Un cient¨ªfico iconoclasta
El padre de la moderna biolog¨ªa del desarrollo en Espa?a pasa p¨¢gina. Se jubila, a sus 70 a?os, del Centro de Biolog¨ªa Molecular. Aunque sus brillantes hallazgos y su fama de 'ogro' de laboratorio queden atr¨¢s, le sobran fuerzas para defender una nueva propuesta de la teor¨ªa de la evoluci¨®n
Los ¨²ltimos cuarenta a?os, Antonio Garc¨ªa Bellido ha tenido dos famas bien ganadas, ser uno de los mayores genios de la ciencia espa?ola y tener un car¨¢cter intratable. Sin duda, el creador de la moderna biolog¨ªa del desarrollo en Espa?a, una especie de le¨®n de los laboratorios, grit¨®n con sus disc¨ªpulos y terror de las secretarias, que no le duraban m¨¢s de tres meses, se ha dulcificado. Cumplidos los 70 a?os y con menos kilos, lo que aligera unos rasgos f¨ªsicos que siempre fueron contundentes, reparte sonrisas e incluso es capaz de mostrar emociones en p¨²blico, como en el homenaje que, con motivo de su cumplea?os y jubilaci¨®n en el Centro de Biolog¨ªa Molecular, le dedicaron en primavera m¨¢s de un centenar de prestigiosos investigadores en CosmoCaixa de Madrid.
A los 12 a?os se fabric¨® su primer microscopio y convirti¨® la carbonera de su casa en laboratorio. Ten¨ªa claro que no quer¨ªa ser m¨¦dico o ingeniero como deseaba su padre, el prestigioso arque¨®logo Antonio Garc¨ªa Bellido, sino bi¨®logo. Profesor investigador del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas desde 1974, ha pasado muchos a?os y horas trabajando con la mosca del vinagre, Drosophila melanogaster, animal por excelencia de laboratorio, con el que hizo en los setenta un descubrimiento vital para la moderna biolog¨ªa del desarrollo: los organismos tienen una estructura gen¨¦tica modular.
Autor de cientos de publicaciones, premio Pr¨ªncipe de Asturias en 1984 y Nacional de Investigaci¨®n Cient¨ªfica Ram¨®n y Cajal en 1995, miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales y de muchas academias internacionales, puede enorgullecerse de un curr¨ªculo plagado de honores, pero si de algo presume es de haber formado una escuela de bi¨®logos moleculares espa?oles. Un "linaje profesional" de m¨¢s de 55 cient¨ªficos.
En su peque?o despacho del Centro de Biolog¨ªa Molecular Severo Ochoa (CSIC-UAM) -donde seguir¨¢ como doctor ad honorem- se expresa con viveza y espontaneidad, con el lenguaje pol¨ªticamente incorrecto que siempre le ha caracterizado -"es mi obligaci¨®n, y lo que me pide el cuerpo"-, entre toses que no le impiden enlazar un cigarrillo con otro. "Lo tendr¨¦ que dejar". Parece una disculpa en voz alta.
Ha dicho que los cient¨ªficos no pueden vivir sin el reconocimiento de sus colegas. En su homenaje hubo mucho reconocimiento.
M¨¢s que sin reconocimiento, yo dir¨ªa que no pueden vivir sin el conocimiento. La ciencia tiene unos efectos sobre el progreso y tiene que ser conocida; si no, es como si se tirase por la ventana. Reconocimiento, unos lo tienen; otros, no, y no s¨¦ si es bueno o malo. S¨ª s¨¦ que de joven anima a trabajar m¨¢s.
Son momentos un poco agridulces, ?no? Por un lado aflora el reconocimiento a muchos a?os de trabajo, a los logros conseguidos. Por otro, es como si le dijeran a uno hasta aqu¨ª has llegado.
Est¨¢ muy bien visto. Es agridulce, tiene un componente que gusta, el hecho de que te reconozcan y te quieran, porque lo que se mostr¨® en el homenaje fue cari?o y naturalidad expresados espont¨¢neamente, pero al tiempo la sociedad te est¨¢ diciendo que ya no eres necesario, y eso es triste, claro. Es un problema administrativo, te ponen un marchamo y dicen: "Usted ya no cuenta".
?Las neuronas tienen edad de jubilaci¨®n?
No, obviamente no.
?Esta sociedad desaprovecha conocimientos, experiencias impagables?
Sin duda. Estamos desaprovechando una potencia de creaci¨®n todav¨ªa, sobre todo en ciertas ciencias. Y en la biolog¨ªa, que es una ciencia muy compleja donde hay muchas variables implicadas, se adquiere una perspectiva productiva con la edad. En f¨ªsica o matem¨¢ticas siempre se dice que los grandes descubrimientos se han hecho por j¨®venes, por ser ciencias m¨¢s anal¨ªticas. La biolog¨ªa tiene mucho de s¨ªntesis, y esa perspectiva es muy importante. Y si en ese momento tienes que dejarlo todo, eso que pierde la sociedad, que es como decir el conocimiento humano.
Suele decir que a los cient¨ªficos les gusta vivir en la frontera del conocimiento, sentir una especie de v¨¦rtigo. ?A¨²n lo siente?
Lo que se adquiere con los a?os es perspectiva, se empieza trabajando en detalles concretos, pero la ciencia es entender qu¨¦ est¨¢ pasando en un proceso, y eso se adquiere con la edad.
Dicen que tiene un genio terrible, un car¨¢cter de los llamados imposibles.
No soy consciente de ser as¨ª. Act¨²o del modo m¨¢s natural o constructivo posible. ?Que eso puede haberse asociado a cierta dureza, excesivo rigor o aspereza? Es posible. Ahora dicen que he cambiado, que estoy mucho m¨¢s suave, m¨¢s comprensivo, menos agresivo.
O sea, que los a?os han atemperado a aquel le¨®n rugiente que era el pavor de los laboratorios?
Lo importante es lo que la gente ve, y si la gente ha visto eso, resulta v¨¢lido y objetivo. Las personas que me conoc¨ªan m¨¢s de cerca, esos a los que supuestamente yo he chillado, luego me han mostrado gran cari?o y comprensi¨®n, pero eso no quita la culpabilidad que yo haya tenido por mi manera de ser. Los a?os atemperan el car¨¢cter, pero no s¨®lo en mi caso. He conocido al final de sus vidas a personas que ten¨ªan fama de haber sido gente de car¨¢cter, por decirlo de manera suave, y les he encontrado deliciosamente suaves y comprensivos.
Hay quien dice que ese car¨¢cter ha tenido la culpa de que no le dieran el Premio Nobel, pues no supo mantener a su lado un equipo que desarrollara sus ideas.
Si no me han dado el Premio Nobel, es, obviamente, porque no me lo merec¨ªa, as¨ª de sencillo, o porque otros se lo merec¨ªan m¨¢s. Ahora, que sea porque no he sabido mantener un equipo de trabajo? En Espa?a nos nutrimos esencialmente de cient¨ªficos reci¨¦n nacidos, por as¨ª decirlo, no es lo mismo que en otros pa¨ªses donde hay una herencia de equipos formados, aqu¨ª hay que formarlos, y claro, tienen que cambiar, porque la misma persona no se queda m¨¢s tiempo del necesario para hacer su tesis y alg¨²n trabajo. Sin embargo, dicen que hay una escuela de los hijos de Garc¨ªa Bellido, y eso es crear un ambiente?
Parece que ese car¨¢cter fuerte le viene de familia.
S¨ª, mi padre tambi¨¦n ten¨ªa un car¨¢cter fuerte, esto tiene un componente hereditario, como muchas cosas, pero tambi¨¦n un componente educacional. Yo he visto en mi casa esa manera de enfocar los problemas, de una forma taxativa. Mi padre era de humanidades, aunque la arqueolog¨ªa es casi ciencia, y actuaba buscando la raz¨®n, eficacia, sensatez, y, sobre todo, relevancia; hay que hacer cosas que merezcan el esfuerzo.
Hay cierto paralelismo entre el prestigio cient¨ªfico de ambos. De su padre se dice que fue el creador de la moderna arqueolog¨ªa espa?ola, y de usted, el de la nueva biolog¨ªa del desarrollo.
El modelo no est¨¢ en los resultados, sino en la actitud, en c¨®mo se enfoca la vida y en lo que crees que merece la pena. Mi padre era ambicioso, le gustaba el riesgo, y a m¨ª me encanta el riesgo. Creo que la ciencia merece la pena s¨®lo cuando uno se atreve con cosas dif¨ªciles, nuevas y misteriosas; lo obvio lo puede hacer cualquiera. Eso es una actitud.
?Ese riesgo est¨¢ presente en otras facetas de su vida, o s¨®lo en la cient¨ªfica?
Supongo, es una manera de ser.
A los 12 a?os parece que ya ten¨ªa claro que quer¨ªa ser bi¨®logo, a eso se llama vocaci¨®n temprana.
A los 12 no, pero a los 14 o 15 s¨ª. La biolog¨ªa que me atrajo fue una biolog¨ªa de libro. De las lecturas muy pronto me qued¨® claro que el gran misterio abierto en aquella ¨¦poca era la biolog¨ªa del desarrollo. Ten¨ªa muy claro que quer¨ªa seguir mi vocaci¨®n intelectual.
Se necesita mucha seguridad a esos a?os.
O ser muy loco?
Lo que quer¨ªa con la biolog¨ªa era ver c¨®mo era un ser vivo por dentro.
Abrir el juguete y ver c¨®mo funcionaba.
?Y despu¨¦s de casi medio siglo con "el juguete", ha conseguido saberlo?
Obviamente no, pero se ha avanzado much¨ªsimo. Ahora, todas las ciencias biol¨®gicas est¨¢n ya conectadas, nos podemos referir a la psicolog¨ªa en t¨¦rminos de c¨®mo funcionan las neuronas, ver c¨®mo se hacen y establecen sus conexiones, c¨®mo funcionan las c¨¦lulas neuronales y c¨®mo los genes se expresan en ellas y se codifican en distintas prote¨ªnas. Y eso est¨¢ conectado tambi¨¦n con la evoluci¨®n. La biolog¨ªa forma un todo. Cuando empec¨¦, en ciertos aspectos estaba muy en mantillas y con paradigmas equivocados.
Entonces apenas se sab¨ªa qu¨¦ hac¨ªan las c¨¦lulas, y hoy los genes son los protagonistas, y usted habla ya de una tercera dimensi¨®n, de una 'entelequia' que es averiguar c¨®mo se construyen los ¨®rganos.
Y sobre todo, c¨®mo los genes saben que han terminado de hacer un ¨®rgano, cu¨¢ndo est¨¢ completo.
El conocer c¨®mo un gen enciende un interruptor para que un ¨®rgano -el ala o la pata de un animal- se desarrolle, y cu¨¢ndo lo apaga e interrumpe esa operaci¨®n, ?es la gran cuesti¨®n que se plantea hoy la biolog¨ªa del desarrollo?
Yo dir¨ªa que s¨ª. El problema es c¨®mo se hace la forma, por qu¨¦ los ¨®rganos tienen forma. Es un problema de poblaciones celulares, de lo que se dicen unas a las otras para tener m¨¢s o menos c¨¦lulas en una dimensi¨®n; y del tama?o, que es espec¨ªfico de las especies. Todav¨ªa es un gran reto conocer c¨®mo los genes que est¨¢n en las c¨¦lulas hacen que las poblaciones celulares tengan unas dimensiones preescritas por los genes, y c¨®mo se transforma esa informaci¨®n en el tama?o y forma. Es un reto, sobre todo, en ciertos sistemas como los huesos. No sabemos c¨®mo tienen esa forma y ese tama?o espec¨ªfico, y no conocemos los mecanismos que hacen que los sistemas sean finitos, es decir, que tengan dimensiones y formas finitas.
Cuando se descubra sabremos c¨®mo se 'fabrican' los animales, incluido el hombre. Es la respuesta del mill¨®n?
S¨ª, s¨ª. Una de las cosas que la biolog¨ªa se ha encontrado, por sorpresa, es que los genes est¨¢n conservados, que la evoluci¨®n se hace con genes con funciones normales, y esos genes est¨¢n conservados. Los mecanismos por los que unos genes hablan con otros definen el comportamiento celular, y los sistemas est¨¢n conservados. Lo que encontramos en la mosca del vinagre son conocimientos extrapolables a lo que pasa en el hombre.
?En qu¨¦ medida su descubrimiento con genes de la mosca del vinagre -c¨®mo estaban construidas sus alas- ha sido importante para conocer la evoluci¨®n?
Lo que descubrimos supuso saber que los organismos se hacen de formas modulares. El sistema modular de construcci¨®n, que si se debe al trabajo de este laboratorio, ha sido muy ¨²til porque es extensible a todo. Hay m¨®dulos en toda la biolog¨ªa, y eso facilita las cosas porque acerca a entender por qu¨¦ son genes sist¨¦micos -que est¨¢n definiendo espacio-, algo que no pod¨ªamos imaginar. Este laboratorio empez¨® a encontrar genes que defin¨ªan espacio, que defin¨ªan anterior como distinto de posterior, o dorsal de ventral. Es decir, que el espacio est¨¢ definido gen¨¦ticamente, y eso tiene que ver con la evoluci¨®n.
Se est¨¢ gestando una nueva teor¨ªa de la evoluci¨®n, y conocidos cient¨ªficos internacionales, entre ellos usted, est¨¢n a favor de una hip¨®tesis. Si he entendido bien, se postula que la evoluci¨®n no se realiza mediante peque?os y lentos cambios de los animales adaptativos al medio, como dec¨ªa Darwin, sino que se hace de forma m¨¢s radical y mediante los m¨®dulos gen¨¦ticos a los que usted se refiere.
El sistema de construcci¨®n de los individuos, el gran reto -no los detalles, eso es la evoluci¨®n peque?a- es lo que pas¨® en el c¨¢mbrico, la llamada explosi¨®n c¨¢mbrica, donde aparecieron casi de repente montones de tipos, de sistemas de arquitectura animal, nuevos y distintos. Y un gran reto es saber c¨®mo surgieron esos tipos y c¨®mo se han hecho sobre ellos las modificaciones. La pregunta es hasta qu¨¦ punto esos cambios mayores est¨¢n expuestos a selecci¨®n. Y los que trabajamos en biolog¨ªa y gen¨¦tica del desarrollo tenemos serias dudas de que surjan poco a poco.
Cambios r¨¢pidos en la evoluci¨®n. ?De qu¨¦ rapidez habla, de a?os, de siglos?
De pocos a?os? Por ejemplo, la c¨¦lula eucarionte -n¨²cleo diferenciado y citoplasma organizado- es un simbionte, dos bacterias distintas que al principio viven par¨¢sitas una de otra hasta que se combinan. Un suceso puntual, no se hace poco a poco porque no sabes lo que va a salir. Eso es lo que yo llamo proposici¨®n, y la evoluci¨®n ha utilizado proposiciones muy pronto, dando lugar a soluciones distintas, que son los diferentes tipos. En el c¨¢mbrico se ven quimeras que pueden ser mezclas de artr¨®podos y moluscos. Tuvo que suceder muy r¨¢pido, de forma s¨²bita, y no muy expuesto a selecci¨®n. El sistema es muy tolerante, con que tenga descendencia vale.
?Con eso nos cargamos la teor¨ªa de Darwin o s¨®lo avanzamos un paso m¨¢s?
Es un paso m¨¢s profundo que ha permitido la gen¨¦tica del desarrollo. La creaci¨®n de espacio est¨¢ menos expuesta a selecci¨®n, est¨¢ ah¨ª, y lo ¨²nico importante para que lo veamos es que tenga descendencia. Y lo que llamamos adaptaci¨®n, esa noci¨®n que es muy de Darwin y de todo el siglo XIX, es que los sistemas est¨¢n adaptados, que las cosas ocurren porque est¨¢n encontrando un nicho al que van a sacar el m¨¢ximo partido. Seg¨²n la nueva teor¨ªa, son proposiciones que est¨¢n ah¨ª, y las tomas o las dejas. Lo que Darwin propone es el mecanismo de esas variaciones, el origen de las especies, sin saber qu¨¦ son los genes. Darwin no sab¨ªa lo que eran los genes, y tuvo que hacer proposiciones que son v¨¢lidas basadas en la selecci¨®n natural, que a su vez depende de una noci¨®n maltusiana donde los organismos est¨¢n compitiendo unos con los otros continuamente. Y Darwin tiene la genialidad de decir que esa competici¨®n es capaz de crear, porque si t¨² est¨¢s compitiendo y hay una variedad de fondo, est¨¢s creando cosas nuevas. Por tanto, la idea fundamental de Darwin es v¨¢lida, pero no tanto los mecanismos. Y el cambio de mentalidad se debe a los conocimientos de gen¨¦tica del desarrollo, a c¨®mo se hacen los mecanismos con genes, que son los que evolucionan.
Parece que ya tienen en contra a los darwinistas furibundos.
Totalmente. No podemos demostrar esta propuesta. Como no podemos demostrar la teor¨ªa del Big Bang, son proposiciones muy sensatas que encajan y que tienen una explicaci¨®n mejor que la anterior. Con la evoluci¨®n se est¨¢n haciendo proposiciones basadas en nuevos conocimientos, y no se puede demostrar que sean verdad porque estas cosas han ocurrido hace muchos millones de a?os, pero s¨ª decir que son muy sensatas y dan cuenta de por qu¨¦ genes y m¨®dulos est¨¢n conservados. La evoluci¨®n es muy conservadora.
?Y eso qu¨¦ quiere decir?
Digo en broma que la evoluci¨®n ha tenido muy poca imaginaci¨®n, no ha creado cosas nuevas, lo que ha hecho es combinar con resultados inmediatos. Estamos descubriendo que, a diferencia del neodarwinismo, no son los genes, los m¨®dulos de los genes, los que han cambiado. Est¨¢n hechos de una parte que codifica y otra que regula. La mayor¨ªa de la evoluci¨®n est¨¢ basada en las zonas reguladoras pegadas al ADN, m¨®dulos que est¨¢n hechos para ver cu¨¢ndo el gen se expresa y cu¨¢ndo no. El cambio mayor de la evoluci¨®n es en qu¨¦ organismos se expresan los genes y cu¨¢ndo. Ah¨ª es donde la evoluci¨®n ha operado, lo que ha dado la diversidad en los organismos. Darwin no pod¨ªa preverlo. Quedan muchos misterios en biolog¨ªa, y uno de ellos es saber c¨®mo funciona el sistema nervioso.
?Va a seguir trabajando en ello?
Cada vez sabemos m¨¢s, pero quedan muchos misterios en biolog¨ªa, y uno de ellos es el funcionamiento del sistema nervioso.
Ah¨ª topamos con el cerebro, el otro gran desaf¨ªo de la ciencia actual.
Efectivamente. La mayor¨ªa del comportamiento humano o los instintos est¨¢n definidos por la manera en que se hacen las conexiones entre neuronas, y eso es un problema de desarrollo. Por mucho que sepamos c¨®mo funciona una neurona, nos falta conocer la especificidad que tiene a la hora de conectarse con otras, porque eso define la peculiaridad de ese ¨®rgano o ese conjunto de c¨¦lulas. Y ¨¦se es otro de los misterios, c¨®mo transformar desde la estructura que se ve -las conexiones nerviosas- los comportamientos instintivos. No lo sabemos, es una biolog¨ªa que est¨¢ haci¨¦ndose y tardaremos m¨¢s en saberlo.
Cuando se sepa, es obvio que tendr¨¢ unas repercusiones enormes en nuestras vidas.
En nuestra manera de funcionar como individuos de una sociedad animal o humana. Es una cosa parecida a lo que pasa con las c¨¦lulas a la hora de hacer ¨®rganos: est¨¢n las c¨¦lulas y est¨¢n los genes de las c¨¦lulas, en los que est¨¢n escritas las conexiones, pero ?c¨®mo dan lugar esas conexiones a sistemas que tienen efectos como correr, huir, sudar?, ?c¨®mo est¨¢ eso codificado? Pues no lo sabemos.
Se ha pasado la vida encerrado en laboratorios, a veces comiendo al mediod¨ªa unos pimientos y zanahorias entre probetas?
Era lo que te dejaba menos tocado a la hora de seguir trabajando por la tarde, porque si te metes un plato de jud¨ªas, se ha terminado, intelectualmente hablando. Antes trabajaba m¨¢s en el microscopio, con mis manos, pero eso lo he dejado hace a?os y ahora dirijo el trabajo de otros, y eso no puede hacerse muy deprisa porque el cerebro va a la velocidad que va. Hay que reflexionar, pensar m¨¢s de lo que se hace.
Tengo entendido que sigue escribiendo a mano, y en ingl¨¦s, todos sus trabajos. No se lleva muy bien con el ordenador.
Es cierto, no estoy en contra de esas tecnolog¨ªas, pero he llegado tarde.
Suena raro que una persona tan arriesgada en ciencia rechace la nueva tecnolog¨ªa.
Pienso que me ha hecho mucho da?o el tener una secretaria excelente? Me he asomado al ordenador, pero el tiempo que me habr¨ªa costado aprender prefiero emplearlo en escribir. Y antes de escribir pienso mucho lo que voy a escribir, lo punteo, qu¨¦ temas, qu¨¦ orden y contenido va a tener.
?Qu¨¦ lugar ocupan en su vida los sentimientos? Creo que su mujer, Mar¨ªa Paz Capdevila, que era bi¨®loga, le ayud¨® mucho en su trabajo, y que su fallecimiento en 1994 le sumi¨® en una fuerte depresi¨®n.
Fue una enorme ayuda, era muy inteligente y estaba muy bien preparada. Me atrever¨ªa a decir que el laboratorio lo llevaba ella, porque si yo era ¨¢spero, ella era mucho m¨¢s suave y se preocupaba por los otros con un tratamiento humano y agradable. Cuando uno es joven y est¨¢ metido en la aventura de explorar cosas nuevas, no se da cuenta de que el tiempo transcurre y que hay otras cosas adem¨¢s del trabajo. Quiz¨¢ no he prestado la atenci¨®n que deb¨ªa a los hijos, a la vida de familia y, en cierto modo, hasta a mi mujer. Hemos trabajado y viajado mucho juntos, pero cuando me encontr¨¦ solo es cuando me di cuenta de lo que hab¨ªa perdido. Y me afect¨® mucho, estoy afectado todav¨ªa, fue muy duro. Cuando se muri¨®, yo empec¨¦ a bajar, ?por qu¨¦ no decirlo?
Sorprende que un ateo como usted accediera a formar parte de la Academia Pontificia del Vaticano, que debe de estar en contra de todo lo que mantiene como cient¨ªfico.
Est¨¢ llena de ateos? Les llaman como consultores, para que hagan especulaciones cient¨ªficas, y como instructores ante temas que afectan a la Iglesia, como el cerebro y el libre albedr¨ªo. La Iglesia quiere tener esa informaci¨®n, y luego nos hace caso en las cosas triviales, pero cuando el tema es muy serio, lo ignora. He opinado en temas sobre evoluci¨®n, que es algo bastante neutro.
Pero la Iglesia conden¨® el darwinismo.
Bueno, s¨ª, lo condena y lo deja de condenar? La Iglesia ha cogido miedo a esas cosas y s¨®lo interviene cuando hay grandes presiones p¨²blicas, por ejemplo, ahora, con la teor¨ªa del dise?o inteligente. La Academia Pontificia funciona como un senado, con personas conocidas que debaten unos temas, hay ponencias y finalmente se saca o no un escrito.
Me han contado que en cierta ocasi¨®n ech¨® de su laboratorio a un investigador cuando descubri¨® que era cura, porque dec¨ªa que la religi¨®n y la ciencia son incompatibles.
Le dije que si era una persona de creencias religiosas, estar¨ªa muy sesgado a la hora de atacar determinados problemas, que no pod¨ªa tener ese freno. Pero hay cient¨ªficos que son muy te¨ªstas y muy cat¨®licos, es compatible, aunque no en algunos temas. Pero la Iglesia trata ahora de no definirse.
Pero se define, y mucho, en temas como las c¨¦lulas madre embrionarias o la clonaci¨®n terap¨¦utica.
S¨ª, con la biolog¨ªa est¨¢ muy preocupada. Parte de una concepci¨®n err¨®nea, desde mi punto de vista, de que la vida ocurre con la formaci¨®n del cigoto y, claro, a partir de ah¨ª tiene unos problemas enormes, porque ?qu¨¦ hace con los gemelos univitelinos?, ?poseen el mismo alma los dos? Tiene problemas que son incompatibles con la ciencia. Pero la biolog¨ªa, la biomedicina va a tal velocidad que la Iglesia, si no da el visto bueno, tendr¨¢ que callarse. No hay quien pare la ingenier¨ªa gen¨¦tica o la clonaci¨®n terap¨¦utica, todas las mejoras de la biolog¨ªa molecular relacionadas con el desarrollo formar¨¢n parte de la cl¨ªnica, lo pide la sociedad.
Le gusta leer historia y creo que es un experto en historia del descubrimiento de Am¨¦rica. ?Qu¨¦ le aporta en especial?
El conocimiento de que hemos hecho algo bien en la historia. Deber¨ªamos tener la conciencia mucho m¨¢s tranquila que otras culturas coloniales. Se ha dicho que matamos a los indios y no es verdad, se murieron de infecciones. Las cr¨ªticas al descubrimiento fueron producto de la envidia de Inglaterra y Francia, pero ahora hay un cambio de paradigma. Yo dir¨ªa que el ¨²nico orgullo nacional que tengo es el de los exploradores de Am¨¦rica y Ocean¨ªa en los siglos XVI y XVII, fue una labor ingente y maravillosa, con todas sus dificultades y luchas. En ese sentido soy un poco como Cajal, que era muy patriota. Me gusta leer las cr¨®nicas originales y me desespera ver que muchas de las visiones de conjunto de esos hechos hist¨®ricos las han hecho extranjeros. Ahora hay muchas cosas que quiero leer porque no he podido antes. Hay que ser especialista para construir, pero conviene tener enfoques m¨¢s universales.
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