Acero toledano
Rubio oxigenado, pelopincho, extravertido y dicharachero, justo lo contrario que el soseras de Mick Doohan, su ¨ªdolo reconocido, un tipo que sal¨ªa dando gas a fondo para poner tierra de por medio ante sus rivales, escap¨¢ndose como un misil en pos de un triunfo seguro la mayor¨ªa de las veces. En ese aspecto no hay duda de que le sigue casi a rajatabla -sus mejores carreras tambi¨¦n son recitales en solitario- y, encima, se ha proclamado campe¨®n mundial en casa de Cocodrilo Doohan, en las ant¨ªpodas de su Toledo natal. Parece que el circuito australiano se muestra especialmente favorable para los deportistas espa?oles -Pedrosa se coron¨® all¨ª en dos ocasiones-, pero lo de este joven piloto de brillantes ojos azules que milita en el equipo de Aspar estaba cantado: ha dominado el campeonato de principio a fin.
?lvaro Bautista Arce (Talavera de la Reina, Toledo; 1984) viene de la misma hornada que Dani Pedrosa, Joan Oliv¨¦ y Ra¨²l Jara. Los cuatro fueron forjados en la Copa Movistar, una exitosa f¨®rmula de promoci¨®n que ha servido para extraer lo mejor de la cantera espa?ola moderna. Sin embargo, su suerte ha sido desigual. Los tres catalanes saltaron al Mundial de la mano de Alberto Puig con los resultados que ya conocemos: Pedrosa, siempre en los mejores equipos oficiales, es la gran revelaci¨®n; Oliv¨¦ sigue batallando con material de segunda fila en escuder¨ªas privadas para demostrar su calidad indudable, y Jara termin¨® dej¨¢ndolo, aunque contin¨²a en la ¨®rbita de Puig y Pedrosa, de quien es amigo ¨ªntimo.
Otro camino
La evoluci¨®n de Bautista sigue otro camino. Lo encaramaron a una moto cuando s¨®lo ten¨ªa tres a?os y en 1993 ya estaba disputando carreras de minimotos. En 1994 fue subcampe¨®n madrile?o a pesar de competir con rivales de m¨¢s edad, pero en 1995 empezar¨ªa a encadenar t¨ªtulos absolutos en la modalidad hasta dar el salto a la Copa Aprilia 50 en 1998. Alberto Puig lo descubri¨® al a?o siguiente y la carrera deportiva de ?lvaro tom¨® un sesgo nuevo al introducirse en el Campeonato de Espa?a de 125cc con el equipo Belart. En 2001 fue subcampe¨®n y un a?o m¨¢s tarde debut¨® en el Mundial. Con el t¨ªtulo nacional de 2003 en el bolsillo, ingres¨® en las filas del equipo Seedorf Racing, propiedad del ex jugador del Real Madrid. Su primera campa?a completa (2004), la termin¨® en la s¨¦ptima posici¨®n de la tabla al conseguir cuatro podios. Sin embargo, su aciago 2005 al manillar de una Honda har¨ªa dudar a muchos: no pas¨® del 15? puesto final.
Pero Jorge Mart¨ªnez, Aspar, vio en el toledano una apuesta segura. As¨ª fue Bautista a recalar en una formaci¨®n repleta de potentes promesas valencianas. El cambio a Aprilia fue la mejor medicina para ¨¦l. Y la honestidad de Aspar: todos sus hombres llevan el mismo material, no hay preferencias, ni m¨¢s ordenes de equipo que evitar la rivalidad excesiva. Lo que Aspar les pide a todos es juego limpio y que gane el mejor, el m¨¢s r¨¢pido sobre la pista. Si Bautista se ha impuesto ha sido por su habilidad al manillar de la moto, no por la ayuda de sus compa?eros de equipo -tampoco se lo han impedido-, algo que hemos podido contemplar a lo largo de este Mundial. Siete victorias y cinco poles positions en esta temporada. S¨®lo se ha quedado apeado del podio en una ocasi¨®n, en el Gran Premio de Francia, que termin¨® el cuarto, y no ha finalizado en otra, el de Alemania -se cay¨® dos veces en los entrenamientos-, por culpa de una aver¨ªa mec¨¢nica. El a?o que viene dar¨¢ el salto a los 250cc. Por su temple, Bautista tiene un puesto garantizado entre los mejores.
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