El l¨ªder de Hezbol¨¢ afirma que ning¨²n ej¨¦rcito desarmar¨¢ a sus milicias
Hasan Nasral¨¢ reaparece en p¨²blico en Beirut para celebrar la "victoria divina" sobre Israel
Despu¨¦s de 70 d¨ªas en la clandestinidad, el l¨ªder de Hezbol¨¢, Hasan Nasral¨¢, reapareci¨® ayer en Beirut ante cientos de miles de personas para celebrar la "victoria divina" en la guerra contra Israel. El jefe del movimiento fundamentalista lanz¨® mensajes a sus incondicionales, a Israel, a EE UU y al Gobierno liban¨¦s. Advirti¨® de que la guerrilla chi¨ª a¨²n cuenta con m¨¢s de 20.000 cohetes; que ning¨²n ej¨¦rcito ser¨¢ capaz de desarmarla; y reclam¨® la formaci¨®n de un Gobierno de unidad nacional.
"El Gobierno actual", dijo, "no es capaz de proteger L¨ªbano". Nasral¨¢ se siente fuerte y las amenazas del Ej¨¦rcito israel¨ª no le impidieron presentarse en p¨²blico. Ni siquiera redujo la duraci¨®n de su discurso por razones de seguridad, tal como especulaban algunos medios libaneses. Durante los 70 minutos ante el micr¨®fono -tras mamparas blindadas y flanqueadas por tres guardaespaldas-, el jefe chi¨ª no dej¨® de abordar ning¨²n aspecto del reciente conflicto. La guerra concluy¨® el 14 de agosto y Hezbol¨¢ mantiene a¨²n en cautividad a los dos soldados israel¨ªes capturados el 12 de julio. "No habr¨¢ liberaci¨®n de los militares sin un intercambio por los prisioneros libaneses", dijo tajante el cl¨¦rigo nacido en 1960 y que se hizo con las riendas de Hezbol¨¢ en 1992, cuando Abbas Musawi, su predecesor, fue asesinado por Israel.
Muy gesticulante y con continuas iron¨ªas festejadas por sus leales, Nasral¨¢ advirti¨®: "Prestad atenci¨®n. Hoy la resistencia tiene m¨¢s de 20.000 cohetes. Ha recuperado toda su capacidad militar y organizativa. Es m¨¢s fuerte que antes del 12 de julio".
El jefe del partido-milicia chi¨ª rechaz¨® categ¨®ricamente cualquier posibilidad de desarme -como exige el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas- que no pase por un acuerdo pol¨ªtico nacional. "No queremos mantener las armas para siempre, pero no las entregaremos mientras existan las causas que justifican la resistencia", dijo Nasral¨¢, que descart¨® la posibilidad de que sus guerrilleros vayan a enfrentarse a los soldados del Ej¨¦rcito regular, que por primera vez en d¨¦cadas se han desplegado en el sur del pa¨ªs. "Son nuestros hermanos e hijos", asever¨®. El cl¨¦rigo calific¨® de ilusorio que la Fuerza Interina de Naciones Unidas para L¨ªbano (Finul) o cualquier Ej¨¦rcito del mundo puedan desarmar a Hezbol¨¢.
Largo f¨ªa el dirigente islamista la entrega de sus arsenales. En su andanada contra los l¨ªderes de los pa¨ªses musulmanes, subray¨® que el mundo ¨¢rabe ha cometido un grave error y rechaz¨® la iniciativa de la Liga ?rabe que propone el reconocimiento de Israel a cambio de la retirada completa de los territorios ocupados palestinos. "Es necesaria la fuerza para fortalecer la posici¨®n ¨¢rabe", se?al¨®. Y se pregunt¨®: "?C¨®mo se puede proponer un acuerdo con Israel renunciando a la fuerza?".
Una violencia a la que renuncia cuando alude a la pol¨ªtica interna libanesa, aunque no por ello deje de proponerse como un dirigente sin el que es imposible estabilizar L¨ªbano. Sin pedir expl¨ªcitamente la dimisi¨®n del primer ministro, Fuad Siniora, Nasral¨¢ reclam¨® la formaci¨®n de un Gobierno unidad nacional y asegur¨®: "El actual Ejecutivo es incapaz de proteger L¨ªbano, de reconstruir L¨ªbano y de unificarlo". La inmensa parroquia que asisti¨® al discurso de Nasral¨¢ core¨® lemas m¨¢s contundentes que los de su l¨ªder: "Muerte a Israel, muerte a Am¨¦rica". Tambi¨¦n exigieron a Siniora que abandonara el Ejecutivo. "Siniora, vete", clamaron. El carism¨¢tico cl¨¦rigo recurri¨® al sarcasmo. Recordando al sollozante primer ministro durante los d¨ªas en que las infraestructuras del pa¨ªs fueron arrasadas por la aviaci¨®n israel¨ª, Nasral¨¢ dijo: "El poder, la fuerza, y no las l¨¢grimas, proteger¨¢n a L¨ªbano".
No pod¨ªa olvidar el jeque a Washington. "Entramos en una nueva era. L¨ªbano ya no ser¨¢ un pa¨ªs d¨¦bil sometido a las injerencias extranjeras. Estados Unidos podr¨ªa haber detenido la guerra a los tres d¨ªas, pero pretend¨ªa hacer en L¨ªbano lo que ha hecho en Irak, dividir el pa¨ªs. Muchos dirigentes ¨¢rabes e Israel pensaron que podr¨ªan derrotar a Hezbol¨¢. El nuevo Oriente Pr¨®ximo que plantea Condoleezza Rice se ha derrumbado", afirm¨® Nasral¨¢.
![Simpatizantes de Hezbol¨¢ observan desde los balcones de sus viviendas la manifestaci¨®n de ayer en Beirut.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/WUISSZQ6NUXVI7LFHKISEW75BU.jpg?auth=87bd12bca2db2fe54209d1463ee91ac7ed88dc1fde73631cfc9c90b1f956e04b&width=414)
Una multitud entregada
La puesta en escena fue espectacular. En el extremo de un descampado de unas 10 hect¨¢reas se alz¨® un gran escenario coronado por un letrero gigantesco: "Es la victoria de quienes lucharon, de los que resistieron y de los que nos ayudaron". Encima de ese cartel, colgados de los edificios, hab¨ªa tres im¨¢genes enormes de los ataques de la milicia a un barco, un helic¨®ptero y un tanque israel¨ª. "Nuestro pueblo se defender¨¢ por mar, por aire y por tierra", rezaba otra proclama.
Frente a la plataforma desde donde habl¨® Hasan Nasral¨¢, arropado por la c¨²pula de Hezbol¨¢, hab¨ªa miles de sillas perfectamente asignadas. En un hueco en la primera fila, la prensa, y alrededor y detr¨¢s, los familiares de los m¨¢rtires de todas las guerras contra Israel. Detr¨¢s de ellos, representantes de Hezbol¨¢ en el sur de Beirut y del L¨ªbano, las zonas devastadas durante la guerra. Los primeros ten¨ªan gorro rojo y los de atr¨¢s blanco, los colores de la bandera del L¨ªbano. Todos acompa?aban los himnos de Hezbol¨¢ cantados por un coro de hombres en el escenario.
No hubo un asistente sin bandera. La mayor¨ªa eran las amarillas de Hezbol¨¢, seguidas de las verdes de Amal, el segundo partido chi¨ª, y las naranjas del Movimiento Patri¨®tico Libre, el grupo de los cristianos maronitas del general Michel Aoun, entre muchas otras. No faltaron los estandartes libaneses, a menudo, en compa?¨ªa de los de Venezuela e Ir¨¢n. Cuando el l¨ªder del Partido de Dios apareci¨®, a las cuatro de la tarde en punto, como hab¨ªa anunciado, la multitud entr¨® en ¨¦xtasis. Volaron miles de papelitos de colores y globos y el grito al un¨ªsono de "larga vida a Nasral¨¢" ensordeci¨® la tarde.
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