"Es una pena que los artistas s¨®lo opinen de pol¨ªtica"
![Jos¨¦ Andr¨¦s Rojo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F01e0d048-88fa-4aec-b8d2-c37f2d3e0864.jpg?auth=877a80e54029894c6873416ac43945f6f57c34b86884e948aa8bdd03fc509ca0&width=100&height=100&smart=true)
Dice Antonio Gamoneda en el pr¨®logo de El rumor del tiempo (Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores) que la poes¨ªa de C¨¦sar Antonio Molina (A Coru?a, 1952) es "grande, fuerte y reveladora". El libro es una antolog¨ªa que re¨²ne lo m¨¢s selecto de su trayectoria po¨¦tica -ocho libros en espa?ol y uno en gallego- desde 1974 hasta ahora. Antes de embarcarse durante m¨¢s de 10 a?os en el periodismo cultural, antes de dirigir durante nueve el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid y antes de llevar m¨¢s de dos al frente del Instituto Cervantes, C¨¦sar Antonio Molina ya escrib¨ªa versos. "La poes¨ªa es una manera de estar en el mundo a trav¨¦s de la voluntad de comprender a los dem¨¢s", explica. "La poes¨ªa me ha hecho mejor persona, por la sensibilidad que te obliga a cultivar y que te abre a la gente, y me ha hecho mejor lector".
"Es un grave error de estrategia pol¨ªtica ese af¨¢n de sacar las cosas de quicio"
"La poes¨ªa es una manera de estar en el mundo y me ha hecho mejor persona"
Pregunta. ?C¨®mo ha evolucionado ese joven "po¨¦ticamente estrepitoso" del que habla Gamoneda, hasta llegar al otro, al de los poemas in¨¦ditos de ahora, mucho m¨¢s desnudo y sobrio?
Respuesta. Los versos con los que me present¨¦ a Gamoneda estaban llenos de im¨¢genes, de met¨¢foras, eran una explosi¨®n de la naturaleza. Yo crec¨ª al lado del mar Atl¨¢ntico, junto al faro de H¨¦rcules, que tiene m¨¢s de 2.000 a?os. La naturaleza en estado virgen contagi¨® ese pante¨ªsmo que celebra mi poes¨ªa inicial.
P. ?Ha cambiado mucho?
R. En mis versos iniciales ya hab¨ªa un mundo propio conformado. Eso fue lo que vieron Gamoneda, Jos¨¦ ?ngel Valente y ?ngel Crespo, que confiaron en mi obra desde el principio. De lo que se trataba era de saber administrar esa intensidad y energ¨ªa. El tiempo fue templando ese extremismo, de la fiereza del Atl¨¢ntico fui a la calma del Mediterr¨¢neo.
P. El paisaje gallego marca su obra, ?y el entorno familiar?
R. Vengo de familia republicana de varias generaciones. Aza?istas, de Izquierda Republicana. Al terminar la guerra, media familia sali¨® hacia Francia y a la otra media la metieron en la c¨¢rcel. Mi abuelo estuvo en prisi¨®n, y de aquello no se hablaba mucho en casa. As¨ª que crec¨ª rodeado de misterio y silencio, hasta que se fue revelando el enigma.
P. ?Qu¨¦ poetas lo han influido?
R. Gamoneda, Valente y Crespo son maestros indiscutibles. Tambi¨¦n Mar¨ªa Zambrano y Octavio Paz. Me hubiera gustado conocer a Cirlot. Durante los a?os del franquismo eran pocas las voces que cultivaban una poes¨ªa existencial, abstracta, empe?ada en la b¨²squeda del sentido filos¨®fico de la vida, y ¨¦l era uno de esos pocos. La poes¨ªa en Espa?a se cerr¨® en el realismo, hab¨ªa que devolverla al mundo, proyectar su universalidad.
P. ?C¨®mo explica ese af¨¢n permanente por seguir escribiendo cuando lleva a?os en trabajos que deben absorber todo su tiempo?
R. ?lvaro Cunqueiro visitaba con frecuencia nuestra casa y ya desde los 15 a?os me convert¨ª en su lazarillo literario. Lo acompa?aba a todas partes, fascinado por su imaginaci¨®n y fantas¨ªa. Ah¨ª debi¨® empezar todo. Un d¨ªa, ya mucho despu¨¦s, le pregunt¨¦ a Torrente Ballester qu¨¦ hacer para convertirme en escritor. "Escribir todos los d¨ªas un folio", me dijo. Desde entonces he hecho lo posible por saber administrar mi tiempo.
P. Estuvo m¨¢s de 10 a?os dedicado al periodismo cultural, sobre todo en Diario 16, ?ha cambiado mucho?
R. Entonces hab¨ªa mucho m¨¢s espacio para la reflexi¨®n y menos influencia de la industria cultural, a la que no critico pues creo que es fundamental. Que Magris, Tabucchi, Eco, Rushdie, Heaney o Paz escribieran espec¨ªficamente sobre su idea de la cultura fue un lujo. Ahora echo de menos que los artistas o intelectuales reflexionen sobre su propio trabajo. Ya s¨®lo opinan de cuestiones pol¨ªticas.
P. Del periodismo pas¨® a la gesti¨®n cultural cuando lleg¨® al C¨ªrculo de Bellas Artes.
R. No es muy diferente. Antes ped¨ªa un texto a un escritor para una p¨¢gina, entonces tuve que pedirle una conferencia. A los pintores les mont¨¦ una muestra en vez de solicitarles una ilustraci¨®n.
P. Pero all¨ª tuvo que hacer un trabajo m¨¢s pol¨ªtico...
R. Tuve suerte. Al llegar no exist¨ªan muchos lugares en Madrid donde pudieran manifestarse las ideas. Se ven¨ªa de unos a?os de adormecimiento y entonces el C¨ªrculo pudo convertirse en un lugar de libertad, donde pudieron debatirse todas las ideas.
P. El caso Rubianes resucita el recelo hacia las presiones de distintos medios contra determinadas actitudes y obras.
R. Una cosa son las expresiones art¨ªsticas y otra las opiniones personales. Puede interesarme la obra sobre Lorca, pero no lo que diga el que la monta. Es un grave error de estrategia pol¨ªtica ese af¨¢n de sacar las cosas de quicio. La gente es inteligente, y sabe que la agresividad no lleva a buen puerto.
P. ?Cu¨¢les son los grandes desaf¨ªos del Cervantes?
R. Tenemos que aprovechar que Espa?a est¨¢ de moda, que interesa su cine y su literatura. Y que el espa?ol no es s¨®lo Espa?a, tambi¨¦n Latinoam¨¦rica e incluso Estados Unidos, donde ya lo hablan 43 millones de personas. En China nos han reclamado, y dec¨ªan que dentro de 10 a?os ser¨¢n 10 millones de chinos los que hablen espa?ol. Brasil lo ha convertido en la segunda lengua que debe ense?arse en sus colegios. El futuro del espa?ol pasa por Brasil, Asia y Estados Unidos.
![C¨¦sar Antonio Molina, ayer en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YGOLWIXXP5NE2VUXDJWCBQWVB4.jpg?auth=904437340fc00007a4296ea4a181f273b0c856adfe0fbeea38dceb8dd53041f5&width=414)
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