Regreso al hogar

En 1994, un desconocido joven de 24 a?os cre¨® con apenas 200.000 d¨®lares una desternillante comedia basada en la pureza del di¨¢logo, la grandeza de la r¨¦plica, cierta incorrecci¨®n pol¨ªtica, un toque cin¨¦filo y una gran frescura en su propuesta. Ambientada exclusivamente en un estanco en el que tambi¨¦n se alquilaban pel¨ªculas y se vend¨ªan diversas chucher¨ªas, Clerks se convirti¨® pronto en una pel¨ªcula de culto para toda una generaci¨®n.

Un total de 12 a?os despu¨¦s, y tras una carrera repleta de bandazos, Kevin Smith, su autor, regresa al universo que le dio fama y a los mismos personajes en Clerks 2, una pel¨ªcula que parece un acto de confesi¨®n del cineasta expresado en boca de sus propias criaturas de ficci¨®n: una d¨¦cada m¨¢s tarde nadie ha crecido, el director no ha tenido m¨¢s remedio que regresar a su ?taca y los chicos del estanco apenas han evolucionado mental o profesionalmente.

El complejo de Peter Pan de Smith es evidente y as¨ª se ocupa de confirmarlo a trav¨¦s de la trama de su nueva obra. Tras fracasar en los preparativos de un Superman para los grandes estudios que no pas¨® de la fase de preproducci¨®n; deambular en comedias sin gracia como Mallrats (1995); provocar sin fundamentos de peso en Dogma (1999); realizar un pat¨¦tico homenaje a la paternidad en la meliflua Jersey Girl, y acertar ¨²nicamente en la preciosa Persiguiendo a Amy (1997), Smith parece haber llegado a la conclusi¨®n de que no quiere crecer en materia profesional. ?l no est¨¢ hecho para la acci¨®n. Su hogar es la esquina de siempre del barrio, su afici¨®n es estar acompa?ado de sus amigos y sus pretensiones no van m¨¢s all¨¢ de ligar de vez en cuando, ver por en¨¦sima vez sus pel¨ªculas favoritas y sacar a relucir sus man¨ªas cinematogr¨¢ficas. En eso consist¨ªa la original Clerks. De eso va esta segunda parte. Y no mucho m¨¢s all¨¢ parece querer llegar el director.

Otro asunto es que la originalidad de la propuesta de 1994 se mantenga intacta. Ya no sorprenden tanto las letan¨ªas sexuales de Jay, la cara de pasmo de Bob el silencioso, la procacidad de Randal y las dudas existenciales de andar por casa de Dante. Sin embargo, aunque su comicidad no siempre acierte en el centro de la diana, Clerks 2 mantiene una peque?a parte de su frescura y, como no, ese inconfundible fanatismo cinematogr¨¢fico de Smith, tendente a definir de la forma m¨¢s sencilla, original y jocosa cualquier pel¨ªcula. Como esa impagable definici¨®n de la saga de El se?or de los anillos como "una pel¨ªcula de gente andando".