Envase y contenido
En la clausura de la Conferencia Pol¨ªtica del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero reafirm¨® casi todas sus l¨ªneas de acci¨®n pol¨ªtica y casi todos sus estilos o modos de gobernar. As¨ª lo demuestra su rechazo a la impaciencia en el espinoso proceso de negociaci¨®n del fin de la violencia en Euskadi, precisamente cuando se esperaba que diese una fecha para el inicio del proceso; o el reconocimiento p¨²blico a la aportaci¨®n de la derecha democr¨¢tica a la democratizaci¨®n del pa¨ªs, acompa?ada de la descalificaci¨®n de la extrema derecha que pretende "revisar la historia" y deslegitimar las elecciones; la llamada inequ¨ªvoca al voto joven, con la promesa de un plan en toda Espa?a encaminado a construir 10.000 viviendas de alquiler para j¨®venes universitarios y becarios de investigaci¨®n. Rodr¨ªguez Zapatero entiende la pol¨ªtica pr¨¢ctica como un medio para extender los derechos y el bienestar social, y precisamente esa concepci¨®n es la que, en opini¨®n de los estrategas del partido, conecta al PSOE con la modernidad.
El discurso de ayer del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE prolonga el objetivo de la conferencia de Madrid, que se ha planteado como un intento de abrir v¨ªas alternativas de participaci¨®n con ayuda de las nuevas tecnolog¨ªas. El debate previo de ponencias y enmiendas se ha presentado en formato digital. Y se ha lanzado un canal de televisi¨®n, que sus promotores han presentado como cauce directo de canalizaci¨®n de las cr¨ªticas, sugerencias y opiniones de la gente hacia el partido, y de informaci¨®n y respuesta del partido hacia la gente.
A fines de la d¨¦cada de 1980, los socialistas, que llevaban un lustro en el poder, lanzaron un debate, bautizado como Programa 2000, que ten¨ªa la pretensi¨®n de comprometer a cientos de miles de personas, no necesariamente identificadas con el PSOE, en debates sobre m¨²ltiples cuestiones te¨®ricas unidas por la pregunta que entonces se consideraba crucial: c¨®mo hacer compatible la gesti¨®n socialdem¨®crata con los fines del socialismo. Aquello produjo documentos te¨®ricos interesantes, pero su influencia en la pol¨ªtica gubernamental fue escasa: hab¨ªa otras urgencias, como demostr¨® la huelga general de 1988. M¨¢s tarde ha habido otros intentos de implicar a sectores m¨¢s amplios en el debate, como la propuesta de participaci¨®n de los simpatizantes en las primarias. Ninguno ha cuajado.
Ahora se trata de atraer a esos sectores, sobre todo j¨®venes, mediante un debate orientado a mejorar la calidad de la democracia. Est¨¢ bien, pero de los discursos e iniciativas se desprenden dos problemas: uno, que parece darse m¨¢s importancia a la presentaci¨®n que a los contenidos. De poco servir¨ªa interesar a los j¨®venes en los instrumentos digitales de comunicaci¨®n si los dirigentes no los utilizan para dar cuenta de sus pol¨ªticas, incluyendo los cambios introducidos en las mismas, como ahora con la inmigraci¨®n. Y dos, que la renovaci¨®n de mensajes es incompatible con los excesos de autocomplacencia: la l¨®gica satisfacci¨®n con los avances en pol¨ªticas de extensi¨®n de derechos no deber¨ªa hacer olvidar la continuidad de problemas que la ley no puede resolver por s¨ª sola (violencia contra las mujeres, empleo sumergido), y la aparici¨®n de otros nuevos derivados, en parte, de errores de c¨¢lculo en las pol¨ªticas aplicadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.