La danza de las palabras
Primera muestra individual, de car¨¢cter comercial, en nuestro pa¨ªs de Charles Sandison, escoc¨¦s nacido en 1969, pero residente en la localidad finlandesa de Tampere. Lo que ahora nos presenta en Madrid, obra reciente, muy en su l¨ªnea, es una especie de videoinstalaci¨®n, con proyecciones inform¨¢ticas de letras sobre el espacio de la galer¨ªa, a la que el artista se acopla, dentro de su forma de trabajo in situ. En el caso concreto de su instalaci¨®n en la Galer¨ªa Max Estrella destaca, por una parte, la proyecci¨®n aleatoria de letras en movimiento, sacadas de la Biblia, que danzan por el lugar produciendo una serie ilimitada de encuentros y desencuentros, que son f¨ªsicos y sem¨¢nticos, y, por otra, la proyecci¨®n en contraluz del desmigajamiento progresivo en mir¨ªadas de vocablos extra¨ªdos del primer manifiesto comunista de Carlos Marx. Aparte de efecto escenogr¨¢fico y, por tanto, est¨¦tico de estas proyecciones, que, en parte, recuerdan las antiguas luminarias teatrales del cielo estrellado, muy del gusto del primer romanticismo ilustrado, es obvio que el conjunto de plantear una reflexi¨®n sobre el hombre como un ser habitado por palabras, lo que, con los medios tecnol¨®gicos hoy disponibles, permite una sugestiva visualizaci¨®n de esa condici¨®n humana descrita, con lac¨®nica melancol¨ªa, por Shakespeare, como, en efecto, "palabras, palabras, palabras...".
CHARLES SANDISON: OBRA RECIENTE
Galer¨ªa Max Estrella
Santo Tom¨¦, 6. Madrid
Hasta el 28 de octubre
Desde la t¨¦cnica aleatoria de la escritura autom¨¢tica de los surrealistas y de los posteriores poetas letristas hasta las series de letras y n¨²meros de la conceptual alemana Hanna Darboven, se pueden rastrear las fuentes ic¨®nicas y metodol¨®gicas de Charles Sandison, cuyo vers¨¢til sincretismo est¨¢ muy en sinton¨ªa con la creaci¨®n actual, incluido su novedoso aprovechamiento tecnol¨®gico. En este sentido, nos encontramos con una nueva versi¨®n del "medio es el mensaje", pero tambi¨¦n una recreaci¨®n muy pop de lo que constituye las ideolog¨ªas establecidas, que se lic¨²an y se deshacen en su descomposici¨®n en infinitas part¨ªculas. El resultado es de una eficacia cr¨ªtica sugestiva y estimulante, aunque sin que por ello no deje de producir simult¨¢neamente el efecto parad¨®jico de lo est¨¦ticamente espectacular, pero esto es algo inevitable en un momento art¨ªstico como el actual que, cada vez, considero m¨¢s definible como "manierista".
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