Ir¨¢n

El presidente de Ir¨¢n, Mahmud Ahmadineyad, parece ser un t¨ªo de cuidado: est¨¢ decidido a imponer como sea un Estado teocr¨¢tico en su pa¨ªs, niega que existiera el Holocausto, vacila a la comunidad internacional en el tema nuclear y va mal afeitado y sin corbata. No hay duda de que nos encontramos ante un aut¨¦ntico mentecato, pero tampoco hay que olvidar que fue elegido en forma inequ¨ªvoca por una poblaci¨®n que, ciertamente, no ten¨ªa muchas m¨¢s opciones, pero s¨ª algunas que no ejercit¨®.

Ir¨¢n es un pa¨ªs muy joven: su identidad actual data de 1935. Por supuesto, su antig¨¹edad se remonta al origen de la historia. Durante siglos fue uno de los imperios m¨¢s poderosos del orbe conocido, si no el m¨¢s. En el siglo V antes de J. C. el emperador persa Jerjes I invadi¨® Grecia por tierra y mar con un ej¨¦rcito que Herodoto cifra en un mill¨®n de hombres. Jerjes iba tan sobrado que hizo azotar al mar, irritado por una marea adversa o una calma chicha, no recuerdo. No obstante, fue derrotado en la famosa batalla de Salamina, en la que en rigor no intervinieron soldados, sino marineros, porque fue naval, y en la de Platea, menos famosa pero definitiva. Como los griegos no se tomaban las cosas a la ligera, un siglo y medio m¨¢s tarde Alejandro Magno conquist¨® Persia a sangre y fuego. La dominaci¨®n fue breve, pero Persia ya no volvi¨® a levantar cabeza. Form¨® parte de los imperios romano, bizantino y otomano sucesivamente. Turcos, rusos e ingleses dirim¨ªan litigios en sus tierras. La independencia tard¨ªa se vio condicionada por tres factores: la posici¨®n estrat¨¦gica y el petr¨®leo son dos; el tercero, hoy m¨¢s importante, es la facci¨®n chi¨ª, mayoritaria en Ir¨¢n, mientras que en los pa¨ªses musulmanes de la zona predominan los sun¨ªes, que odian a muerte a los chi¨ªes. Por esta causa, entre otras, en 1980 Irak empez¨® una guerra que dur¨® ocho a?os y que Ir¨¢n no hab¨ªa provocado, porque de todos los pa¨ªses de la regi¨®n, Ir¨¢n o Persia es el que menos conflictos ha causado a sus vecinos y m¨¢s ha padecido.

No es f¨¢cil hoy en d¨ªa defender a Ir¨¢n o a quien manda all¨ª, ni yo lo har¨ªa. S¨®lo sugiero que tal vez el pueblo iran¨ª haya elegido a un chulo de fiesta mayor, que si no les devuelve el esplendor perdido, al menos repite el gesto in¨²til de azotar al mar.