La econom¨ªa emerge tras la guerra
Los libaneses ven a los 15.000 'cascos azules' como clientes y esperan que la ayuda internacional sirva para reconstruir el pa¨ªs
Ramia Cleane se gana la vida como maestra en un pueblo cercano a Marjay¨²n, ciudad de mayor¨ªa cristiana situada al sur de L¨ªbano. Cobra unos 330 euros al mes (algo m¨¢s que el salario medio) y necesitar¨ªa 150 m¨¢s para no pasar tantas penurias. Acaba de acompa?ar a su madre, Frida, al hospital y se queja de que apenas le han podido atender porque escasean los medicamentos. El edificio est¨¢ enfrente del puesto de Cruz Roja y junto a la explanada en la que las tropas espa?olas tienen previsto establecer su campamento. Ramia cuenta que la guerra agrav¨® el alto desempleo existente y que la mayor¨ªa de los j¨®venes s¨®lo piensa en emigrar.
En el centro de la ciudad, en un amplio cruce de calles donde los edificios dan fe de que all¨ª se libr¨® una batalla cuerpo a cuerpo, Georgette Aswat tiene una tienda en la que vende todo lo que puede. "Despu¨¦s de la guerra ¨ªbamos a cerrar, pero cuando nos enteramos de que iban a venir tropas extranjeras decidimos invertir lo poco que nos queda en el negocio", dice. "Hay gente que prev¨¦ abrir restaurantes y se prepara para suministrar a las tropas lo que necesiten", dice. Muchas personas en los devastados pueblos del sur esperan que los militares extranjeros salgan a comer y a beber, que necesiten un taxi, un gu¨ªa o un traductor, lo que sea. Y ellos estar¨¢n listos para d¨¢rselo; 15.000 cascos azules son muchos clientes potenciales.
Se necesitar¨¢n unos 8.500 millones de euros para poner en pie otra vez a L¨ªbano
La guerra ha destruido 15.000 casas y ha causado p¨¦rdidas de 3.000 millones de euros
"No sabemos en qu¨¦ exacta medida ha afectado la guerra al empleo o a las peque?as empresas, pero desde luego que ha sido devastadora. En Beirut, algunas grandes compa?¨ªas han seguido pagando medio salario a sus trabajadores, pero las medianas y las peque?as han prescindido de mucha gente, sobre todo en la hosteler¨ªa. En los barrios no bombardeados de la capital la actividad se mantuvo un poco, mientras que al sur del r¨ªo Litani la par¨¢lisis fue total", explica Youssef el Khalil, jefe de operaciones financieras del banco central liban¨¦s. "Creemos que ahora que se ha levantado el embargo, la reconstrucci¨®n de las infraestructuras se acelerar¨¢ y, con ello, la recuperaci¨®n econ¨®mica", a?ade.
La guerra, aparte de haberse cobrado casi 1.200 vidas y haber dejado m¨¢s de 4.000 heridos, ha causado p¨¦rdidas por valor de 3.000 millones de euros, seg¨²n cifras oficiales. Adem¨¢s de las 15.000 viviendas destruidas en los barrios chi¨ªes de Beirut, en la Bekaa y del sur del pa¨ªs, hay otras 20.000 casas muy da?adas, as¨ª como 78 puentes y 94 carreteras. En el ¨¢rea donde operar¨¢n las tropas italianas, hay pueblos como Hula donde la gente a¨²n no tiene agua ni electricidad.
"Para que la econom¨ªa recupere el ritmo previo a la guerra, primero hay que atender las labores humanitarias m¨ªnimas, como la vivienda. Despu¨¦s debemos atender las necesidades sanitarias y educativas [las autoridades libanesas prev¨¦n que las clases se reanuden a mediados de octubre]. Al mismo tiempo, hay que coordinar el programa de reconstrucci¨®n y la pol¨ªtica econ¨®mica y, sobre todo, tener cuidado de que los fondos no vayan a las manos equivocadas, como ha pasado otras veces, ni se pierda entre intermediarios. El dinero debe emplearse bien, porque como ya tenemos un grave problema de deuda y de d¨¦ficit p¨²blico, si lo derrochamos la situaci¨®n empeorar¨¢", explica el ex ministro de Econom¨ªa y Comercio liban¨¦s, Samir Makdisi, actualmente director del Instituto de Econom¨ªa de la Universidad Americana de Beirut.
Makdisi y El Khalil coinciden en que la deuda libanesa es una losa que pesa mucho sobre la econom¨ªa del pa¨ªs y que la guerra ha dejado un gran agujero en las arcas del Estado. La recaudaci¨®n cay¨® hasta un 50% en julio y agosto y la inflaci¨®n se dispar¨® ante la escasez de productos, cuya ¨²nica entrada al pa¨ªs era desde Siria debido al bloqueo israel¨ª que dur¨® ocho semanas. Seg¨²n diversas fuentes, la deuda p¨²blica libanesa se ha elevado tras la guerra a unos 33.000 millones de euros, casi el 200% del Producto Interior Bruto (PIB), lo que convierte al pa¨ªs en uno de los m¨¢s endeudados.
El presidente de la asociaci¨®n de importadores, Joseph Aour, cont¨® al diario liban¨¦s The Daily Star que las empresas del sector, que mueven anualmente casi mil millones de euros en mercanc¨ªas, no tardar¨¢n en recuperar el ritmo de trabajo una vez que logren traer a Beirut los cientos de contenedores paralizados en los puertos de Larnaca o Alejandr¨ªa. "L¨ªbano ha pasado por esto 9 o 10 veces desde los a?os setenta, as¨ª que la gente sabe que debe almacenar y racionar los productos en tiempo de guerra", declar¨® Aour.
Mientras los industriales esperan recibir y exportar productos, la banca hace cuentas y comprueba que no tiene de qu¨¦ preocuparse de momento. "Durante la guerra cerca de 1.600 millones de euros salieron del pa¨ªs, pero gracias a un pr¨¦stamo blando que nos dieron Arabia Saud¨ª y Kuwait, pudimos mantener la liquidez del sistema financiero. Ahora ese dinero, mayormente de libaneses, tanto de gente que vive aqu¨ª como de aquellos que tienen doble nacionalidad, en especial canadiense o estadounidense, est¨¢ regresando", asegura el banquero El Khalil.
Junto a los capitales, lo que m¨¢s esperan los libaneses es el regreso del turismo, sobre todo el procedente de los pa¨ªses ¨¢rabes que adelgaza la tarjeta de cr¨¦dito en las tiendas de lujo del centro hist¨®rico. El turismo representa entre un 5% y 8% de un PIB de unos 16.500 millones de euros anuales, seg¨²n El Khalil, y para este a?o se esperaba que dejara unos 2.000 millones de euros en el pa¨ªs. La temporada tur¨ªstica se ampl¨ªa cada vez m¨¢s en L¨ªbano (entre seis y siete meses) gracias a que un turista puede, por ejemplo, celebrar cualquiera de sus fiestas religiosas. En este pa¨ªs de cuatro millones de habitantes y del tama?o de Asturias conviven tres grandes comunidades musulmanas y una decena de cristianas.
"Pronto recuperaremos la inversi¨®n y el turismo, nunca los vaivenes pol¨ªticos o las guerras han paralizado por mucho tiempo a la econom¨ªa libanesa", concluye el ex ministro Makdisi. Para El Khalil, la principal ventaja del pa¨ªs es su flexibilidad. "Aqu¨ª todo es posible, si usted necesita algo, alguien se lo conseguir¨¢ sin dar muchos rodeos. Esto, en el fondo, es lo que realmente reactivar¨¢ la econom¨ªa, nuestro modo de ser", explica el banquero.
El economista Marwan Iskandar, citado por la revista libanesa Le Commerce du Levant, calcula que se necesitar¨¢n unos 8.500 millones de euros para poner en pie otra vez a L¨ªbano. Hasta ahora, el pa¨ªs cuenta con 1.600 millones de euros, entre lo ya recibido y lo prometido por los pa¨ªses europeos en la cumbre de Estocolmo celebrada hace dos semanas, y por Arabia Saud¨ª y Kuwait. Todo esto sin contar a la organizaci¨®n Hezbol¨¢, que ya ha dado 9.000 euros en efectivo a unas 40.000 familias en los suburbios del sur de Beirut y han comenzado a hacer lo mismo en el resto del pa¨ªs.
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