Pepe Rubianes suspende su obra en Madrid

El director de Lorca eran todos, Pepe Rubianes (Villagarc¨ªa de Arosa, Pontevedra, 1947), retir¨® ayer del Teatro Espa?ol el espect¨¢culo que estaba programado dentro de un ciclo dedicado al poeta gaditano. "No se puede ir a trabajar escoltado y con tanquetas de polic¨ªa en la puerta protegi¨¦ndote. El teatro hay que hacerlo para disfrutar", dijo Rubianes. Las razones para retirar la obra est¨¢n en el "agresivo y desmesurado ambiente creado por un determinado sector de la sociedad", motivado por unas declaraciones del actor en contra de la unidad de Espa?a. El director del teatro, Mario Gas, al tiempo que niega presiones pol¨ªticas, anuncia que est¨¢ estudiando la posibilidad de renunciar al cargo al frente del coliseo municipal.

Rubianes se refiri¨® al clima de amenazas, insultos y crispaci¨®n que le han llevado a cancelar las funciones que estaban programadas en el Teatro Espa?ol del 19 al 24 de septiembre. "Tengo claro que no se puede ir a trabajar escoltado y con tanquetas de polic¨ªa en la puerta protegi¨¦ndote. El teatro hay que hacerlo para disfrutar", declar¨® a este peri¨®dico. Para el d¨ªa del estreno estaba convocada una manifestaci¨®n de Alternativa Espa?ola a las puertas del teatro para protestar por la puesta en escena del montaje sobre el poeta. "Quiz¨¢s si Gallard¨®n me hubiera dicho 'Adelante, Pepe' yo hubiera seguido. Han aceptado enseguida mi renuncia, y lo entiendo, porque est¨¢n viviendo una terrible situaci¨®n de acoso y derribo. Es demencial. La tensi¨®n de estos d¨ªas ha sido insoportable".

Rubianes habla de manipulaci¨®n. "Han incitado a la gente a que nos lincharan. Me han degradado profesionalmente y han impedido que fuera el p¨²blico a vernos. Yo ya dije bien claro cu¨¢l era 'mi' Espa?a y cu¨¢l no. Desde luego, esa Espa?a que amenaza no es la m¨ªa. Yo no puedo defenderme. No tengo detr¨¢s un peri¨®dico ni una emisora. ?Qu¨¦ es lo que quieren? ?Que me peguen un par de tiros por la calle? No, lo siento. ?Tirar la toalla? Puede entenderse as¨ª, pero yo no soy un h¨¦roe, no soy Espartaco. Si actuara solo en el escenario con uno de mis mon¨®logos quiz¨¢s hubiera seguido adelante, pero no puedo pedirle eso a mi compa?¨ªa. Se trata de la seguridad de 11 int¨¦rpretes". Rubianes niega que se haya censurado su obra. "Me niego a que, en plena democracia, se represente Lorca eran todos con protecci¨®n policial. Ya me pas¨® una vez, cuando hice No hablar¨¦ en clase con Dagoll-Dagom, pero era en pleno franquismo. ?A ese estado de cosas estamos volviendo?".

Profunda angustia

Tambi¨¦n habla de que entre los motivos de su renuncia est¨¢ el respeto a Mario Gas. "Ante cualquier repercusi¨®n que pueda tener este l¨ªo que se traen conmigo, he optado por marcharme y no quisiera que una persona tan v¨¢lida, teatralmente hablando, dimitiera por una causa en la que soy el epicentro; a¨²n existe eso del amor a unos amigos y de la amistad". "Eso s¨ª, me voy con la angustia, muy profunda, de no saber en qu¨¦ pa¨ªs estoy viviendo, porque no puedo creer todo lo que est¨¢ pasando. Yo no puedo trabajar mientras en la puerta hay reventadores con banderas, as¨ª que me piro y ya ir¨¦ a un teatro privado, no quiero que se mancille el nombre de Lorca y menos por parte de los portadores del mismo esp¨ªritu que lo mat¨®".

"?Pero esto qu¨¦ co?o es!", insiste Rubianes. "Y encima ocurre en un teatro por el que han pasado los m¨¢s grandes de la escena de los ¨²ltimos siglos y, entre ellos, el propio Lorca, que estren¨® all¨ª. Pero, ?qu¨¦ quieren?, ?que me maten a navajazos cuatro descerebrados?, ?qu¨¦ me hagan lo que hicieron con Lorca?".