Contra el mal de altura
La selecci¨®n espa?ola femenina lucha por suplir la falta de cent¨ªmetros, y la comparaci¨®n con los 'chicos de oro', en el Mundial de baloncesto
Espa?a vive secuestrada por el s¨ªndrome de Jap¨®n. Juega el Mundial femenino de baloncesto en Brasil. Tiene a una de las mejores jugadoras del mundo, Amaya Valdemoro, segunda mejor baloncestista europea del a?o, un curr¨ªculum que incluye tres anillos de campeona de la WNBA -la NBA femenina-, y unas man¨ªas, una obsesi¨®n por la perfecci¨®n, exageradas. Espa?a, ah¨ª empieza el problema, tambi¨¦n tiene una jugadora que se llama Marta y se apellida Fern¨¢ndez. La hermana de Rudy. Uno de los chicos de oro. El mismo que se dedic¨® a cortar las redes de las canastas cuando la selecci¨®n masculina de baloncesto gan¨® el oro en el Mundial de Jap¨®n, hace dos semanas. Y claro, las chicas viven obsesionadas con las comparaciones.
"Lo de los chicos...es la leche. Con su oro hay m¨¢s seguimiento, y eso nos preocupa, porque nos piden lo mismo y somos diferentes", argumenta Valdemoro, fundamental en la victoria del primer partido del Mundial contra Corea (87-57) y ausente ayer por lesi¨®n en la derrota contra Argentina (64-77). "Todos piensan ahora que somos medalla y no tenemos nada que ver con los hombres, sobre todo f¨ªsicamente. Nosotras competimos a gran nivel con el handicap de la altura. Lo tenemos que compensar con velocidad y defensa".
Espa?a sufre de mal de altura. No tiene cent¨ªmetros. Ni m¨²sculos. Y no es un problema de esta generaci¨®n. "Hay much¨ªsimo futuro. Hay un buen relevo. Lo que pasa es que las que vienen siguen con el mismo problema: son gente que no es alta. Parece que la mujer espa?ola es as¨ª", se sonr¨ªe Valdemoro, que no se queja. "Somos un equipo peque?ito y pele¨®n, pero as¨ª competimos muy bien. Nunca somos favoritos y luego siempre cogemos medalla".
Espa?a lleva tres bronces europeos consecutivos. Y tiene una receta propia, un modo de entender el baloncesto, a la espa?ola: "Luchar es lo que marca la diferencia. Nosotras nos dejamos la piel: tenemos una garra que otras no tienen. Tenemos un desgaste f¨ªsico tremendo. Peleamos cada bal¨®n. Por eso podemos ganar a Rusia, una de las mejores selecciones, como hicimos en el Europeo, y luego perder con gente con la que ellos no perder¨ªan nunca", explica Valdemoro. A la selecci¨®n le espera ahora Brasil, la anfitriona del torneo: "Al contrario que nosotras, tiene jugadoras de dos metros. Por eso hay que sacarlas del partido y asegurar el rebote". Luego, los peligrosos cruces. All¨ª tampoco es Espa?a favorita. Por delante en las apuestas est¨¢n la Rep¨²blica Checa, Rusia, Australia o Estados Unidos - "y estos s¨ª que no son como los hombres, siempre ganan. Son el aut¨¦ntico Dream Team", avisa Valdemoro-.
Contra ellos, Espa?a ofrece dos cosas. Primera: "Sufrimiento. La selecci¨®n engancha con la gente gracias a eso". Segundo: el factor sorpresa. Espa?a no es s¨®lo Valdemoro. "Tenemos a Palau, que es tremenda. A Aguilar, que lo hace muy bien. A Fern¨¢ndez... yo soy el referente, pero hay otras opciones".
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