El gran p¨¢jaro de Hitler que se estrell¨® en El Prat
El accidente de un enorme avi¨®n cuatrimotor nazi Junkers-290 en abril de 1945 al aterrizar en Barcelona est¨¢ rodeado de misterio
Un enorme cuatrimotor Junkers-290, uno de los aparatos m¨¢s grandes y formidables de la Luftwaffe, la fuerza a¨¦rea alemana, sufri¨® un accidente al aterrizar en las pistas del aeropuerto barcelon¨¦s de El Prat en abril de 1945, poco antes de hundirse el III Reich. El avi¨®n se sali¨® de la pista y rompi¨® el tren de aterrizaje, por lo que qued¨® inutilizable, aunque despu¨¦s fue reparado y entr¨® luego en servicio en el Ej¨¦rcito del Aire espa?ol. El hecho de que se tratara de un aparato muy especial, del que se fabricaron pocas unidades (medio centenar), varias de ellas dedicadas a misiones secretas y una al transporte personal del mism¨ªsimo Adolf Hitler, ha desatado durante a?os todo tipo de especulaciones con respecto al incidente de Barcelona y dado pie a teor¨ªas conspiratorias. Se ha dicho que el avi¨®n accidentado era el del propio Hitler. Una investigaci¨®n llevada a cabo por este diario desvela parte del misterio de ese oscuro vuelo Berl¨ªn-Barcelona cuando la II Guerra Mundial entraba en su recta final en Europa y los rusos se acercaban a las puertas de la capital alemana.
"El aparato aterriz¨® bien y circul¨®. Lo fren¨¦ y de repente empez¨® a brotar agua"
Considerado uno de los aparatos m¨¢s innovadores de la Luftwaffe, el Junkers Ju-290, un modelo que empez¨® a volar en julio de 1942, fue dise?ado por la empresa de Hugo Junkers como avi¨®n de transporte de gran capacidad y largo radio de acci¨®n y para misiones de patrulla mar¨ªtima y bombardeo -era una verdadera fortaleza volante alemana-. La serie A-5, la variante plenamente operacional y de la que se realizaron m¨¢s aparatos (11), deb¨ªa, adem¨¢s de ser el gran avi¨®n de transporte de la Luftwaffe, reemplazar al c¨¦lebre Focke-Wulf FW 200 C¨®ndor en el papel de ataque al tr¨¢fico mar¨ªtimo aliado y apoyo a los submarinos alemanes. En ese papel recibi¨® el apelativo de Seeadler ('¨¢guila marina'), pero nunca pudo construirse en cantidades suficientes. Las caracter¨ªsticas del avi¨®n, capaz de transportar casi cinco toneladas de bombas, lo hicieron candidato al proyecto Amerika Bomber para bombardear EE UU.
El Ju-290 era un pedazo de avi¨®n que contaba con una tripulaci¨®n de nueve hombres y med¨ªa 28 metros de largo y 42 metros de punta a punta de las alas. Llevaba cuatro motores BMW de 6.920 caballos, su velocidad m¨¢xima era de 440 kil¨®metros por hora, su radio de acci¨®n, de 6.150 kil¨®metros -la versi¨®n A-9 lo aument¨® hasta 8.300 kil¨®metros- y su techo de altitud, de 6.000 metros. Montaba numerosos ca?ones y ametralladoras en torretas, en la cola y en una g¨®ndola ventral, lo que le daba un cierto parecido con el B-29 estadounidense.
Un pu?ado de aparatos fueron apartados de la Luftwaffe y convertidos en aviones de servicio civil y transferidos durante la guerra a la Lufthansa (se ha sugerido que como encubrimiento). Otro reducido grupo fue utilizado directamente para misiones secretas como parte de la famosa Kampfgeschwader (KG) 200, la unidad especial de la Luftwaffe de operaciones clandestinas. Uno de los Ju-290 civiles, seg¨²n algunas fuentes, traslad¨® a altos oficiales nazis de Praga a Barcelona a finales de abril de 1945. Entre los pasajeros se ha se?alado que pod¨ªa haber estado el general de las SS Hans Kammler, que desapareci¨® de la capital checa en las mismas fechas. Kammler, el ingeniero de Himmler, era el jefe del proyecto de cohetes V-2 y se ha especulado con que su huida formara parte de la operaci¨®n Clip de la estadounidense OSS -precursora de la CIA- para hacerse con secretos de tecnolog¨ªa militar alemanes.
En todo caso, el Ju-290 m¨¢s extraordinario fue el de la serie A-7 (A-6 seg¨²n otras fuentes), modificado para ser el Air Force One nazi; es decir, el avi¨®n personal de Hitler.
Adolf Hitler fue un pol¨ªtico pionero en el uso del avi¨®n y el primer jefe de Estado en tener aeroplano y piloto propios a su servicio. Para ¨¦l se cre¨® el famoso F.d.F. (Fliegerstaffel des Fuehrers, 'Escuadr¨®n de Aviaci¨®n del L¨ªder'), que comandaba su piloto favorito, el inefable Hans Baur, antiguo as de caza con nueve victorias en la I Guerra Mundial. El primer avi¨®n oficial de Hitler fue en 1933 un JU-52, al que siguieron otro del mismo modelo y luego un C¨®ndor. Es conocida la an¨¦cdota del vuelo del C¨®ndor, en el que Mussolini pidi¨® a Hitler que Baur le cediera los mandos para pilotar un rato -Hitler acept¨®, pero le susurr¨® a Baur que, por Dios, no dejara de controlar el avi¨®n (v¨¦ase Hitler's personal pilot, de C. G. Sweeting, Brassey's, 2000)-. El aparato destinado a Hitler -Fuehrermaschine- fue cambiando, aunque se conservaba su butaca, la Fuehrersessel -blindada y con paraca¨ªdas en los modelos posteriores-, y otros aviones de gama alta se dedicaron a los grandes dignatarios del III Reich: Hess, Goering, Ribbentrop y Doenitz, entre otros.
Baur se fij¨® enseguida en el Ju-290 como un modelo ideal para transporte de Hitler, pero el nuevo avi¨®n no fue adquirido hasta finales de 1944 y no estuvo operacional, con el a?adido de 50 asientos VIP, hasta febrero de 1945. Baur, que lo estuvo probando en una base en Baviera, pensaba que el aparato se emplear¨ªa para sacar a Hitler y Eva Braun de Berl¨ªn. Sin embargo, Hitler, de hecho, nunca vol¨® en ¨¦l.
Algunas fuentes sostienen que el aparato accidentado en Barcelona ser¨ªa el de Hitler, con un fantasmag¨®rico pasaje de 50 jerarcas nazis. Pero en realidad, est¨¢ perfectamente documentado que el Ju-290 del l¨ªder nazi fue destruido en un ataque a¨¦reo aliado en el aeropuerto de M¨²nich-Riem, adonde lo hab¨ªa llevado Baur, el 24 de marzo de 1945.
Existe una gran confusi¨®n en torno a los vuelos en esa etapa de la guerra, lo cual es l¨®gico si se tiene en cuenta que varios Ju-290, entre otros aparatos, estaban volando m¨¢s o menos secretamente para sacar a gente de Alemania. Uno de esos vuelos con un Ju-290 lo llev¨® a cabo el capit¨¢n Heinz Braun -uno de los encargados de los vuelos clandestinos de la KG 200 (llev¨® armas y agentes a Irak en 1944 en un Ju-290 para luchar contra los brit¨¢nicos)-, que se entreg¨® a los estadounidenses, para escapar de los rusos, con un cargamento de personal femenino (!) de la Luftwaffe. En algunos textos, el avi¨®n accidentado en Barcelona aparece como pilotado por Braun, lo que ha dado pie a todo tipo de suposiciones. Se habla tambi¨¦n de un vuelo fantasma de Braun en un Ju-290 a Barcelona a finales de abril bajo directrices de la RHSA, la oficina de seguridad del Reich, con secretos y mandos nazis, pero no hay constancia documental.
Una publicaci¨®n del Ej¨¦rcito del Aire espa?ol indica que un Ju-290 "aterriza el 5 de mayo de 1945 en El Prat pilotado por el Flugkapitan Baur" (?el piloto de Hitler!). Es obviamente un error. De hecho, Baur estuvo en el b¨²nker de la Canciller¨ªa hasta el suicido de Hitler, el 30 de abril, y escap¨® a pie con otros nazis -y con el retrato de Federico el Grande que le hab¨ªa regalado su f¨¹hrer-, entre ellos Martin Bormann, para caer prisionero de los rusos en las calles de Berl¨ªn e ir a parar al Gulag hasta 1955.En realidad, lo ¨²nico acreditado, a tenor de la documentaci¨®n alemana a que ha tenido acceso este diario, es que el Ju-290 accidentado en Barcelona era uno de los tres que volaban como aparatos de Lufthansa. Antes form¨® parte de la Luftwaffe -con la codificaci¨®n KR+LI-. David Oliver explica en su libro Airborne espionage, internacional special duties operations in the II World War (Sutton, 2005) que esos tres Ju-290 A-5 eran aviones de guerra mar¨ªtima convertidos en transportes de carga y / o pasajeros asignados a Lufthansa para un servicio regular entre Alemania y Portugal, v¨ªa Espa?a, con la misi¨®n prioritaria de llevar materiales estrat¨¦gicos como wolframio y dispuestos para todo tipo de operaciones encubiertas.
Tras su conversi¨®n civil, realizada en 1944, el aparato que nos ocupa portaba la numeraci¨®n D-AITR y se le hab¨ªa bautizado con el nombre Bayeren. Cubr¨ªa la l¨ªnea Berl¨ªn-Barcelona a trav¨¦s del corredor a¨¦reo K22 y lleg¨® a la ciudad, procedente de M¨²nich, en la madrugada del d¨ªa 6 de abril. El avi¨®n apareci¨® alrededor de las 3.28 horas en el aer¨®dromo y lo sobrevol¨® mientras se le lanzaban bengalas de orientaci¨®n. Trat¨® de aterrizar dos veces desde el mar, infructuosamente. Lo hizo finalmente entre una espesa niebla en una pista secundaria corta. El accidente se produjo a las 3.40 horas. El Ju-290 rebas¨® la pista, salt¨® sobre dos cunetas y perdi¨® la mitad del tren de aterrizaje en un arrozal. El comandante era el Flugkapitan Sluzalek -algunas fuentes indican que el nombre de pila era Paul- y le acompa?aban el mec¨¢nico Rebentrost y el radiofonista Schmitske. Otros tripulantes eran Prenschoff, Brauer (la similitud de este nombre con Baur y Braun puede haber inducido a confusiones) y Most. El avi¨®n fue transportado por el personal de tierra hasta los terrenos del aeropuerto y qued¨® depositado all¨ª. El informe del accidente, redactado por el capit¨¢n Sluzalek y que ha brindado a este diario el archivo de Lufthansa en Colonia, explica: "El aparato aterriz¨® bien y circul¨®. Lo fren¨¦ y de repente empez¨® a brotar agua. Pero el avi¨®n circul¨® con facilidad y se detuvo con una sacudida. Pasajeros y tripulaci¨®n resultaron ilesos. Desperfectos en el aparato: rotura del tren de aterrizaje izquierdo".
Las fotograf¨ªas del accidente muestran al gran p¨¢jaro recostado de panza sobre unos campos anegados y ca¨ªdo sobre el ala izquierda. Se aprecian las marcas de identificaci¨®n en el fuselaje (D-AITR) y la esv¨¢stica en el tim¨®n de cola. Los tripulantes fueron internados y nada se sabe fehacientemente de los pasajeros -que los hab¨ªa, porque son mencionados como ilesos en el informe del accidente de Lufthansa y en el del piloto-. ?Viajaban altos cargos nazis en el Ju-290 accidentado?, ?llevaban consigo obras de arte o secretos de tecnolog¨ªa militar? De ser as¨ª, se evaporaron aquella madrugada, envueltos en la misma niebla que hizo estrellarse su avi¨®n.
La historia del gran p¨¢jaro nazi no acaba aqu¨ª. Al finalizar la guerra, el aparato fue confiscado y durante dos a?os permaneci¨® en el aeropuerto barcelon¨¦s hasta que se sac¨® a subasta en un lote de chatarra. El lote fue adquirido por un empresario de Bilbao, Heliodoro Eliorreta, que lo hizo reparar con la idea de, vista su gran capacidad, dedicarlo a transporte de mercanc¨ªas o alquilarlo a Iberia. Finalmente vol¨® hasta Madrid y fue adquirido, en 1950, por el Ej¨¦rcito del Aire, donde se le atribuy¨® la numeraci¨®n 74-23 y pas¨® a formar parte de la Escuela Superior de Vuelo de Matac¨¢n como una especie de Juan Sebasti¨¢n Elcano a¨¦reo. Durante varios a?os se utiliz¨® para los viajes de fin de curso de las nuevas promociones de pilotos y para desplazamientos de personal del Ej¨¦rcito hasta que en 1952 dej¨® de volar por falta de repuestos y fue desguazado.
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