El Sevilla lo hace todo

La Copa de la UEFA es una competici¨®n de amplio espectro. De hecho, se la podr¨ªa definir hasta como estirada, muy estirada. La diferencia de calidad entre unos participantes y otros puede ser tan oce¨¢nica como se pudo comprobar ayer que existe entre el Sevilla, vigente campe¨®n de la competici¨®n y l¨ªder de la Liga espa?ola, y el Atromitos, invitado a la Copa de la UEFA en lugar del moroso con la federaci¨®n continental PAOK de Sal¨®nica. El resultado fue un partido con un m¨ªnimo de emoci¨®n y tensi¨®n competitiva ¨²nicamente en el cuarto de hora final. Pero todo lo hizo el Sevilla, primero arroll¨® al conjunto griego y despu¨¦s se li¨® hasta casi permitir que el empataran.

Los integrantes del Atromitos llevaban toda la semana pellizc¨¢ndose por el hecho de jugar en Europa por primera vez en su historia. En la v¨ªspera, el entrenador del equipo griego, Georgios Parashos, ya avis¨® que lo suyo iba a ser esperar a ver si cazaban un bal¨®n y que esto coincidiera en plena siesta de la zaga sevillista para intentar marcar un gol. Y la verdad es que fue honesto. Sac¨® un equipo al campo con cinco defensas cuatro centrocampistas y un palomero. Un monumento a la casta?a.

Juande Ramos aprovech¨® para dejar en casa a varios jugadores de sus fijos y en el banquillo a otros m¨¢s. El portugu¨¦s Duda debut¨® en partido oficial con la camiseta sevillista y se le notaron las ganas del meritorio. Aparte de sacar las faltas, suya fue la rosca que cabece¨® a gol Kepa al cuarto de hora de partido as¨ª como el segundo tanto sevillista. Bien es cierto que en su gol colabor¨® bastante el portero del Atromitos, que se tir¨® dejando el suficiente hueco entre su tronco -en sentido estricto- y el suelo como para que pasara el bal¨®n camino de la red.

A las ganas de Duda hay que a?adirle la efectividad de Kepa y que marc¨® de nuevo otro de los debutantes, Hinkel, aunque no se espera que se lo cuente a los nietos. A los ocho minutos de salir al campo, se li¨® de mala manera en un despeje y peg¨® un pelotazo en el pecho de Korakakis, que aprovech¨® el rebote franco para superar a Palop a media altura. El fallo de Hinkel le dio un aire inesperado a los griegos, que estuvieron a punto de redondear su hist¨®rico partido con un hist¨®rico empate con un pepinazo de Doe que despej¨® Palop, que tuvo que hacer un parad¨®n en el 82 en un tiro a bocajarro de Sanokho. En dos semanas toca cumplir el expediente de nuevo.