Hablan cuatro inmigrantes
Jaouad no quer¨ªa venir a Espa?a. Lleg¨® con 11 a?os y la documentaci¨®n en regla, reclamado por su madre, que dej¨® Marruecos cuando ¨¦l era beb¨¦. Aqu¨ª no soport¨® las borracheras de su segundo padre, se escap¨® de casa, busc¨® trabajo y fue esclavizado por sus patrones. Fabricaba pal¨¦s hasta las cuatro de la madrugada, dorm¨ªa dos horas encerrado con candado y a las seis le obligaban a reanudar su trabajo. Hasta que un compa?ero suyo logr¨® huir y volvi¨® con la polic¨ªa. El caso salt¨® a la prensa. Jaouad lo narra sin drama en Harragas, un raro ejemplo de teatro testimonio, ideado y dirigido por Marina Bolla¨ªn. Marina le pregunta a Jaouad en escena: "?Y ahora d¨®nde vives?" -En un piso de acogida de la Comunidad de Madrid. "Desde que te fuiste de tu casa a los 14, ?no has vuelto?" -No.
En Harragas, que se representa el fin de semana pr¨®ximo en La Casa Encendida, no hay actores ni interpretaci¨®n. Cada personaje sale y resume su vida, sin literatura: "Aqu¨ª estoy, esto me ha pasado, esto quiero". Abre fuego Lotfi: tiene 18 a?os y mide un metro veinte. Al cumplir los 14, intent¨® embarcar oculto en los bajos de un cami¨®n, pegado al motor. No lo consigui¨®. Observ¨® entonces a la gente que hac¨ªa cola ante el ferry T¨¢nger-Algeciras, decidi¨® echar un cable a una mujer que no pod¨ªa con su maleta, ella toc¨® su cabeza cari?osamente, ¨¦l le sonri¨® y los polic¨ªas, pensando que iban juntos, le dejaron paso. Cuando le pidieron el billete, Lotfi se?al¨® a la mujer de la maleta y sigui¨® adelante. La suerte le llev¨® a Madrid en volandas. De all¨ª viaj¨® a Holanda, buscando tratamiento para la enfermedad que le impide crecer, como a ?scar, protagonista de El tambor de hojalata, pero, al no tener los papeles en regla, los m¨¦dicos le negaron su ayuda. De vuelta a Espa?a, entr¨® en un piso de acogida y consigui¨® tratamiento.
Cautiva la llaneza con que Lotfi y Jaouad explican su peripecia, genuina y vital. Han hecho un viaje decisivo. Jaouad a?ora Marruecos como Ulises ?taca. All¨ª, con 10 a?os, mont¨® un negocio, en el que hac¨ªa 200 euros de caja diarios. Aqu¨ª no tiene donde agarrarse.
Jadiya, la ¨²nica mujer inmigrante de Harragas, lleg¨® a Madrid buscando intimidad. En su casa familiar, en Casablanca, viv¨ªan seis hacinados en una alcoba. Tras escuchar cien veces las mil y una maravillas de la vida en el extranjero, se hizo el cuento de la lechera. "Me voy. Con lo que gane el primer a?o pago la casa de mis padres. El segundo, les compro coche. El tercero env¨ªo a mis hermanas a estudiar fuera; el cuarto, me dedico a viajar por Europa; el quinto regreso a mi tierra y monto un negocio...". Pero no ha conseguido nada de eso. Se vio obligada a hacer jornadas de 16 horas en la casa del paseo de la Castellana donde estuvo sirviendo de interna: limpiaba, compraba, cocinaba, sacaba de paseo a sus ancianos patrones. "Y si me llamaban a las tres de la ma?ana, ten¨ªa que atenderles". Enferm¨® una semana y la pusieron de patitas en la calle. Cuando cuenta en Marruecos lo dura que es la vida aqu¨ª, no la creen, se enfadan con ella, o le reprochan no haber sabido enriquecerse r¨¢pido.
Tarik, ¨²ltimo en entrar en es
cena, lleg¨® a Las Palmas en un mercante: "Sin papeles, trabaj¨¦ de pintor, de alba?il, de panadero...". Los cuatro hablan con Bolla¨ªn del abismo mental que separa Marruecos de Espa?a, de sus creencias religiosas, de c¨®mo ven las relaciones sexuales, de su futuro... Y de lo que puede llegar a costar un viaje en patera: hasta cuatro mil euros, lo suficiente para poner un peque?o negocio en su pa¨ªs de origen. "Existe un bonopatera para varios intentos", afirma la directora.
Su intenci¨®n primera fue llevar a escena una novela sobre inmigrantes. Varios imprevistos y una noticia sobre un japon¨¦s que se planta en las esquinas de Tokio con un cartel que reza: "Te escucho", le hicieron pensar en dar la palabra a quienes no tienen donde expresarse. Harragas se estren¨® hace un a?o. Desde entonces, la vida de alguno de sus protagonistas ha cambiado mucho, y lo cuentan. El t¨ªtulo significa "los que queman", y se refiere a que los inmigrantes prenden fuego a su documentaci¨®n antes de salir. En octubre, la compa?¨ªa act¨²a en Berl¨ªn, y en noviembre, en el Festival Madrid Sur.
24 de octubre. Aranjuez, 3 de noviembre. Rivas-Vaciamadrid, 4 de noviembre.
Harragas. Madrid. La Casa Encendida, 23 y 24 de septiembre. Berl¨ªn. Instituto Cervantes
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