Todos los juicios que se celebren a partir de abril en Catalu?a se grabar¨¢n en DVD

Por medios, que no quede. El Departamento de Justicia gastar¨¢ en los pr¨®ximos meses 12,2 millones de euros para renovar los equipos inform¨¢ticos de todas las salas de vistas de los juzgados y tribunales que hay en Catalu?a, para incorporar un sistemma de grabaci¨®n y reproducci¨®n digital de audio y v¨ªdeo de todos los juicios. Hace unos meses instal¨® el sistema en 15 salas, al finalizar el a?o ser¨¢n 173 m¨¢s y durante el pr¨®ximo a?o, las 310 restantes. La previsi¨®n es que el pr¨®ximo mes de abril hayan concluido los trabajos y se hayan renovado todos los equipos.

La grabaci¨®n de un juicio, incluso de una vista, es obligatoria por ley desde el a?o 2001 en la jurisdicci¨®n civil. Lo que ha ocurrido desde entonces en muchos casos es que el sistema instalado no funciona correctamente, por lo que la grabaci¨®n sirve de muy poco ante la p¨¦sima imagen y el deficiente sonido.

Hace unos meses, el Departamento de Justicia de la Generalitat convoc¨® un concurso para la concesi¨®n del servicio, que finalmente se le ha otorgado a la empresa Fujitsu por 12,2 millones de euros. El sistema que se implantar¨¢ asegura la calidad tanto del sonido como de la imagen y, adem¨¢s, la grabaci¨®n de la vista ser¨¢ indizada, de manera que cuando se reproduzca el DVD se pueda acudir, por ejemplo, a la declaraci¨®n concreta de un testigo, o de un perito.

"Ser¨¢ lo mismo que sucede ahora al visionar una pel¨ªcula en casa y uno puede elegir determinadas escenas con el mando a distancia", explica Manuel Pe?a, coordinador en el Departamento de Justicia de las nuevas tecnol¨®gicas que se est¨¢n implantando.

Actas a mano

Ese avance tecnol¨®gico que no parece tal es un paso adelante en el mundo de la justicia si se recuerda que en la Audiencia de Barcelona todav¨ªa se ven secretarios judiciales escribiendo a mano el acta del juicio; algo que con el DVD resultar¨¢ prescindible. Tambi¨¦n facilitar¨¢ el trabajo en las deliberaciones de los magistrados. El sistema de grabaci¨®n que se aplicar¨¢ tiene tres niveles. El que se instale en la sala de cada juzgado permitir¨¢ la grabaci¨®n de cinco copias simult¨¢neas de la vista. Al acabar el juicio, el abogado tambi¨¦n podr¨¢ llevarse la grabaci¨®n de la vista en una memoria USB.

El segundo nivel se instalar¨¢ en un ordenador central de cada edificio judicial. En los 27 de toda Catalu?a que tienen m¨¢s de cinco juzgados, funcionar¨¢ un sistema de emisi¨®n de copias por si lo reclama alguna parte. Ese sistema, adem¨¢s, permitir¨¢ al juez, desde el ordenador de su despacho, abrir el documento del juicio si desea consultarlo antes de dictar sentencia. Y habr¨¢, adem¨¢s un sistema central que abarcar¨¢ toda Catalu?a y en el que quedar¨¢n grabadas todas las vistas.

Hasta hace poco menos de tres a?os no era extra?o el uso de las m¨¢quinas de escribir en las oficinas judiciales. El Departamento de Justicia ha invertido desde entonces otros 19 millones de euros en renovar todos los ordenadores e impresoras en el llamado programa Iuscat. Ese plan ha incluido el reparto de un millar de port¨¢tiles a jueces, magistrados y fiscales para estimularles y facilitarles su trabajo. Alguno de ellos estaba tan encantando con el ordenador que hasta se lo llev¨® a Madrid cuando cambi¨® de destino y la Generalitat se lo tuvo que reclamar record¨¢ndole que ten¨ªa asignado el uso, pero no la propiedad.

"El cambio tecnol¨®gico en la justicia se empieza a ver a partir de ahora. La idea es que, en poco tiempo, el expediente judicial de un ciudadano sea transparente y pueda saber en todo momento en qu¨¦ fase se encuentra", explica Joan Turr¨®, secretario general del Departamento de Justicia. "?Si pasa con un expediente de Hacienda, por qu¨¦ no puede pasar con un expediente judicial?", se pregunta.

De todas maneras, los responsables de la Generalitat admiten que, por mucha tecnolog¨ªa punta que se instale, no servir¨¢ de nada si no cambian algunos h¨¢bitos judiciales. Por ejemplo, el sarpullido que a¨²n provoca a ciertos jueces el uso del ordenador, lo que les lleva a escribir las sentencias a mano y entregarlas al servicio de transcripciones.