"La experiencia humana se ha reblandecido"
Rev¨®lver, jaguar, locura, amor. Las palabras bailan en la cabeza mientras uno se dirige a hablar con Guillermo Arriaga, el novelista y cineasta mexicano bien conocido como guionista -aunque ¨¦l prefiere la expresi¨®n "escritor de cine"- de Amores perros. Arriaga est¨¢ en Barcelona con su ¨²ltima novela, El b¨²falo de la noche (Belacqua), debajo del brazo. Es ¨¦sta una novela hipnotizante y extrema, que supura una violencia ¨¢spera y al mismo tiempo rezuma sentimiento, una delicada y extra?a sensibilidad. Algunas escenas se quedan prendidas a la memoria, y no parece que vayan a borrarse pronto: la bala que cruza en diagonal el cerebro de Gregorio -el suicida amigo del protagonista-, al igual que su insanidad mental atraviesa en estampida la novela; el gato triturado en el motor de un autom¨®vil, el jaguar balaceado del zool¨®gico de Chapultepec; Manuel, el muchacho protagonista, desgarrando con los dientes en un motel el trozo de s¨¢bana con la sangre virginal de su amada Tania.
"Cine y literatura son dos partes de lo mismo", dice el guionista de 'Amores perros'
Arriaga es un hombret¨®n de 47 a?os que da la mano con la fuerza que se le supone a alguien que de tanto pegarse con la gente lleg¨® a perder el sentido del olfato. Le apasiona la caza de venados y quiso boxear, pero en sus ojos y en su forma de hablar anida esa misma sensibilidad que late en la novela entre tanta dureza.
"El b¨²falo de la noche es b¨¢sicamente una novela de amor, como todo mi trabajo", afirma. "La han recibido muy bien sobre todo los menores de 30 a?os, que se ven plenamente identificados en ella. Parece que esos j¨®venes a la deriva que describo conectan con otros de su edad. Para ellos lo escrib¨ª".
La novela, contin¨²a, "es una reflexi¨®n sobre la identidad a partir del amor y una muestra de c¨®mo pesan los muertos sobre los que les sobrevivimos". En la obra, un joven esquizofr¨¦nico que se ha matado de un tiro marca la existencia de su mejor amigo y su novia (que ha sido amante de ambos). Ha dejado una caja con un extra?o mensaje y siguen llegando cartas que envi¨® antes de suicidarse. El mundo animal tiene un gran peso en la narraci¨®n: desde las tijeretas que el psic¨®tico imagina recorriendo su cuerpo hasta el b¨²falo que se han tatuado los dos amigos y que simboliza la carga brutal de la locura. Tania dice en la novela: "Antes que seres humanos somos animales, y mucho antes, demonios". "Cada vez percibo m¨¢s lo que se mantiene en nosotros de instintivo. Los c¨®digos de territorialidad, de cortejo. Esa animalidad que subyace en nosotros es algo com¨²n a todos los seres humanos. Siento una profunda atracci¨®n por lo animal. Hay una desesperaci¨®n animal que es profundamente humana".
Otro eje de su narraci¨®n es la locura. "M¨¢s que miedo a la muerte, lo que marca nuestra ¨¦poca es el miedo a la locura. He conocido de cerca el mundo de la locura, hice pr¨¢cticas en un psiqui¨¢trico y he tenido amigos que la han sufrido. No deja de sorprenderme la manera que tiene la locura de codificar el mundo. La locura, el suicidio... Siempre que presento la novela alguien me dice: 'Mi hermano se suicid¨®'. Es la segunda causa de muerte de los j¨®venes en M¨¦xico".
En la novela hay una gran carga de violencia. "Yo no doy un valor positivo a la violencia, estamos demasiado acostumbrados a la banalizaci¨®n de la violencia. He vivido la violencia y le doy su gravedad, su peso. No creo que sea s¨®lo algo mexicano, la he visto en Madrid. Hay que reconsiderarla art¨ªsticamente para aprender de ella, pero nunca he tratado de glorificarla".
En El b¨²falo de la noche los cuerpos adquieren una materialidad casi t¨¢ctil. "La corporalidad sigue siendo algo resbaloso en nuestra sociedad. Hemos perdido contacto con la naturaleza y con nuestro cuerpo. Hemos reprimido oler, lamer, la cercan¨ªa del otro, igual que hemos aprendido una forma as¨¦ptica de despachar a los muertos. No acepto esa negaci¨®n de la decadencia, ese borrar la celulitis y las cicatrices. He querido devolver la corporalidad a la narraci¨®n".
El centro de la novela es lo que dice Manuel, joven ¨¢lter ego de Arriaga, "la sensaci¨®n de la oveja que ve espantada c¨®mo mueren sus compa?eras degolladas por un lobo hasta que se mira en el espejo y ve que ella es el lobo".
?C¨®mo justifica su pasi¨®n por la caza? "La experiencia humana se ha reblandecido, todo es un hecho sustitutivo, las experiencias reales han dejado paso a los deportes de riesgo. Para m¨ª la caza, cuya pr¨¢ctica me ha costado que me insultara alguna gente, es una extensi¨®n de mi inter¨¦s por la naturaleza y la muerte. Hemos de aceptar la naturaleza con todas sus consecuencias".
El cine, en fin. Le habr¨¢n dicho que su novela es muy cinematogr¨¢fica. "Es exactamente al rev¨¦s. Mi obra de cine tiene caracter¨ªsticas literarias. Mira, esta novela llevamos tres a?os intentando adaptarla. Es completamente anticinematogr¨¢fica. Todo pasa en la cabeza. Mi escritura, m¨¢s que cinematogr¨¢fica, es directa. Uno de mis maestros es P¨ªo Baroja y en su tiempo el cine no era m¨¢s que una atracci¨®n de feria. Como Baroja, trato de contar a trav¨¦s de la acci¨®n. Como Stendhal. Es toda una tradici¨®n literaria. Trato de dar calidad literaria al cine".
?Y qu¨¦ prefiere hacer, cine o novela? "Cine y literatura son dos partes de lo mismo. Lo que he hecho en cine es parte del corpus de mi obra, las mismas obsesiones, las mismas preocupaciones ¨¦ticas. Creo que el cine empieza a cambiar su visi¨®n sobre los escritores. Una cosa es un guionista y otra un escritor de cine".
Guillermo Arriaga estrenar¨¢ su primera pel¨ªcula como director, la versi¨®n cinematogr¨¢fica de El b¨²falo de la noche, el a?o que viene -proyecta llevarla a Sundance-. La portada de la edici¨®n espa?ola de su libro es un aperitivo: una imagen de la pel¨ªcula, la actriz Liz Gallardo (Tania) desnuda en un motel. La misma editorial, Belacqua, va a publicar sus otras dos novelas anteriores. La pr¨®xima, Los sapitos, que est¨¢ escribiendo ahora Arriaga, ver¨¢ la luz hacia mayo. De nuevo gente que "camina en la orilla del abismo".
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