnos en la sombra", sugiri¨®, al mismo tiempo que se mov¨ªan las sillas de todos los invitados.

En su discurso, el lehendakari asegur¨® que "los ni?os y las ni?as de la guerra van a ser hombres y mujeres que ver¨¢n la paz en nuestro pueblo". Ibarretxe indic¨® que no se puede construir la paz sobre la desmemoria y agreg¨® que "una cosa es pedir perd¨®n y aceptar ese perd¨®n, que es un camino que deberemos transitar en este pa¨ªs, y otra es olvidar".