"El mercado laboral no est¨¢ agotado; existe gente que necesita emigrantes"
Marcos Pe?a (1948) recibe en el despacho de la presidencia del Consejo Econ¨®mico y Social (CES), que acaba de asumir, en la ¨²ltima planta del edificio donde estuvo el diario Pueblo. Cuenta con una vista excepcional del cielo de Madrid, a norte y sur, y con el Jard¨ªn Bot¨¢nico y el Prado de vecinos. Tras varios a?os de alto cargo con la Administraci¨®n socialista, en la etapa del PP volvi¨® a su puesto de inspector de trabajo, presidiendo mesas de negociaci¨®n, mediando en conflictos laborales, movi¨¦ndose en un h¨¢bitat en el que se siente muy a gusto. Ha marcado, en su ya larga trayectoria de 35 a?os, un territorio de tolerancia que le permite recordar con orgullo que el Parlamento ratific¨® su nombramiento por unanimidad.
"Mientras no existe capacidad de di¨¢logo para acuerdos en temas pol¨ªticos, la patronal y los sindicatos pactan en temas conflictivos"
"Los sindicatos y la patronal han contribuido a que el pa¨ªs sea m¨¢s laico y dialogante. Han fortalecido la tolerancia, la capacidad de entender al otro"
Pregunta. ?Cree que el CES necesita cambios?
Respuesta. El papel est¨¢ perfectamente definido en la ley: reafirmar la presencia de los agentes sociales en los asuntos que le son propios y que el Gobierno oiga sus planteamientos al adoptar medidas que les afectan.
P. ?No cree que adolece de no ser m¨¢s que un foro de an¨¢lisis?
R. No es ajeno a lo que estoy diciendo. El peligro es el exceso de originalidad e inteligencia: eso de vamos a inventar cosas. Alguien podr¨¢ pensar que el CES est¨¢ burocratizado, pero no. Se han hecho informes de enorme importancia sobre inmigraci¨®n, temporalidad, dependencia... La Memoria, en la que vamos a profundizar.
P. A veces da la sensaci¨®n de que no se hace caso a los informes.
R. Bueno hay que asumir que el CES no gobierna. Aqu¨ª hay que opinar sobre lo que te digan. Los pa¨ªses est¨¢n necesitados del poso de la reflexi¨®n serena al margen de la convulsi¨®n inmediata del debate pol¨ªtico. Eso enriquece a un pa¨ªs, lo hace m¨¢s condescendiente.
P. Hablaba de inmigraci¨®n, ?es el problema que m¨¢s le preocupa?
R. Si tengo que jerarquizar, el primer problema es el conocimiento, la formaci¨®n, el I+D+i. S¨¦ que a la postre se aplica mal, pero desde hace tiempo estoy convencido de que estamos en una sociedad distinta, la del conocimiento, y que hay que apostar como sea por ella. Hay que entrar de cabeza. Eso no es exportable como una f¨¢brica.
P. La temporalidad no ayuda a ello y este pa¨ªs bate r¨¦cords.
R. En los noventa daba p¨¢nico, ahora va mejor. No me escandaliza, porque es verdad que hay elementos que la explican (el pa¨ªs es estacional, de servicios, la temporalidad administrativa p¨²blica es muy elevada); pero tambi¨¦n lo es que afecta a la formaci¨®n y, por tanto, a la integraci¨®n en la sociedad. Existen otras segmentaciones que demuestran que el mercado no est¨¢ bien articulado: distribuci¨®n geogr¨¢fica (una horquilla que va del 4% al 18% de paro seg¨²n zonas); hombres y mujeres; j¨®venes y no j¨®venes; extranjeros y no.
P. Y la siniestralidad, que sigue siendo una lacra.
R. Este tema es el que peor llevo, porque soy consciente de haber sacado la Ley de Riesgos Laborales con Gri?¨¢n
[ministro de Trabajo con el PSOE con el que Pe?a fue secretario general de Empleo] y no comprendo por qu¨¦ tenemos esos ¨ªndices tan elevados. Pensar que la inspecci¨®n puede acabar con ella sin la complicidad de los agentes sociales es imposible.
P. ?Hay capacidad para absorber m¨¢s inmigrantes?
R. Lo que no tenemos es capacidad para saber cu¨¢l es la capacidad que tenemos de absorber m¨¢s inmigrantes. La inmigraci¨®n se debe contemplar desde una doble consideraci¨®n. La primera, de agradecimiento, porque ayuda a crear riqueza, al incremento de la calidad y de la econom¨ªa. La otra es si es legal o no. Pueden venir m¨¢s o menos inmigrantes, pero no puede venir nadie ilegalmente.
P. ?C¨®mo?
R. Es muy dif¨ªcil. Una de las formas es la represi¨®n: aqu¨ª no se puede trabajar ilegalmente. Evidentemente, podemos apelar a la compasi¨®n. Para resolverlo habr¨ªa que invertir en aquellos pa¨ªses exportadores de mano de obra. Pero hasta entonces, nos tendremos que defender. Defender de lo ilegal, no del emigrante. La verdad, yo creo que nuestro mercado laboral no est¨¢ agotado. El mercado de trabajo no es una cosa est¨¢tica. Y frente al lenguaje oficial existe otro de gente que necesita emigrantes. Por otro lado, la imagen que se nos da de la emigraci¨®n es excesivamente dram¨¢tica. Vamos a ser m¨¢s comprensivos, pero cumpliendo la ley.
P. Parece que el problema de las pensiones se ha aliviado gracias a la inmigraci¨®n, ?no?
R. Sinceramente, creo que las pensiones van a estar sometidas a un proceso permanente de ajuste. He vivido situaciones que preve¨ªan futuros muy dram¨¢ticos, pero al final no se produjeron los efectos perversos pronosticados. Los soci¨®logos hablan de la falacia exponencial: con los datos actuales los elevas a 50 a?os, y dices: la ruina, el caos. No tenemos ning¨²n elemento elaborado de pensiones que valore m¨ªnimamente el factor emigraci¨®n. ?Era tan impensable cuando se estaba hablando constantemente como problema inminente? En fin. La caja est¨¢ saneada. No es un tema de los que m¨¢s me preocupe. La derecha ha incorporado el Pacto de Toledo a su acervo, y ya nadie piensa que el sistema se va a privatizar. Eso se ha conseguido, que no es poco.
P. ?Van a entrar los aut¨®nomos en el CES?
R. Est¨¢ pendiente de que se debata. Es complejo y no pac¨ªfico.
P. ?Por qu¨¦ no es pac¨ªfico?
R. Porque significa cambiar el acuerdo que dio origen al Consejo.
P. ?Qui¨¦n se opone?
R. Yo creo que nadie, lo que sucede es que la apertura del mel¨®n tiene efectos desconocidos. Es un asunto sometido a la negociaci¨®n y a la raz¨®n.
P. ?Usted est¨¢ a favor?
R. S¨¦ que esas modificaciones son complicadas y s¨¦ una cosa que este pa¨ªs recuerda mal: que la representatividad de los sindicatos y de las patronales es mucho m¨¢s potente de lo que se piensa. Aqu¨ª est¨¢n representados millones de trabajadores e infinidad de empresas. Y es que se hace una consideraci¨®n un poco raqu¨ªtica de la patronal. Comisiones y UGT ten¨ªan una cultura democr¨¢tica y asociativa hist¨®rica; pero la patronal, no. Habr¨ªa podido salir por cualquier sitio, dar una desbandada, un ataque a la convivencia democr¨¢tica; pero no, ha respondido. Ha contribuido, junto a los sindicatos, a que el pa¨ªs sea m¨¢s laico y m¨¢s dialogante.
P. Cuevas se va a poner content¨ªsimo.
R. Somos amigos desde hace mucho tiempo. Hubo un momento en que el marco institucional no estaba hecho y lo pactaron los sindicatos y la patronal. La crisis industrial fue tremenda y la pactaron ellos. La reforma actual del mercado de trabajo, tambi¨¦n. Mientras no existe capacidad de di¨¢logo para acuerdos en temas obvios a nivel pol¨ªtico, la patronal y los sindicatos pactan en temas conflictivos. Es gente que ha fortalecido el di¨¢logo, la tolerancia, la cultura y la capacidad de entender al otro. El esfuerzo de la raz¨®n. Y es que los l¨ªderes sindicales y patronales se est¨¢n viendo todo el d¨ªa. Eso no es nada caprichoso ni gratuito, produce efectos positivos al pa¨ªs.
P. ?El CES ayuda a ello, no?
R. El CES es un v¨ªnculo de uni¨®n. Se caracteriza porque la componen empresarios y sindicatos, es decir, representa el conflicto y, sin embargo, expresa el consenso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.